Nuestra dieta mediterránea es rica en frutas y verduras, por eso, resulta de lo más interesante cultivar frutas en casa y disfrutar del sabor de estos sanos alimentos durante todo el año. Pero es que además, los colores de las plantas o árboles frutales aportan un toque decorativo al jardín o la terraza. ¡Descubre cómo gozar de las frutas más kilómetro 0 imposible! ¿A qué esperas para montar tu huerto urbano o en el campo?
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Contenedores adecuados
Las frutas pueden plantarse en el terreno del jardín o en contenedores, si se trata de terrazas y balcones. En este segundo caso ten en cuenta que el contenedor es mejor que tenga al menos 40 cm de profundidad. Si quieres aprovechar bien el espacio lo ideal es optar por una jardinera o contenedor rectangular y descartar las macetas redondas.
¿Qué hay de los árboles frutales? Ellos sí pueden ir en macetones redondos y calcula que dispongan de al menos 50 cm tanto de profundidad como de altura. Apuesta por un modelo de barro, porque este material conserva mejor la humedad y dará mayor estabilidad al árbol que, por ejemplo, las de plástico. Otro consejo es que, si finalmente con la planta o el árbol ya adulto todo pesará bastante, mejor que el modelo incorpore ruedas para poder trasladarlo sin dificultades.
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Moras
Las moras o zarzamoras son el fruto de la zarza (rubus fruticosus), una planta silvestre, es decir, que puede crecer de forma espontánea en el campo. De hecho, esta característica hace que cultivar moras en el huerto apenas requiera esfuerzo, por ejemplo, no necesita excesivo riego pero sí convendrá emplear tutores para que crezca convenientemente hacia los lados y en alto. Son unas plantas que pueden plantarse en macetas si se desea y deben recibir luz natural. Prefieren un suelo con un pH ligeramente ácido, rico en humus, húmedo y suelto.
La zarza tiene espinas en sus tallos y ramas pero, si tienes niños en casa y prefieres que no las tenga, existen variedades mejoradas aunque, eso sí, dan menos frutos y de menor tamaño. Las moras son ricas en vitaminas A y C, en potasio y tienen mucha fibra y pocas calorías y ofrecen su mejor sabor entre los meses de agosto y setiembre.
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Arándanos
El arándano (vaccinium corymbosum) es un arbusto originario de los bosques de Estados Unidos y Canadá que es mejor plantar en maceteros, ya que requiere de una tierra mucho más rica en ácidos que la tierra regular del jardín, además el sustrato también debe estar húmedo. Así, Los arándanos necesitan riego frecuente, buen drenaje y también entre siete y ocho horas de sol directo.
Los beneficios de esta fruta son múltiples, como sus poderes antioxidantes y que ayuda a la memoria, pero además mantiene el corazón, ojos y cerebro sanos. Y podrás comer estas deliciosas bayas desde marzo hasta finales de septiembre. La planta produce el preciado fruto a los dos o tres años.
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Fresas
El fresal (fragaria) es una planta herbácea fácil de cultivar en el jardín, directamente en la tierra o en macetas, con la ventaja de que soportan bien las bajas temperaturas en invierno. La época ideal para plantar fresas es de noviembre a marzo y ten en cuenta que aunque prefiere lugares soleados no necesita tantas horas de sol como otras frutas. Para los cuidados, habrá que regar a diario y fertilizar una vez al mes.
Las fresas son fuente de antioxidantes y vitaminas C y, a pesar de resultar dulces, son de las frutas que menos calorías aportan: 32 si comes ocho piezas medianas. Podrás disfrutar de ellas desde marzo hasta julio.
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Uvas
Las parras de uva (vitis vinifera) necesitan gran cantidad de sol al día, al menos seis horas. Antes de decidirte por una variedad consulta cuál es la que mejor se adaptará a la climatología del lugar. Conviene realizar su plantación inmediatamente después del invierno. En cuanto al sustrato, lo ideal es una tierra rica en nutrientes suelta, ligeramente rocosa y con buen drenaje. Asimismo, ten en cuenta que al tratarse de unas plantas trepadoras, las vides necesitan donde agarrarse para crecer. A tal efecto coloca rejillas de madera que dirijan su crecimiento.
Aprovecha el valor antioxidante de la uva, una fruta también rica en fibra e hidratos de carbono. ¿Cuándo disfrutar de esta fruta? El final del verano y el comienzo del otoño marcan el inicio de la temporada, que suele alargarse hasta principios de enero. Eso sí, las vides tardan por lo menos tres años en empezar a producir frutos, pero luego pueden dar sus racimos de uvas durante más de 50 años.
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Limones
Los árboles limoneros (citrus limon) son perfectos para cultivar en el jardín o bien la terraza de casa y con ellos podrás disfrutar de deliciosos y jugosos limones. Ubica este frutal cítrico donde reciba sol directo (mejor un mínimo de cinco horas diarias, para que crezca sano y prospere bien). y esté protegido del viento. Mantén la tierra húmeda, pero no encharcada, por ellos es importante un buen drenaje. Este frutal no soporta bien el frío, si lo tienes en maceta y bajan mucho las temperaturas puedes instalarlo en casa o, si está plantado en el jardín, convendrá cubrirlo con una manta térmica por las noches.
El limón es una gran fuente de vitaminas, sobre todo C y B. Ten en cuenta que dan frutos a los dos o tres años, cuando se ha realizado el injerto, mientras que tardan unos cinco años en presentar limones cuando son producto de una semilla. La recolección del fruto se hace entre los meses de enero y febrero; aunque existen limoneros que dan frutos en otras épocas del año, e incluso, lo hacen de forma regular. Por cierto, aprovecha el aroma a limón para dar una fragancia revitalizante a tu casa.
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Melocotones
Los melocotoneros (prunus persica) son unos árboles de porte pequeño que prosperan cuando crecen en un lugar que recibe pleno sol y tiene un suelo fértil y bien drenado. Pueden ser cultivados en jardines y en terrazas, en macetas.
El melocotón es una de las frutas del verano más sabrosas y aporta una buena dosis de fibra, por lo que resulta muy beneficioso para la flora intestinal. Además, es una fruta baja en calorías comparado con otras como el aguacate o el plátano. Por cierto, el melocotonero produce fruto a partir de su cuarto año de crecimiento.
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Cerezas
El cerezo (prunus avium) es un hermoso árbol que en la primavera lucirá con preciosas flores. Si quieres plantar un cerezo únicamente y no un grupo de ellos, deberás escoger una variedad autopolinizante. Este árbol puede cultivarse en maceta, siempre con la precaución de asegurarle un buen drenaje. Es poco exigente en cuanto a riegos se refiere, aguantando bien tiempos de sequía.
El cerezo produce su deliciosa fruta roja entre los meses de abril y agosto y entre sus propiedades destaca que tiene un alto poder antienvejecimiento, ayuda a regular el sueño, al cuidado de la piel y, también, a perder peso.
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