La aerotermia, una energía renovable que abarata tus facturas

La aerotermia es un sistema de climatización que aprovecha el aire del exterior y lo convierte en energía para calentar o refrigerar el aire interior de un espacio y para producir agua caliente sanitaria (ACS). Es un tipo de energía renovable porque aporta más energía de la que consume, por lo que la aerotermia tiene un impacto ecológico nulo o positivo. Además de beneficios medioambientales también los tendrás en tu bolsillo, con sustanciales ahorros energéticos.

¿Cómo se instala un equipo de aerotermia? ¿De qué elementos consta? ¿Es ruidoso? ¿Cuánto tarda en rentabilizarse la inversión? Nos resuelven todas las dudas José Mª Mateo, arquitecto en Martín Lejarraga Oficina de Arquitectura, y Pol Agudo, administrador en Doca Clima.

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¿Qué es la aerotermia y de qué elementos consta?

José Mª nos explica que “el sistema de aerotermia extrae la energía contenida en el aire exterior y la transfiere al interior. Esta transferencia de energía se consigue gracias a la utilización de un gas refrigerante comprimido a bajísimas temperaturas”.

Y como decíamos, se considera una energía renovable “porque funciona con energía del medio ambiente y una pequeña porción de electricidad. No utiliza combustibles fósiles”, explica Pol.

“El sistema consta de una bomba de calor de alto rendimiento exterior, una central de gestión de datos interior, que ocupa el tamaño de un frigorífico aproximadamente, una sonda de temperatura exterior y, finalmente, los aparatos de emisión (splits para el aire acondicionado con o sin bomba de calor, radiadores, suelo radiante…). Los sistemas de aerotermia son cada vez más compactos ocupando muy poco espacio”, revelan desde Martín Lejarraga Oficina de Arquitectura. A lo que desde Doca Clima añaden: “las bombas de calor aire-agua que colocan en el exterior de la vivienda son muy silenciosa: tan solo emiten 28 dA a 3 m. Aparte el sistema tiene una instalación muy sencilla que puede hacerse en tan solo un día”.

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¿Qué ahorros energéticos nos supone?

Sin duda, uno de los grandes alicientes de apostar por la aerotermia es que nos supone grandes ahorros en las facturas. “El usuario puede ahorrar hasta un 60% en la factura energética”, detalla Pol.

“Dependiendo de la calidad y prestaciones del equipo la proporción energía consumida energía aportada será mayor o menor, pero siempre con un rendimiento mínimo del 400% (1 unidad de energía consumida por 4 proporcionadas)”, cuenta José Mª, y prosigue, “el ahorro económico se produce desde el primer día de su instalación. Es un 25% más barato que calefaccionar una vivienda con una instalación de gas natural y un 50% que si se hiciese con una caldera de gasóleo. Traducido a euros esto supondría un coste de calefacción con un sistema de aerotermia de unos 3,7 euros frente a un coste de 5 a 8 euros con sistemas de calefacción de gas natural y gasóleo respectivamente”.

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Mi calefacción es mediante radiadores, ¿puedo aprovecharlos?

Ambas empresas coinciden en dar una respuesta afirmativa. Desde Doca Clima detallan que “hay modelos de bombas de calor aerotérmicas que se pueden instalar en un piso y funcionan perfectamente con radiadores. Estos equipos cuentan con un rendimiento tan alto que alcanza hasta 75 °C de temperatura de impulsión con lo que puede funcionar directamente con radiadores. En la casuística de que la caldera sea relativamente nueva (en torno a 5 años) y no se quiera cambiar, pero la factura de gas sea elevada, puede combinarse con una bomba de calor aire-agua sin necesidad de hacer obras”.

El estudio de Martín Lejarraga Oficina de Arquitectura condiciona el aprovechar la calefación antigua dependiendo del tipo de radiadores existentes y del estado de la instalación.  Porque, “no sería del todo lógico instalar un sistema renovable de aerotermia con radiadores muy antiguos y poco eficientes, que hicieran de todo el conjunto un sistema que no produce el ahorro energético esperado”.

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Matrimonios perfectos

Si hay que hacer obras, conviene unir la aerotermia con la calefacción tipo suelo radiante. José Mª nos detalla dos motivos: “La primera razón es que se proporciona un elevado rendimiento energético reduciendo las perdidas energéticas al mínimo y solo necesitando impulsar el agua que discurre por el suelo radiante a una temperatura entre los 35 y 45º. Y la segunda es la sensación de confort, ya que el calor se reparte uniformemente en toda la vivienda y no se concentra en uno o varios puntos como sucede en sistemas de aire acondicionado o radiadores".

Además, unir la aerotermia con paneles solares también es muy buena idea. ¿Por qué? Pol afirma que: “la combinación de aerotermia y energía solar fotovoltaica es una solución perfecta y proporciona una mayor autonomía energética”. La energía generada por los paneles fotovoltaicos lógicamente no solo servirá para alimentar la climatización de la casa, sino también para el resto de aparatos eléctricos.

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Rendimiento y temperaturas

Desde Doca Clima aseguran que “las bombas de calor aire-agua extraen el calor del ambiente exterior, incluso a -20 º C y lo transfieren hacia el interior de la vivienda/edificio. Además, existen modelos de bomba de calor capaces de ofrecer muy buenos rendimientos incluso con temperaturas extremas. Por otra parte, muchos equipos cuentan con protección anticorrosión y garantizan la instalación en costa”.

En Martín Lejarraga Oficina de Arquitectura apuntan que “el viento y otros condicionantes climáticos no le afectan, por lo que se pueden situar en cualquier escenario y ambiente. Aunque sí que es cierto que estas bombas siguen funcionando a temperaturas muy bajas con un rendimiento menor si estas son extremas, bajando de cero”.

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¿La aeroternia es interesante en cualquier tipo de hogar?

“Las bombas de calor aerotérmicas son la solución ideal de climatización por su eficiencia y sostenibilidad para cualquier tipo de vivienda, ya se trate de un pequeño estudio, de un piso o de una gran casa”, afirma Pol.

En la misma línea, José Mª opina que “utilizar un sistema renovable de generación de energía siempre es interesante. El ahorro siempre superará la inversión realizada (en más o menos tiempo) desde un punto de vista económico. Desde una visión medioambiental el impacto es incontestablemente positivo desde el minuto uno en comparación con una caldera o instalación de gasóleo”.

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¿Cuándo se rentabiliza la inversión?

Desde Doca Clima, si hablamos solo del aspecto económico, nos cuentan que “los periodos de retorno de la instalación están en torno a 5 años, siempre dependiendo de la capacidad y el uso, para equipos con una durabilidad más de 20 años”.

Mientras que en Martín Lejarraga Oficina de Arquitectura también insisten que el dato de cada hogar dependerá del consumo energético demandado. Así pues, estiman “una horquilla de unos 4 a 6 años para amortizar la inversión inicial”.

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El argumento ‘verde’

Pol lo tiene claro, y es un firme defensor de la aerotermia. ¿Los motivos? “Con la aerotermia disfrutas de calefacción en invierno, refrigeración en verano y agua caliente sanitaria (ACS) todo el año, incluso calentando piscinas. Además, ayudas a cuidar el medio ambiente”.

José Mª, además, nos habla del Programa de Rehabilitación Energética de Edificios (PREE). “Este ofrece, con sus ayudas económicas, otra razón más para reformar energéticamente el parque inmobiliario y reducir así tanto nuestra huella ecológica como el precio de nuestras facturas. Es una muy buena oportunidad para acometer una inversión de este tipo y reformar los espacios donde vivimos”.

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