De piso nuevo e impersonal a hogar familiar

No solo los pisos antiguos, viejos o deteriorados tienen un impresionante 'antes y después' en decoración de interiores. También las viviendas de nueva construcción se transforman por completo sin grandes obras. Y este proyecto de Natalia Zubizarreta Interiorismo es un buen ejemplo. Su estudio ha sido capaz de personalizar una casa nueva en un hogar repleto de detalles. Así se ha hecho…

Una base nueva, aunque bien planificada con antelación

Tal y como explica la decoradora Natalia Zubizarreta (www.nataliazubizarreta.com) "partíamos de un piso de nueva construcción en el que llevábamos trabajando tiempo con la constructora para ubicar algunas tomas de luz o radiadores donde necesitábamos". También se eligieron los materiales entre las opciones que presentaba la promotora para que todo encajara en el proyecto. En esta imagen se aprecia el resultado de la zona de estar del salón, extra luminosa y con vistas a través de tabiques de cristal que ocupan dos paredes en esquina de la estancia.

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Antes y después de la zona de estar

Aprovechando la espectacularidad de las vistas, los asientos se organizan de manera que disfruten de ellas al tiempo que pueda verse una película cómodamente. Se optó por un par de sofás -colocados en L y con capacidad suficiente para los cuatro miembros de la familia- y un par de pufs -realizados a medida- alrededor de la mesa de centro. Bordeando el ventanal, se encuentra la terraza.

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Antes y después de la pared de los audiovisuales en el salón

A pesar de las indicaciones que el estudio dio a la promotora durante la construcción del piso, Natalia Zubizarreta debía pintar, amueblar, instalar y reubicar puntos de luz… Muchos detalles que harían que el cambio fuera espectacular. Aquí se muestra el 'antes y después' de la pared de los audiovisuales en la zona de estar. A un lado, el frente vacío, únicamente con las tomas y conexiones. Al otro, el mueble a medida que soluciona la ubicación de los audiovisuales. Los propietarios no deseaban una librería convencional sino algo más ligero sin renunciar al almacenaje.

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Un espacio bien organizado

Esta toma muestra la organización de la zona de salón con dos sofás de Atemporal. Detrás del que delimita el espacio, se ubica el comedor y a la derecha de la imagen se ven los dos accesos sin puerta: uno de ellos a la cocina y otro a la entrada de la casa. La mesa de centro es de Maisons du Monde. Aunque predominan los tonos neutros (como base el beis suave en el que se pintó toda la casa), hay toques de inspiración industrial a través de toques en color negro y maderas. El objetivo era lograr un ambiente cálido en el que tienen peso los textiles y motivos vegetales.

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Un comedor a medida

Delante del cerramiento de cristal que delimita la cocina y la zona de estar se ha creado un comedor a medida con un banco adosado al murete y que aporta almacenaje en la zona inferior. Se completa con una mesa y un par de sillas y dos lámparas ligeras de techo con pantalla de cristal.

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Antes: una cocina abierta con muebles integrados

En el proyecto original la cocina estaba cerrada y desde el estudio de interiorismo se pidió a la constructora que se dejara abierta y que se construyera un murete bajo (el que se ve en la zona izquierda de cada imagen). La constructora entregaba la cocina amueblada por lo que el equipo de Zubizarreta se encontró con una cocina a medio poner.

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La cocina, delimitada y conectada

"Queríamos una península porque no había opción para hacer una isla. Así que creamos una ventana de hierro esmaltado con cuarterones" -detalle la interiorista-, que delimita y cierra pero sin restar continuidad visual ni luminosidad con el salón-comedor. Ese cerramiento acristalado se ubica sobre el murete de obra que dejó la constructora. En el lado de la cocina, como se ve aquí, un frente de módulos bajos con fregadero y placa. La campana se encastra en el techo para no entorpecer. Tiene un largo de 3,20 metros, tamaño que asegura una zona cómoda de trabajo. La encimera es de Solid Surface y el mobiliario es italiano de la marca Cesar.

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Una cocina con gran capacidad

La cocina cuenta con dos frentes: el de la península con módulos bajos y otra de gran capacidad con muebles columna en frente. Así el resultado es limpio, ordenado y ligero sin renunciar a la capacidad. La cocina se comunica de esta manera con el salón-comedor. Este queda adosado al frente del cerramiento acristalado. Esta imagen muestra el 'antes y después' de la intervención del estudio.

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La terraza

Se trata de un espacio exterior que rodea la casa coincidiendo con el estar. Es una terraza estrecha que se amuebló con un sofá y una butaca a modo de estar al aire libre. Esta vivienda se ubica en el norte de España donde no es habitual encontrar construcciones con terrazas.

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El acceso a la vivienda

Esta es la entrada a la vivienda que muestra cómo a la izquierda de la puerta de acceso se instaló un panel corredero que no restara espacio y que comunica con un despacho. Como decoración para una zona de paso, una ligera consola de poco fondo y un espejo tipo ventana en la pared.

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El dormitorio principal

Para esta estancia de la casa, Natalia Zubizarreta escogió un cálido papel pintado en la pared principal (de Designers Guild) que junto con los elementos de madera y rafia natural crean una atmósfera muy sosegada. Los elementos naturales y vegetales, linos, maderas… reducen la frialdad que puede tener un piso de nueva construcción. Los armarios ya estaban acabados en la entrega de la vivienda así que junto con la decoración, el trabajo se centró en colocar los elementos e iluminar adecuadamente.

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Antes y después de una habitación infantil

La pareja propietaria tiene dos niñas de 7 y 9 años de edad. Cada una de ellas cuenta con su propio espacio en la casa. Aquí se ve el 'antes y después': de habitación vacía a un refugio con mucho encanto y colorido. No querían hacer diferencias entre ambas habitaciones. De hecho el diseño es muy parecido, cambiando únicamente algunos colores y motivos. Los dos ambientes cuentan con una zona de estudio que les servirá para los próximos años.

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Una habitación espaciosa con cama, escritorio y almacenaje

El papel pintado de las paredes ya aporta calidez y es un elemento diferenciador. "Jugamos aquí con malva, verde agua y amarillo mostaza, combinados con blanco, beis y maderas claritas", señala Zubizarreta. La zona de escritorio, imprescindible en cada una de las dos habitaciones infantiles, se complementa con estantes de almacenaje. Tal y como destaca la interiorista, el mobiliario soportará bien el paso del tiempo y con solo cambiar la ropa de cama se pueda personalizar y adaptar el espacio a los gustos de dos adolescentes en un futuro.

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Antes y después del baño de las niñas

La constructora entregaba este baño con un mueble de lavabo doble pero frío en blanco. Se sustituyó por un diseño en madera con un único lavabo sobreencimera. Todo el conjunto se decoró en tonalidades neutras para que soportara el paso del tiempo.

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