Qué tipos de poda hay y cuándo y cómo debes realizarla

Para que las plantas de tu jardín y terraza (también las del interior de tu casa) crezcan fuertes, necesitan un riego adecuado, luz y un sustrato que evita los encharcamientos. Pero, además, hay otros cuidados que necesitan tus plantas y que ayudan a que la planta se desarrolle bien y frondosa de año en año. La poda consiste en eliminar algunas ramas de una planta o árbol para que su desarrollo sea mejor y que ofrezcan una floración más bella y mejores frutos.

Pero para que la poda sea exitosa, tienes que diferenciar entre diversos tipos de poda que, además, se realizan en momentos distintos. Te explicamos cuáles son los distintos tipos de poda y cuándo realizarlas.

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¿Por qué es tan importante la poda?

La poda se basa en eliminar brotes y ramas de la planta, de manera que les proporcione fuerza y vigor a las plantas, así como estimular su crecimiento. También ayuda a un mejor desarrollo y una floración más frondosa. Otro de los motivos por los que hay que realizar la poda con frecuencia es para realizar la limpieza de la planta, eliminando las flores marchitas, las partes enfermas o las ramas secas e inútiles.  

Otra de las ventajas de la poda es que ayuda a orientar el crecimiento y a una distribución equilibrada de las ramas, así como ayudar a que el sol y la luz llegue a las zonas interiores de las ramas. Hay podas que se emplean también para dar una forma especial a una planta o un árbol. 

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¿Qué tipos de poda existen?

Dependiendo de las necesidades de tu planta, será necesario realizar un tipo de poda u otra. Ahora, todas las plantas necesitan de vez en cuando una poda de limpieza, fundamental para eliminar las ramas secas o débiles para ayudar en el fortalecimiento de la planta. También es muy habitual la poda de floración, que ayudará a tus plantas a que sus flores aumenten y su tamaño sea mayor. 

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¿Cuál es la mejor época para podar?

Dependiendo del tipo de poda, podrás realizar la poda durante cualquier época del año (como la poda de limpieza), o en épocas determinadas. Hay algunos árboles frutales que pueden podarse al final del verano, después de la floración, como el ciruelo, el árbol de Judas (Cercis siliquastrum) o el melocotonero.  

En la mayoría de plantas, lo ideal es realizar la poda durante los últimos meses del invierno. Así se evita el frío intenso, pero la planta superará mejor el estrés de los cortes que se hacen en la poda. Haciéndolo en esta época, la planta, que está en reposo, también perderá menos savia. 

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Poda de formación

Se realiza tanto en árboles como en arbustos cuando son jóvenes para crear una forma o estructura concreta. Hay que hacerlo en todas las plantas ornamentales leñosas, como arbustos, plantas trepadoras o árboles. 

Antes de empezar es necesario saber qué forma quieres darle a la planta y, en consecuencia, ir eliminando las ramas no deseadas. Cuando se plantea una forma compleja, se pueden emplear guías metálicas o de madera, donde se van fijando las ramas seleccionadas y que hay que cortar. La poda de formación estimula, además, el crecimiento de la planta y sirve para rectificar la forma y eliminar las ramas torcidas o entrecruzadas. 

Cuándo se realiza

En los árboles ornamentales y frutales, puede realizarse entre diciembre y febrero, así como en julio o agosto. Por su parte, en los setos, lo más adecuado es hacerlo en época de crecimiento, entre mayo y octubre. 

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Poda de limpieza o mantenimiento

Este tipo de poda se basa en cortar o quitar las ramas muertas, secas o enfermas, así como los chupones (brotes que crecen en el pie) y las ramas que se entrecruzan entre sí. Se trata de abrir el interior del arbusto cuando está muy tupido, de manera que se facilite el paso de la luz y el aire. Este tipo de poda puede realizarse en cualquier tipo de planta y en cualquier época del año y es fundamental para ayudarlas a mantenerlas sanas. Se trata de un hábito muy importante al cuidar tu jardín, ya que ayudarán a que la planta crezca fuerte.

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Poda de rejuvenecimiento

Las plantas abandonadas, que no han sido cuidadas y que se han desarrollado en exceso y de forma anárquica, necesitan una poda de rejuvenecimiento. Se trata de una poda drástica que estimula la formación de nuevas ramas. Para realizarla, hay que eliminar primero las ramas secas y las más envejecidas, así como las que están entrecruzadas o son demasiado débiles. En las ramas más gruesas, puedes hacerlo respetando una guía tirasavias (la siguiente rama en el nudo y que se sitúa por debajo del corte). 

La poda de rejuvenecimiento suelen practicarse al final del verano. 

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Poda de floración

Si quieres obtener una floración más frondosa y de calidad, es necesario realizar la poda de floración. En plantas con flor, como las hortensias, los rosales o las petunias, será fundamental para que sus flores sean más grandes y numerosas. 

En cada especie es distinta, ya que dependerá de las ramas en las que salen las flores o en qué parte de la planta nacen. Si se trata de un árbol frutal, conseguirás también una mayor producción de frutos. Debe realizarse una vez al año y a finales de invierno. 

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¿Cómo se realizan los cortes de la poda?

Al realizar la poda de una rama, el corte debe realizarse sobre la yema que quieres que crezca. Ha de hacerse a 1 cm aproximadamente de la yema y con una leve inclinación que protegerá el corte de la caída de agua y tierra y evitará que la rama se pudra. En las ramas gruesas, haz el corte a unos 20 o 30 cm del tronco. Inicia el corte por arriba hasta la mitad del diámetro de la rama y, por debajo, unos 10 cm más hacia afuera, haz otro corte, de manera que la rama se rompa por su propio peso y sin desprender la corteza.   

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¿Qué necesito para realizar la poda?

Para realizar la poda son necesarias unas tijeras de podar, perfecta para las plantas pequeñas o medianas, así como las de ramas poco leñosas o arbustos jóvenes. Para las plantas más grandes, necesitarás una tijera de poda de dos manos, que permite hacer fuerza de una manera más sencilla. 

Para los setos, será necesaria una tijera de poda cortasetos, que te ayudará a cortar y sanear arbustos de tamaño grande. Si se trata de un seto de gran altura, opta mejor por unas tijeras de pértiga. Pueden ser de mango fijo, que permiten podar hasta dos metros de altura, o extensibles, hasta 5 m. 

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