Redondos, cuadrados o irregulares. Los pufs son versátiles, se adaptan a todos los estilos decorativos y, además, tienen una función práctica como pieza auxiliar. ¡No te olvides de ellos a la hora de decorar! Puedes llevarlos al interior y al exterior de tu casa. Solo deberás escoger el tipo de material adecuado para su acabado. En esta galería queremos inspirarte a través de ambientes decorados con pufs con diferentes usos y materiales, aunque su función más habitual es como apoyo en la zona de estar -tal y como muestra este salón decorado por Westwing-.
Puf a la mesa
En realidad esta idea es perfecta para llevar a la práctica tanto en un comedor interior como en un espacio al aire libre. Como asiento, un puf es perfecto para llevar a la mesa y mezclar con sillas. Así, si cuentas con uno en la zona de estar, podrás usarlo en el comedor cuando crezca el número de comensales. Esta propuesta es de la interiorista Mónica Garrido para el espacio La Redoute Interieurs en Casa Decor.
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Aptos para todos los estilos decorativos
Los pufs se adaptan porque en función de su acabado puedes tener una pieza más actual, sofisticada, clásica o informal. Las telas también te ayudarán a lograr la estética que necesitas, bien con diseños lisos que solo aporten textura, bien con otros estampados. Los tejidos de terciopelo o con brillo son más luxury. Los acabados en capitoné -como el de este salón-, resultas clásicos. En fibra vegetal son informales. Pero también la forma hace que el puf tenga más o menos protagonismo en la estancia. El diámetro mínimo para un puf es de 40 cm. El máximo depende del espacio, incluso de su función (no es lo mismo un puf usado como asiento auxiliar que como mesa de centro).
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De forma irregular en el dormitorio
Este puf reproduce la forma de riñón y se convierte en un diseño muy especial. Estos complementos decorativos, llevados al dormitorio, te servirán como descalzadora, como apoyo en un rincón de tocador, para dejar la ropa antes de guardarla en el armario, al pie de la cama -uno o varios-… En el vestidor, también una pieza de este tipo es casi imprescindible. En el centro del ambiente cuando es de grandes dimensiones o en un rincón en los más pequeños. Si además tienen espacio de almacenaje debajo de la tapa, ganarás funcionalidad.
Pufs para decorar el espacio al aire libre
La interiorista Eva Mesa de Tinda's Project lleva aquí un par de pufs tipo cojines de suelo en fibra vegetal al exterior de la casa. Con este acabado rompe la estética predominante, con muebles de diseño en materiales y colores más fríos. Los pufs aportan un agradable toque informal y calidez. Sobre este acabado en los pufs debes tener en cuenta que deberás dejarlos en una zona protegida del sol directo y de la lluvia. Así que si se trata de pufs de fibra vegetal natural, mejor bajo techado.
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Tipo saco para un exterior 'chill out'
Como hay muchos tipos de pufs, las posibilidades decorativas se multiplican. En esta terraza -decorada por The Room Studio- los pufs son protagonistas, pero se trata de un diseño tipo saco triangular relleno que tiene la ventaja de transformarse en un asiento con respaldo. Al sentarse, el relleno se reparte de manera que es posible apoyar la espalda. Son pufs más voluminosos que a la hora de recrear una estética desenfadada y chill out funcionan bien.
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De dos en dos y apilados en el salón
Esta idea para decorar con pufs favorece tener varios asientos auxiliares, pero apilados en un único elemento, de manera que el espacio queda más despejado cuando no se necesitan los pufs. Apilar un par o tres y podrás usar el puf como una torre o colocarlos alrededor de la mesa baja en una reunión. Para ello debes usar diseños de poca altura (20-30 cm como máximo). Es lo que ha hecho en este salón la decoradora Pia Capdevila con pufs de croché en tono piedra.
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Uno o varios pufs en lugar de mesa de centro
En el salón, los pufs pueden convertirse en mesa de centro delante del sofá o entre dos de ellos. Es una solución que aporta dinamismo con sus formas y la posibilidad de organizar el espacio central del salón según se necesite. Los pufs en el centro también te permiten estar las piernas en el sofá y apoyarlas con comodidad. Para que resulte cómodo un puf como mesa de centro es importante que tenga consistencia, es decir, que su relleno tenga densidad. Una idea práctica es colocar encima del puf una bandeja para dejar allí la taza de café, un pequeño arreglo floral o vela y la caja de los mandos de los audiovisuales.
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¿Cómo se colocan los pufs en el salón?
Parece que mientras un puf sea un asiento en un comedor o delante de un escritorio, consola o tocador, su ubicación está clara. Pero, ¿qué pasa si se trata de un salón? ¿Cómo y dónde se colocan los pufs? Pues lo habitual es que quede en el estar, cerca de la mesa de centro porque su función es la de apoyo a esta cuando se usa en una reunión informal para tomar algo o para echar una partida a algún juego de mesa. El puf debe quedar a 50 cm de la mesa. Si el salón cuenta con un único sofá, podrás incorporar uno o dos pufs en el mismo lado de la mesa o enfrentados. Según la distribución del espacio y dimensiones, los pufs también puede delimitar el ambiente y "cerrar" el área de estar. Una buena idea es que los pufs encajen bajo el sobre de la mesa de centro. Quedan recogidos y accesibles para usarse en cuanto se necesiten.
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Diseños llamativos y originales
Si buscas introducir una pieza personal en la decoración, el puf puede ser una buena idea. Es un complemento pequeño que no saturará aunque su diseño sea muy especial. Fíjate en esta propuesta de The Room Studio para un salón secundario, concebido como sala de cine y de estar informal. Al sofá diseñado con colchonetas se suma un original puf en fieltro de lana, de la firma GAN.
En cuanto a los colores…
El puf puede mimetizarse con el resto de los colores usados en el ambiente o trasgredir las normas de la paleta cromática predominante. Añade color con este elemento. Si hay más de un puf, ambos pueden ser iguales o aportar distintas tonalidades. Uno puede ser liso y otro añadir estampado. Todo está permitido.
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