La mesa de centro es uno de los elementos clave de la decoración de salones, ya que además de un papel decorativo suele cumplir una práctico. Para que funcione debe buscarse el equilibrio con los sofás, los asientos y el resto de auxiliares, de manera que todo quede integrado y proporcionado. Sus dimensiones deben ajustarse al tamaño del espacio, para que todo vaya a escala, y estar en sintonía con vuestro estilo de vida, ya que a la hora de elegirla no es lo mismo si tienes niños o te gusta comer frente al televisor, por ejemplo. Por eso, si tu salón es pequeño debes olvidarte de esas mesas de centro cuadradas de 100 x 100 cm o de esos modelos que parecen un aparador lleno de cajones y apostar por un diseño funcional, bonito y que encaje como un guante sin abigarrar. Estos 11 modelos cumplen todos los requisitos.
1. De dos en dos
Y tiro porque me toca. En espacios de pocos metros, los muebles voluminosos recargan el espacio con su presencia, por eso, es mucho mejor optar por piezas menos aparatosas y pequeñas que cuenten con las mismas ventajas, pero resulten mucho más ligeras. Este es el caso de este ambiente de Westwing, donde en lugar de una mesa de centro se ha optado por colocar dos XS, pero igual de prácticas y bonitas.
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2. Mesas nido
Si hay una mesa de centro que parezca haber nacido para un salón pequeño esa es la nido. Un modelo que busca reducir el desorden y permite modular la distribución del espacio según las circunstancias y el momento, duplicando o reduciendo su tamaño. Si quieres algo de dulzura, como en esta propuesta de Habitat, elige mejor un diseño redondo que suavice con sus curvas el ambiente, mientras que si van al lado de un sofá esquinero, mejor una versión cuadrada, que se integre a la perfección en un ambiente de líneas rectas.
3. Con más de una función
Los muebles de doble uso son uno de los elementos imprescindibles a la hora de decorar espacios pequeños. Por este motivo, debes buscar la ayuda de una mesa de centro que cumpla varias funciones, sacando partido a los metros disponibles. En esta propuesta de Marks & Spencer puede hacer las veces de puf, mesa y reposapiés, según el momento. Además, como va a juego con los sofás, aporta armonía decorativa y una sensación de ligereza visual.
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4. Con sitio para guardar
En los salones de pocos metros el ingenio siempre es un buen aliado y esta mesa de centro de Umage es todo lo que necesitas para que tu zona de estar resulte tan coqueta y funcional como si fuera de tamaño XL. ¿La clave de su éxito? Un diseño nórdico en madera, sencillo y ligero que esconde una repisa tipo ‘vela’ en la parte inferior, muy práctica para dejar los mandos de la tele, el móvil o las gafas.
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5. Rectangular
Tan importante como el tamaño de tu mesa de centro, es su forma. Como norma general, las cuadradas son siempre más voluminosas que las rectangulares o las redondas, ocupando no solo metros espaciales sino también visuales. Para que se integre bien en el conjunto, es importante que tenga la misma altura que el sofá, con un margen de 10 cm por encima o por debajo, y quedar a unos 45-60 cm de este. Para crear un efecto más equilibrado, si se trata de un modelo rectangular, como este, debe medir al menos un tercio del sofá.
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6. Con ruedas
Para que la mesa de centro no sea demasiado voluminosa y se adapte mejor al espacio, elige un modelo con ruedas que te permita utilizarla para diferentes actividades y, sobre todo, guardarla o dejarla ‘aparcada’ en un rincón del salón, cuando no la necesites. Con sobre de cristal, este modelo de La Oca ofrece espacio extra de almacenaje sin recargar, debido a los contenedores abiertos de madera, mucho más ligeros que el típico diseño con cajones.
7. Dos (o tres) en una
Si opta por una mesa de centro pequeña que ocupe poco espacio, una buena opción son los modelos extraíbles, como este de Ikea, que te permitirá expandirla cuando sea necesario sin ocupar centímetros el resto del tiempo. Una solución que resulta muy práctica en el día a día, ya que, puedes usarlas de forma individual o juntas para comer delante de la tele o trabajar, colocando en una el ordenador y en otra el móvil, por ejemplo. Además, cuando se meten una debajo de las otras, la más pequeña brinda espacio de almacenaje extra para guardar los mandos.
8. Metálica y ligera
Si antes hablábamos de la forma, el material de tu mesa de centro también te ayudará a aligerar el ambiente del salón. Así, los modelos metálicos, como este de Hübsch,son una buena opción en espacios de pocos metros, al mismo tiempo, que proporcionan un ‘look’ moderno y actual, que se integra bien en ambientes nórdicos, con aire ‘vintage’ o con espíritu industrial. Si, además, la dejas abierta por los lados su peso visual se reducirá aún más.
9. En versión mesita auxiliar
Una buena idea es apostar por un diseño mini que puedas usar indistintamente tanto como mesa de centro como mesita auxiliar en uno de los lados del sofá o en un rincón de lectura. La clave es que sea pequeña, pero no tanto, y que puedas moverla fácilmente de un lugar a otro del salón. Este diseño de House Doctor con el sobre de mármol y estructura metálica, es perfecto para tal fin. Además, su estilo es fácil de integrar sea cual sea la decoración del salón.
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10. De cristal
Las transparencias crean efectos mágicos tanto en la moda como en la decoración de interiores. De manera que una pieza ‘transparente’ hace destacar hasta el espacio más pequeño, logrando que el salón se vea más amplio y mucho más luminoso. Así, una mesa de centro de cristal y estructura metálica, como esta de Fritz Hansen, se ve mucho más ligera y libre, mientras que su aire ‘vintage’, inspirado en los años 50, es toda una delicia para la vista. Si, además, lo acompañas con la butaca Egg de Arne Jacobsen el éxito está asegurado, aunque a tu salón no le sobren los metros.