Tras un parón, el comedor vuelve a la decoración de interiores por la puerta grande. Aunque no se trata de una carrera, en este 2021 pretende competir con el salón, creando una atmósfera cómoda que nos invite a alargar los momentos en la mesa, ya sea para almorzar, trabajar o disfrutar del ocio en familia. Por eso, es importante cuidar su aspecto y su funcionalidad. Las tendencias de decoración del momento apuntan hacia opciones estéticas más marcadas, tanto en estilos clásicos como modernos, a través de materiales, colores, muebles y accesorios, como muestra este ambiente diseñado por Raúl Martins para Vista Alegre. Estas 10 ideas de decoración te ayudarán a organizarle y darle vida para lograr un ‘comedor de revista’.
1. Encuentra su lugar ideal
Que no tiene que ser necesariamente el centro de la estancia ni la esquina junto la ventana sino que debe establecerse en función de las dimensiones y la planta de la habitación. La principal cualidad del nuevo comedor es que es práctico en el día a día, no solo a la hora de las comidas. Para ello, entre él y la cocina, planifica un camino fácil para las muchas idas y venidas. Además, no descuides el perímetro necesario de las sillas para que todos estén cómodos ni el espacio alrededor de la mesa, para tener una buena circulación.
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2. Establece límites con el salón
Aunque no está pensado para todas las casas ni algunos estilos de vida, el ‘open concept’ marca actualmente la distribución espacial de la casa, permitiendo una mayor fluidez y despejando el acceso a la cocina. Es una buena solución para aquellas personas que les gusta cocinar para sus amigos, ya que así pueden charlar mientras trabajan entre fogones y también si tienes niños pequeños y no quieres perderlos de vista ni un momento, por ejemplo. Eso sí, antes de tirar tabiques, establece pros y contras y elige en consecuencia.
A medio camino, el salón comedor es una buena fórmula, que hace que se beneficie de la calidez del estar con el toque ‘deco’ y acogedor de cojines, materiales y adornos. Eso sí, se trata de que estén juntos, pero no revueltos, por lo que es preciso y conveniente delimitar claramente sus actividades. Para ello, puedes poner una alfombra que marque los límites visuales entre ambos, colocar un aparador que establezca funciones, colgar un cuadro XL detrás de la mesa, pintar la pared de un color distinto o jugar con la luz.
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3. Elige una mesa que te guste
Si en el salón el sofá es el rey, en el comedor ese papel corresponde a la mesa. Por lo tanto, esta no debe dar respuesta a tus necesidades sino adaptarse al espacio, crecer si hace falta, ser bonita para que siempre quieras verla… La forma también entra en juego en esta búsqueda. Rectangular u ovalada para los más modernos, redonda o cuadrada para los más clásicos o las casas de pocos metros, ya que permiten la circulación y pueden 'crecer' si hay un invitado de última hora. Por cierto, aunque por instinto coloques la mesa en la parte más luminosa de la estancia, lo cierto es que puedes cederle este lugar al estar y favorecer la luminosidad en las sobremesas.
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4. Cuestión de materiales
En el comedor hay pocos muebles, por eso los materiales son clave para hacer esta estancia más agradable y acogedora. Para ello, no dudes en introducir telas como lino o algodón, más agradables a la vista y al tacto que una satinada, por ejemplo. En el caso de la mesa, el material se establecerá según los habitantes de la casa. En el caso de los niños, debe ser resistente, de madera o contrachapado, por ejemplo. Al igual que si la usas para trabajar, comer y otras actividades debe ser fácil de mantener: ojo con las de cristal si no soportas ver huellas. Respecto al color, elige tonos con los que te sientas identificada, cálidos como rojos, mostazas o marrones. No dudes en dar alguna pincelada atrevida en las sillas o en una cortina, que destaque del conjunto.
5. Sillas tan funcionales como cómodas
Aunque la mesa es la reina de la estancia, las sillas juegan un papel principal, tanto decorativo como funcional y organizativo. Ante todo, deben ser cómodas para permitir que las personas se sientan a gusto y no estén deseando levantarse para ir al sofá y adaptarse al espacio disponible, a tus gustos y al ritmo de tu casa: no puedes elegir la misma tapicería en una casa con niños que sin ellos.
