Cómo sacar partido a una buhardilla para que gane protagonismo

Una apreciación antes de empezar: ático y buhardilla no son exactamente lo mismo, aunque los usemos como sinónimos. El ático es el último piso del edificio que puede ser abuhardillado (estar bajo la cubierta) o no, mientras que la buhardilla es la zona situada debajo del tejado con techo en pendiente. Realizadas las aclaraciones pertinentes, hemos preparado una lista con todo lo que debes tener en cuenta al acondicionar esta zona de tu vivienda tan llena de carácter, pero no siempre fácil de decorar. Estas son nuestras ideas de decoración para buhardillas o áticos abuhardillados. 

Gestiona bien la luz

Nos encontramos ante un espacio oscuro, por lo que la búsqueda de luminosidad (ya hemos hablado de los beneficios para ti y para tu casa que posee la natural) debe ser nuestro principal objetivo. Para lograrla, lo habitual es apostar por ventanas de techo, crear una claraboya o, incluso, abrir el techo a dos aguas. Soluciones que dependerán de la estructura de la cubierta. Y reforzarla con buenas ideas de decoración como pintar las paredes y el techo en colores claros o en tonos pastel o buscar ayuda en los espejos y en su magia para multiplicarla.

Respecto a la luz artificial, es mejor iluminar por zonas y dirigir algunos focos Led hacia las ventanas o tragaluces. Elige luminarias de pie y de sobremesa y piensa que los apliques son también una buena opción para iluminar sin ocupar.

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Juega con el volumen

Al contrario de lo que podría pensarse, la arquitectura atípica de la buhardilla o de un ático abuhardillado es de hecho un activo decorativo real. ¿Te parece que las vigas a la vista le dan a esta habitación una sensación anticuada? ¡Píntalas o barnízalas y deja que sean las estrellas! Del mismo modo, cambia tu percepción y mira la parte inclinada como el lugar perfecto para crear un rincón de almacenaje, una zona de comedor o un vestidor, en lugar de verlo como un espacio desperdiciado

Gana metros a tu favor

Para acabar con la sensación de asfixia visual, elige un pavimento liso que te permita unificar y ampliar. Un suelo de madera o uno vinílico son dos buenas opciones. Y después, apuesta por el ‘open concept’. Si no quieres recargar y buscas favorecer la ventilación, procura no compartimentar demasiado, incluso cuando no tengas problemas de metros. En el caso de que necesites dividir, opta por las puertas correderas, los tabiques de cristal o las cortinas. Además, esta concepción del espacio, permite que la luz circule mejor.

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Diseña con cuidado

Se trata de hacer que las condiciones especiales de la buhardilla jueguen a tu favor. Si puedes, es mejor utilizar varias aberturas pequeñas en el techo en lugar de una grande y poner persianas para controlar el calor. Si estás pensando en instalar un baño, presta atención a las limitaciones técnicas, tales como la bajante de aguas residuales (que debe estar cerca de la columna de caída), la sobrecarga (una bañera llena pesa mucho) y la estanqueidad, que debe ser perfecta.

Realiza ciertas reformas

Si vas a hacer una buhardilla nueva debes tener varios aspectos en cuenta. En primer lugar, comprueba que la pendiente del techo es superior a 30º y tiene una altura de 180 cm (el mínimo para que un espacio sea habitable). Así, no tendrás que hacer modificaciones. Probablemente tengas que poner una escalera y un pavimento: el suelo debe soportar al menos 150 kg/m2.

Un aspecto que hay que cuidar es el aislamiento térmico y acústico, buscando tanto la eficiencia como el confort. Considera también instalar un sistema de ventilación para evitar problemas de humedad. Aunque depende del fin que vayas a darle, resulta conveniente, en cualquier caso, elegir materiales ligeros para los suelos y tabiques, el PVC es un buen amigo en estos espacios, y recordar que las partes inferiores inclinadas son el lugar ideal para acondicionar armarios y áreas de almacenamiento y así optimizar el espacio sin perder metros cuadrados.

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Usa los colores idóneos

Dado que no son muy luminosas y los techos inclinados acentúan la sensación de ahogo, lo más conveniente es pintar las paredes y el techo en colores claros, que reflejen la luz (a diferencia de los oscuros que la absorben) y ‘empujen’ las paredes. El blanco es infalible, pero también el beis, el crema, la gama de los grises más suaves y tonos cálidos como los pasteles. Si te gustan los tonos intensos (verde pino, antracita o incluso carbón), hazlo siempre en una única pared y en aquella en la están las ventanas, para que la luz natural se refleje. Otra manera de dar un pincelada personal y atrevida es pintando las vigas de madera a la vista, los marcos de las ventanas o las subpendientes en colores vivos y llenos de vitalidad, como amarillo, rojo y azul.

