El confinamiento ha devuelto a la televisión al primer plano de la vida en el hogar, convirtiéndola en protagonista del ocio en casa. ¡No sabemos qué hubiéramos hecho sin ella y sin las diferentes plataformas de ‘streaming’! Ahora que vuelve la normalidad y el cine en pantalla grande regresa a nuestras vidas, nos resistimos a dejarla ir y buscamos un lugar para ella en la decoración del salón (prohibido el dormitorio). Puede ser a lo grande, la instalación de salas de cine en viviendas es una tendencia de decoración que viene pisando fuerte, o de manera discreta, integrándola con el resto de elementos para que encuentre su hueco, sin acaparar todas las miradas. Entre estas 10 ideas de decoración hay opciones para todos los gustos.
Integrada en la librería
Una opción perfecta en salones amplios, donde la librería ocupa toda la pared principal. En esta propuesta de Tinda’s Project, la tele está justo frente a los sofás y queda perfectamente integrada, por el color del mueble que, aunque no es negro, es un gris oscuro que se mimetiza con la pantalla. Por supuesto, sin cables a la vista.
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Oculta tras una puerta
¿Oculta o a la vista? Et Voilà de Lago da una vuelta de tuerca a la típica composición de pared con una solución que, en función del momento, permite ‘ocultar’ la tele tras una puerta de tela que se desplaza sobre raíles invisibles y se cierra mediante un imán que tensa completamente la tela. Abierta, la puerta descubre los interiores con luz, estantes y espacio para el televisor. Las propiedades fonoabsorbentes del tejido contribuyen, además, al confort acústico del ambiente.
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En el centro de mira
A veces, la mejor manera de integrar la televisión en la estancia es darla su propio espacio, para que no entre en conflicto con el resto de elementos. En este salón clásico de Boca do Lobo, con sofás curvos (una de las tendencias de decoración de temporada) en color rojo, butacas azules, mesa de centro dorada y lámpara de araña, la televisión se encuentra como pez en el agua colgada en la pared con molduras.
A la hora de buscar la ubicación idónea, ten en cuenta las ventanas. Estas siempre deben estar en perpendicular, nunca frente al aparato, para evitar reflejos sobre la pantalla que impidan ver adecuadamente. Contar con unas buenas cortinas es también una solución. Si tienes dudas, procura que iluminación venga de detrás y de noche enciende una luz para que no se te canse la vista.
En un mueble bajo
Colocado en un mueble bajo, el televisor disimula sus dimensiones y no resulta engorroso, ya que ayuda a mantener el orden en el salón. En esta propuesta de Maisons du Monde se ha ubicado sobre un modelo ‘vintage’ con mucha personalidad, que deja la tele en un segundo plano decorativo. Otra buena idea es optar por un carrito o auxiliar con ruedas, de manera que puedas trasladar (con mucho cuidado) la televisión según tus necesidades. Así, cuando está encendida se ubica en el centro del estar, mientras que cuando se apaga se lleva a un rincón de la estancia. Practicidad ante todo.
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Como un mural
En salones modernos, colgar su pantalla XL en la pared no solo optimiza el espacio, sino que, además, aporta un toque minimalista y de diseño al rincón de la tele, especialmente si juegas, como en esta propuesta de Sony, con el contraste entre la pared blanca inmaculada y la televisión negra. Cuando está apagada da la sensación de ser una obra abstracta. ¿Y la altura? Lo ideal es que el centro de la pantalla quede a la altura de los ojos.
Colgada en la pared
Es la mejor opción en salones pequeños, donde cada centímetro cuenta. La idea es liberar el suelo y diseñar un conjunto más ligero, como en este proyecto de Knowhaus. Para que sea un éxito, asegúrate de que el soporte aguante el peso de la televisión, especialmente si es mayor de 42 pulgadas. Si se trata de un tabique de Pladur, lo más conveniente es buscar con un imán el perfil metálico para engancharla ahí. También son importantes los anclajes.
De ‘quita y pon’
Si siempre has tenido un amigo en la televisión y no puedes vivir sin ella, encontrarás en The Serif de Samsung (en DomésticoShop) tu aliado perfecto para la rutina en el hogar. Con patas, que permiten trasladarla donde quieras, este diseño de los Bouroullec convierte un aparato en un objeto con alma y vida, ya que la pantalla negra se ha sustituido por el modo ambiente, que evoca imágenes llenas de poesía como campos infinitos o gotas de lluvia. Nos encaja en el salón, pero ¿por qué no en la cocina?
Como una obra de arte
A veces todo depende del entorno en la que la ubicas. Así, en esta propuesta de Dust & Soul se integra, casi como otra obra de arte más, en una pared llena de cuadros con una composición libre que mezcla formatos, marcos y motivos, aunque todos son abstractos. El resultado es sorprendente y efectivo. Para no romper la decoración de la pared, se ha situado en el suelo. Eso sí, ten en cuenta que para que esta opción sea cómoda necesitas que la tele tenga patas o el sofá sea bajo, para no terminar con dolor de cuello.
Una opción DIY
Aunque hay muebles y soluciones modulares perfectas para albergar la televisión en el salón, una buena idea, mucho más económica, es crear tú misma la composición ideal. Para ello, te bastará con colgar el televisor, colocar debajo una balda para dejar los mandos y los altavoces y completar el conjunto con un cesto o un mueble para guardar. ¿Y los cables? Puedes dejarlos a la vista, esconderlos bajo una canaleta del mismo color que la pared como en este ambiente (una solución intermedia) o hacer una pequeña obra y ocultarlos dentro de la pared, una alternativa mucho más ‘deco’.
Bien rodeada
Las estanterías modulares permiten un sinfín de combinaciones posibles, que se ajustan a cada necesidad y uso. En esta propuesta de Ikea, el mueble bajo de televisión se ha rodeado de estantes creando la sensación de composición única, ofreciendo, al mismo tiempo, gran capacidad para guardar los libros, pero también para almacenar, gracias a la zona inferior con puertas. Para aligerar el conjunto, el espacio alrededor de la tele se ha dejado libre.