Cuando se diseña una cocina hay muchos factores a tener en cuenta, aspectos como su decoración o estética, por ejemplo que los muebles lleven o no tiradores, aunque un aspecto vital para que funcione es que la distribución resulte práctica y los espacios de trabajo fluidos.
¿Quieres descubrir cuál es la mejor relación que debe establecerse entre el fregadero y la placa de cocción para conseguir la máxima comodidad? Nos lo cuentan dos expertas: Marta Menéndez, directora general de TPC Cocinas, y María Vidal, comercial en dos de los cuatro estudios de cocina que Docrys & DC tiene en Madrid.
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Zona de aguas y fuegos, ¿qué son?
“La zona de aguas es aquella que cuenta con un grifo, un fregadero, lavavajillas y lavadora; dependiendo de cada hogar, se encuentran todas o alguna de ellas. La zona de fuegos, por su parte, se corresponde a la zona de la placa de cocción, horno y microondas”, detalla María. Y en la cocción pueden existir también electrodomésticos fijos como planchas teppan yakis, grills u otros elementos.
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El triángulo de trabajo
Aguas y fuegos, junto con el área de almacenaje o despensa (en la que se encuentra el frigorífico) deben dibujar un triángulo de trabajo. “Estas líneas imaginarias básicamente marcan el circuito que solemos hacer a la hora de cocinar. Dividir la cocina en estas tres zonas de trabajo nos permitirá tener un espacio dedicado a cada función, para que el resultado sea una cocina funcional. Para simplificar el cocinado y maximizar la eficiencia en la cocina, hay que mantener una distancia ideal de entre 1,20 y 3 metros entre cada zona, dependiendo de la distribución de la cocina”, afirma Marta.
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Distancia entre los dos elementos
En cocinas con distribución en paralelo, en ‘U’ o en ‘L’, normalmente no estarán en la misma encimera y mantendrán una cierta separación, pero sí obligatoriamente cuando el mobiliario va en línea. Desde Docrys & DC nos comentan que, en este último caso “se ubican una al lado de la otra pero, con una distancia mínima de 60 cm entre la placa y el fregadero".
Vemos la cocina en línea de un piso centenario en Barcelona, con fuegos a gas y un fregadero de pequeño tamaño con salpicadero de vidrio y cuya reforma de Thehallstudio conserva elementos históricos como las molduras del techo y el suelo hidráulico.
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Cocinas pequeñas en línea
El triángulo de trabajo se diseña para tenerlo todo a mano acortando distancias, no obstante, en cocinas pequeñas la disposición más habitual es en línea, haciendo imposible ese triángulo imaginario. ¿Qué hacer entonces? El consejo de Marta es: "situar la zona de almacenaje cerca de la entrada; la zona de cocción en la parte central, para tener a un lado los alimentos y al otro el fregadero; y la zona de aguas cerca de la ventana, para aportarle luz natural a la estancia y una mayor visibilidad”.
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¿Debemos separar fuegos y placa en cocinas grandes?
La mayor practicidad se logra si estos elementos no están excesivamente separados. Desde TPC cocinas nos cuentan que “disponer de mucho espacio, no significa separar más las zonas de trabajo, ya que si lo hacemos conseguiremos que todo el proceso del cocinado resulte molesto y poco fluido. Lo ideal, es que entre zona y zona no haya nunca más de 3 metros de distancia. Así pues, en estancias grandes podemos dejar el resto del espacio para la zona comedor, por ejemplo, o diseñar una isla que facilite tener las zonas de trabajo más cerca y alejadas de la zona de paso”.
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Los fuegos, reyes de las islas y penínsulas
Pasamos más tiempo cocinando y guisando que lavando alimentos en el fregadero o limpiando los platos o colocándolos en el lavavajillas, ese es el motivo por lo que las cocinas con isla o península privilegian situar la placa en estos módulos, habitualmente relegando el fregadero en el plano de enfrente. En otras ocasiones la isla (o la península) también cuenta con una pica auxiliar que, aunque sea mínima, sirve de apoyo al lavado.
“Además, si colocamos una placa de cocción en la isla, favorecemos al usuario con una gran zona de trabajo”, añade María.
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La campana, inseparable de la placa
El extractor cuando los fuegos van en una península o isla, puede lograrse disimular más que los modelos que bajan e interrumpen las vistas. María nos detalla cuáles son las dos alternativas habituales para una estética de campana más limpia y ligera visualmente:
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La campana de techo son perfectas, pero debemos contar con falso techo y un espacio de 20 cm.
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La campana integrada en la placa o la encimera es una buena solución si no tenemos falso techo, pero este tipo de campanas necesitan que su motor esté dentro del mueble, obteniendo como resultado menos espacio de almacenaje.
Todos estos aspectos se deben considerar antes de tomar una decisión.
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El grifo, compañero del fregadero
Los grifos profesionales presentan un caño alto, así que deberás decidir si conjugan con la estética que quieres darle a tu cocina. Además, cuando el fregadero está situado frente a una ventana, tienes que decidirte por un modelo bajo y, probablemente, incluso abatible, como ocurre en la propuesta de la imagen, un proyecto del interiorista Matthew Coe para un piso en el Pueblo Nuevo de Barcelona, equipado con un grifo de caño bajo de la firma Franke.
Otro aspecto a tener en cuenta es que los enchufes no deben estar cerca de la zona de aguas sino en la zona de trabajo, por precaución, ya que agua y corriente no se llevan bien.
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