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Elige muebles bajos

Aunque pueda resultar obvio, cuanto más inclinada esté la sección del techo, más conveniente es colocar muebles bajos. Porque este lado inclinado, además de 'empujar' hacia atrás el espacio practicable, tiende a compactar la habitación y a desordenarla visualmente. Los muebles bajos contrarrestan este efecto, ya que despejan la verticalidad, ofrecen un espacio vacío, permiten que la habitación respire, pareciendo, así, más espaciosa. Si el lateral no invade demasiado la habitación, puedes jugar con la altura con muebles altos y estrechos.

Con capacidad de almacenaje

La mejor manera de aprovechar esa pendiente es potenciar el almacenaje, liberando de esta tarea a otros lugares de la buhardilla. Las posibilidades son variadas. Desde estanterías, barras de armario, puertas correderas, muebles a medida para encajar en la pendiente... Ten en cuenta que en casos concretos en los que la habitación tiene toda la longitud y, por tanto, parece un poco estrecha, el almacenamiento bajo la pendiente puede acentuar este 'efecto pasillo'. No te asustes y ve en ello una oportunidad para aprovechar la altura en una pared lateral, porque el almacenamiento también es una buena forma de reequilibrar las proporciones de una habitación.

¿Dónde hay que colocar la cama?

Evidentemente depende de la pendiente: si tienes la impresión de poder 'besar el techo', probablemente sea demasiado bajo para esta disposición. En el caso de que haya una distancia prudencial, ten en cuenta todas sus ventajas, ya que puedes caminar fácilmente alrededor de la cama, crear la impresión de un ambiente ‘cocooning’, moverte por la habitación sin muchos obstáculos, disfrutar de la vista si tienes un tragaluz...

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Mil y una posibilidades

A la hora de darle una utilidad, debes pensar en tus propias necesidades: si necesitas un despacho para teletrabajar, recibes muchos invitados, tu hijo mayor necesita más autonomía… Estas son algunas de las ideas para usar tu buhardilla. 

 

Un cuarto de invitados

Si eres el tipo de persona que organiza regularmente grandes fiestas en casa y, a menudo, hay gente que se queda a dormir allí, ¿por qué no organizar tu buhardilla como un cuarto de invitados? Una opción que, además, dará un poco de intimidad a tus visitas y... ¡a ti!

 

Un dormitorio tipo suite

Si has dejado este espacio abierto, aprovecha y diseña una suite, digna de un hotel, con un baño (con bañera ‘of course’) y un vestidor.

 

Sala de juegos

Aprovecha que se trata de un espacio independiente del resto de la casa para convertirlo en un lugar de ocio para niños y mayores, donde todos os podáis explayar cantando en el karaoke o animando a tu equipo con cánticos y palmas, sin temor a hacer mucho ruido. Puedes instalar una sala de juegos para los más pequeños, una de cine, una videojuegos con una gran pantalla para adolescentes, incluso una recreativa con billar, futbolín… También puede usarse como el segundo estar con televisión, lo que evitará las discusiones por ver uno u otro programa.

 

Un rincón de trabajo

Otra buena idea es diseñar tu  despacho con tu decoración y todo lo que necesites para trabajar en casa de manera cómoda e independiente. ¡Te parecerá que estás en la oficina!

 

Una zona de relax

Si llevas tiempo deseando tener un refugio para ti, donde desconectar del ritmo de la casa y de la actividad familiar, este es tu lugar para descansar, leer, meditar, echar la siesta… Solo necesitas un sofá o una hamaca muy cómoda, una mesita auxiliar, alguna vela y una decoración cálida con cojines y alfombras.

 

Un estudio

Si puede ser con entrada independiente, el espacio del ático convertido se puede transformar fácilmente en un estudio con dormitorio, cocina, sala de estar, etc. ¿Por qué no compartirlo con tu hijo mayor?

 

Un baño 'spa'

Aprovecha este espacio para crear el baño de tus sueños, ideal para tus momentos de relax. Añade a la bañera, pieza imprescindible, un vestidor para poder vestirte cómodamente. Las velas y los perfumes paa la casa también ayudan.