Cuando decides construir una casa, el entorno define, en parte, el carácter de esa vivienda, adaptándose a él para poder vivir juntos y en armonía para siempre. En este proyecto de Freehand Arquitectura esta relación es aún más potente, más auténtica, ya que, como explica Lourdes Treviño, arquitecta y fundadora del estudio “nuestra propuesta se basó en tres ejes principales: fusionar arquitectura e interiorismo con el entorno; trabajar con espacios abiertos y hacer de cada apertura un marco hacia el paisaje". Así el mar, la arena y los acantilados junto con la geometría singular, los materiales y los colores, en especial el verde, son los elementos que van definiendo la construcción y puliendo a la vez la decoración de interiores.
Muros de cristal
El proyecto de Freehand Arquitectura, dirigido por Lourdes Treviño, en colaboración con el arquitecto Ángel Santorial, ha ido construyendo la casa sobre terrazas situadas a distinto nivel y orientadas claramente hacia el mar. Desde ángulos diversos, enmarcados por las amplias aberturas, el paisaje de Saiáns (Vigo), con maravillosas vistas a las islas Cíes al fondo, se despliega como la meta visual y en cuya búsqueda se han combinado los recursos tanto de la arquitectura como del interiorismo.
Espacios abiertos
Moderna y funcional, los tabiques, las puertas y las particiones entre los ambientes ceden paso a la comunicación visual y la interrelación entre los espacios. Así, la zona de despacho, situada en un altillo, se abre al salón comedor y la cocina se ‘separa’ mediante un muro de cristal con aire industrial y partes correderas, que se pueden cerrar y abrir según la ocasión. La zona de estar con un gran sofá esquinero gris se ha delimitado con una alfombra de KP del mismo color, pero en una tonalidad más oscura, y dos butacas de cuero marrón completan el conjunto. Llaman la atención los focos del techo a la vista.
Zona de estar
La pared principal del salón lo ocupa un gran mueble a medida con baldas, puertas ciegas y módulos vitrina que integra a su vez una chimenea moderna cerrada. Muy práctico, puede albergar tanto libros como cristalería y vajilla o papeles y documentación. El juego de madera y materiales negro, que podemos ver en el techo, se repite también en esta zona, proporcionando un efecto tan impactante como actual.
Comedor con vistas
“La geometría de esta casa es poco convencional, así que buscamos sacar el mejor partido a sus espacios interiores respetando sus techos y muros inclinados, así como sus grandes ventanales con vistas maravillosas a las islas Cíes”, afirma Lourdes Treviño, artífice del proyecto. El comedor con mesa redonda XL de Maxalto y sillas de Carl Hansen & Son aporta un toque más acogedor y familiar al conjunto que un modelo rectangular, además ofrece mayor número de asientos sin restar metros.
Cocina en negro
El negro se apodera de la cocina con un ‘total look’ que incluye muebles, encimera, fregadero, grifería, vitrocerámica, perfiles de los tabiques de cristal y las ventanas y las luminarias, creando un espacio impactante visualmente que se mueve entre el estilo industrial y el moderno más sofisticado. El gran ventanal permite el paso de la luz y la relación con el jardín, que se cuela dentro de casa, aportando su frescura y verdor.
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Isla con barra de desayunos
Buscando siempre sacar partido al espacio, la isla central alberga, además de la zona de aguas, fuegos, almacenaje y superficie de trabajo, un ‘office’. Aprovechando una de las esquinas se ha diseñado una barra de desayunos o comidas informales a un nivel inferior al de la encimera, con capacidad para cuatro personas (dos a cada lado) y con taburetes con el asiento de enea negro, a juego con el resto del espacio.
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Baño con aire tropical
Al entrar en este baño de cortesía parece que hayas cambiado de casa e, incluso, de continente. Vestido al completo con papel pintado con motivos tropicales y exóticos, el lavabo de madera refuerza la sensación de estar en medio de la selva. La parte superior de la pared se ha cerrado con tabiques de cristal con perfiles negros, lo que hace que el techo de la vivienda actúe como cielo improvisado, al mismo tiempo que hace de ventana y permite el paso de la luz.
Oficina en casa
Situado en un altillo, el despacho parece volar sobre el salón. Delimitado por una pared con papel pintado Exotic de Wall & Decò (otro guiño como en el baño), un gran escritorio de madera alberga dos zonas de trabajo independientes, ambas con las sillas Aluminium de los Eames, editadas por Vitra, y una alfombra que delimita visualmente el espacio. La luz natural es el otro elemento esencial de este ambiente, que al estar abierto tanto por las fachadas laterales como por el frente, circula libremente.
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Dormitorio principal
Abierto al baño, el cabecero es la pieza protagonista de la estancia, ya que, por una parte, alberga los lavamanos y, por la otra, estructura la cama, ofrece mesitas de noche e integra dos apliques, perfectos para leer. Una solución ingeniosa que divide sin perder metros visuales ni centímetros espaciales. Para aligerar la estancia, los armarios, entre los que hay un pequeño rincón de tocador, son de una madera más clara que el cabecero.
Baño en madera
Si en la imagen anterior veíamos el cabecero, esta nos muestra el otro lado, el que da al baño del dormitorio principal. Aquí encontramos un mueble bajolavabo de madera (a imagen y semejanza del cabecero), una encimera blanca con dos lavamanos integrados y una gran mampara transparente, que alberga un plato de ducha XL. Presta atención a los detalles en oro y cobre de griferías, perfiles y adornos. Un plus de estilo.
Habitación con pared en degradado
La pintura tiene poderes decorativos mágicos, capaces de transformar una habitación en un lugar único y especial. Este cuarto es un claro ejemplo de cómo un efecto degradado lo cambia todo. Divertida e inspiradora, la pared se erige como protagonista, invitando con sus tonos azules marinos al descanso y la creatividad. Solo la alfombra multicolor en tonalidades apagadas le hace sombra.
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‘Chill out’ bajo el porche
Conscientes de que la lluvia es habitual en Galicia, incluso en los meses veraniegos, desde Freehand Arquitectura optaron por crear una zona ‘chill out’ cubierta. “El porche se protege del clima húmedo con un techo de madera y paneles metálicos que se abren y cierran según las condiciones climáticas”, explica Lourdes. La pared se ha revestido con azulejos vidriados portugueses en color verde intenso, que conectan directamente con los árboles que bordean el jardín y las vistas al Atlántico. Los muebles naturales y con un toque rústico potencian la calidez y la sensación de hogar del ambiente.
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Piscina rodeada de naturaleza
Entre árboles y vegetación y rodeada de verde, la piscina desbordante se integra en el paisaje como parte de él. Incluso el agua adquiere un tono verdoso debido al revestimiento de su fondo. Junto a ella se ha creado, en un nivel más bajo, una apetecible zona de relax, con sofás de obra y mesa, perfecta para disfrutar durante el verano.
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