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6. El número de asientos ideal
Respecto al número de sillas, evita abarrotar el comedor con más sillas de las que usas habitualmente, incluso si te sobran los metros. El número debe ser proporcional al tamaño de la mesa y al uso de la sala. Así, para una mesa rectangular de 200 cm puedes poner seis (nunca ocho), cuatro enfrentadas y dos al final, mientras que, si es más pequeña, limítate a cuatro. Un truco: compra siempre dos extra que puedas usar cuando las necesites.
Una vez establecido el número ideal, debes elegir el diseño y es aquí cuando entra en juego la gran pregunta: ¿iguales o distintas? Depende. La opción más fácil para salir victoriosa es optar por el mismo modelo, pero si quieres dar un poco de vida a la estancia, una buena idea es mezclar con cuidado. Es decir, evitando el efecto ‘patchwork’, y combinando cuatro del mismo color y dos de otra tonalidad en los extremos. Combinar diseños modernos con sillas antiguas también suele funcionar, siempre que mantengas el equilibrio visual.
7. Busca apoyos
Los aparadores han sufrido el ostracismo durante un largo tiempo, pero ahora están recuperando su popularidad y su papel como consorte de la mesa de comedor. Este práctico mueble bajo esconde mucho espacio para guardar sin abrumar la decoración. Las tendencias de decoración del momento apuestan por una pieza con carácter y peso visual y espacial, en lugar de uno que esté en un segundo plano, donde puedas tener a buen recaudo la vajilla especial, por ejemplo. Eso sí, todo depende del espacio disponible. Recuerda que no necesitas muchas cosas alrededor de la mesa, solo aquello que te da juego, como un carrito para las bebidas, el resto debe guardarse en la cocina.
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8. Haz que sea un espacio vital de la casa
El comedor o la zona de comedor deben estar centrados en la vida de sus habitantes. Una lección que nos ha dado el confinamiento, es conferirle usos diferentes que le hacen ser mesa de trabajo para mayores y escritorio para pequeños, laboratorio de cocina para pasteles o galletas, zona de sobremesa… La clave de un comedor con vida es también su dinamismo. Para ello, la mesa y las sillas crean el ritmo, aportan energía y facilitan el movimiento a los comensales. Sé atrevida y combina asientos. Por ejemplo, coloca un sillón cómodo junto a una silla un poco más rígida o un diseño moderno con un clásico. Juega también con los colores, aunque manteniendo siempre cierto equilibrio cromático, que no le haga caer en mezclas extrañas.
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9. Conviértelo en un lugar ‘amigo’
Se trata de un espacio de la casa para compartir en familia y con amigos, cargado de buenos recuerdos. Para que tus invitados se lo pasen bien, personalízalo sin sobrecargarlo. Elige colores suaves o toques atrevidos y deliciosos. Presta especial atención a la iluminación. Debe poder adaptarse a las diferentes actividades que se desarrollan allí (los reguladores son muy prácticos) y, además de una luminaria suspendida de techo, multiplica las fuentes de luz con lámparas de mesa o apliques. Y para cenas acogedoras, nada mejor que velas sobre la mesa.
En cualquier caso, ten cuidado con el desorden diario que rompe con la armonía e intenta siempre que tenga la menor cantidad de cosas posibles, y no nos referimos precisamente a un jarrón con flores.
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10. Presta atención a las medidas
Para que realmente se trate de un lugar cómodo y funcional, es preciso respetar ciertas medidas. Estas son las que nunca debes olvidar:
1. Alrededor de la mesa, debes dejar un mínimo de 45 cm para sentarse y 120 cm para poder moverse y circular sin tropezar.
2. Una mesa de 70 cm permite colocar dos cubiertos frente a frente sin hueco en el centro; una mediana (entre 85 y 90 cm) permite platos en el centro y una grande (100 y 110 cm), un auténtico camino de mesa con fuentes y arreglos florales.
3. Entre comensales debe haber mínimo 60 cm de ancho, si no quieres que queden encajados. Distancia que debe aumentarse 10 cm, si las sillas tienen brazos.