¿Te gustaría que tu jardín estuviese siempre esplendoroso y las plantas sanas y bellas? ¿Quieres que las especies que cultivas en el interior de casa se mantengan frescas y saludables? Entonces has de aprender a diferenciar qué tipo de sustrato debes emplear en cada caso, dependiendo de la planta y de la situación. Aquí te contamos todas las claves.
No todas son iguales
Que todas las plantas que cultivas en el jardín o en contenedor no son iguales no es ningún secreto. Es bien sabido que poseen características muy diferenciadoras y que necesitan cuidados distintos.
Sin embargo, a veces puede parecer que todas pueden crecer en el mismo suelo y que lo que requieren es simplemente una tierra en la que sus raíces puedan arraigar. Falso: además, necesitan un sustrato que afiance su crecimiento, y les aporte eso que el suelo no puede proporcionarles siempre.
El sustrato, entendido como el material en el que crecen las plantas y que no es directamente el suelo, les proporciona elementos tan importantes como nutrientes y sirve como medio para que obtengan oxígeno y agua.
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Los componentes de los sustratos
Aunque después verás que existen diversos tipos de sustratos, casi uno para cada género de plantas, en general podríamos diferenciarlos en dos grupos: inertes (formados por materiales como arenas, gravas, rocas o arcilla) o activos (que se componen de materiales como corteza de pino, vermiculita, turbas, etc.).
Ambos tipos proporcionan a la planta un buen soporte para crecer, aunque difieren en la forma en que retienen y aportan nutrientes. Si los primeros apenas retienen nutrientes, los segundos sí que lo hacen en mayor medida.
En general, los sustratos están compuestos de diferentes materiales, inertes y activos, que dan como resultado una mezcla ideal para cada tipo de planta, en función de sus características.
La versatilidad del sustrato universal
Tal y como su propio nombre indica, el sustrato universal es apto para la mayoría de las plantas, por lo que es una buena opción ni no necesitamos cubrir necesidades específicas. Es el más utilizado, y consiste en una tierra porosa que mantiene bien el agua de riego pero sin tendencia a encharcarse, que es algo que la mayoría de especies no toleran.
Además, el sustrato universal presenta un pH equilibrado (aproximadamente entre 6,5 y 7), adecuado para plantas de interior y de exterior.
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Con extra de nitrógeno, para plantas verdes de interior
La mayoría de los sustratos para plantas que encontramos en viveros y en tiendas especializadas suelen dividirse en sustratos orgánicos (cuyo origen es natural o vegetal) y sustratos inorgánicos (de origen mineral).
Sin embargo, en muchos casos se mezclan ambos tipos para conseguir un sustrato más adecuado a cada tipo de plantas. Entre los nutrientes más importantes que suelen incluir la mayoría de sustratos destacan el nitrógeno (N), el fósforo (P) y el potasio (K): NPK, aunque la proporción de estos elementos es diferente según cada sustrato.
Para las plantas de interior de hoja verde se recomienda un sustrato con una alta concentración de nitrógeno, ya que eso favorece el verdor de sus hojas y estimula el desarrollo de las raíces.
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Muy rico en materia orgánica, para plantas de flor
Las plantas de flor que alegran tu jardín crecerán de maravilla si les proporcionas un sustrato especial, con una gran proporción de materia orgánica (puede ser guano, compost, etc.). Estas sustancias estimulan la floración y potencian, además, el colorido de las flores.
También es importante que el sustrato que elijas sea rico en perlita, un material mineral que logrará que el suelo esté aireado y no se produzcan encharcamientos que puedan perjudicar a las plantas.
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El mejor sustrato para los rosales
Los rosales son una belleza en cualquier jardín y disfrutar de sus flores especiales y de su aroma, un verdadero privilegio. Para conseguir que estén esplendorosos al llegar la primavera debes aportarles el sustrato adecuado, que de cómo resultado un suelo fértil: elige uno rico en arcilla, ya que así mantendrá bien el agua de riego y los nutrientes.
En cuanto al pH, los rosales requieren un suelo ligeramente alcalino. Les va muy bien las mezclas con abono orgánico (estiércol, corteza de pino, compost, etc.).
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Con un buen aporte de turba, perfecto para el huerto
¿Este año te has decidido a plantar un pequeño huerto pero el resultado no ha sido tan satisfactorio como esperabas? No te preocupes: hay muchas cosas que puedes aprender para mejorar el cultivo de verduras, hortalizas y frutas, y una de ellas consiste en aportar al huerto el sustrato más adecuado.
Ten en cuenta que el terreno ha de ser muy rico en nutrientes para que los cultivos se desarrollen bien y resulten muy productivos. Elige, por ejemplo, un sustrato con alta concentración de turba negra (en una proporción del 80 % aproximadamente), con humus de lombriz y fibra de coco.
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¿Qué sustrato elijo para las plantas acidófilas?
Las plantas acidófilas son aquellas que necesitan un suelo ácido para crecer saludables y desarrollarse plenamente. Se trata de especies de gran belleza, que seguro querrás tener en tu jardín: hortensias, camelias, azaleas, gardenias, rododendros, brezo o arce japonés son algunos ejemplos.
Para cultivarlas tendrás que procurar que el suelo tenga un pH inferior a 6,5 (debe estar en torno al 4,5). Así las plantas acidófilas asimilan muy bien todos los nutrientes del terreno y el hierro, un componente fundamental que intensifica su color. Con un pH demasiado alto, este tipo de plantas sufrirá de clorosis férrica o déficit de hierro, sus hojas se pondrán amarillas y se debilitarán.
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Muy bien drenados, para plantas crasas y suculentas
El aspecto fundamental que hay que observar a la hora de elegir el sustrato para crasas y suculentas es la capacidad que presente para drenar el exceso de agua de riego.
Este tipo de plantas acumula agua en sus hojas carnosas, por lo que un aporte excesivo del líquido elemento las perjudica enormemente, pudiendo llegar a acabar con ellas.
Por tanto debes elegir un sustrato con una alta concentración de arena, o un material similar, que permita eliminar rápidamente el agua. Una buena mezcla incluiría, por ejemplo, un 50 % de vermiculita (una sustancia mineral con alta capacidad de absorción de agua), un 40 % de turba negra y un 10 % de perlita.
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La mejor elección para árboles y arbustos
No hay un sustrato específico para árboles y arbustos, sino que la elección dependerá, sobre todo, de dónde procedan. Si se trata de especies de origen mediterráneo, capaces de aguantar estoicamente la sequía, tendrás que proporcionarles un sustrato con un pH alto (entre 6 y 7). Puedes elegir una composición con turba negra (70 %) y perlita (30 %) o, más fácil todavía, un buen sustrato universal.
En caso de que los arbustos y árboles sean especies procedentes de zonas con climas lluviosos, lo mejor es proporcionarles un sustrato capaz de retener bastante agua. Un ejemplo sería una mezcla de turba negra (60 %), vermiculita (30 %) y perlita (10 %).
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