Elegir el color del sofá es una de las decisiones más importantes que debes tomar al decorar tu casa. ¿De qué tono lo elijo? ¿Claro u oscuro? ¿Liso o estampado? El color del sofá se verá definida por la decoración del resto del salón, pero también la condicionará. Además, se trata de una decisión crucial, ya que no se cambia de sofá o su tapicería cada poco tiempo. Por eso, te damos varios consejos para que elijas el color del sofá con cabeza, pero sobre todo, de manera que se adapte a tu hogar y a tus gustos.
El tamaño del salón importa
¿Qué tamaño tiene tu salón? Además de que esta pregunta condicionará las medidas del sofá, su color hará que el espacio se vea más amplio y luminoso o, por el contrario, más empequeñecido. Por eso, para decorar un salón pequeño, es preferible elegir colores claros, como blanco, beige, gris claro o, incluso, algún pastel suave como el rosa de esta propuesta de Mónica Garrido y La Redoute para Casa Decor 2021.
En cambio, en salones grandes, puedes arriesgar un poco más y elegir tonalidades más fuertes, como negro, gris oscuro o colores más vistosos, como verde o azul petróleo.
¿Cuánta luz tiene tu salón?
Esto es en lo segundo en lo que debes pensar al elegir el color del sofá. ¿Tu salón es luminoso o casi no tiene luz natural? En el caso de que tenga poca luz, lo más recomendable es que te olvides de los tonos oscuros o fuertes, como el rojo o el verde, ya que resultarán apagados con la falta de luz. En este caso, lo mejor es que te decantes por una tonalidad suave. Y en esta clasificación no solo entran los colores neutros como el blanco o el beige. Otros claros, como un mostaza suave, un azul o verde muy clarito o un rosa pastel no fallan en salones con poca luz.
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¿Liso o estampado?
Siendo pragmáticos, lo más adecuado es elegir una tapicería para el sofá de un color liso, ya que te aseguras su atemporalidad y será más difícil que te canses de él. Pero, ¿qué pasa si te has encaprichado de un bonito sofá con estampado floral o geométrico? No renuncies a él, pero ten en cuenta que el resto de textiles de tu salón han de ser de colores lisos y sin más florituras. Asimismo intenta emplear colores que combinen con los del estampado del sofá, para que no desentone.
En el caso de que te decantes por un sofá liso, tienes muchísima más libertad para elegir los complementos que decoren el salón. En este caso podrás utilizar los textiles para dar vida a tu sofá y cambiarlos cuando te aburras de ellos. Así siempre tendrás un salón en tendencia sin necesidad de realizar una gran inversión.
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¿Cuál es el estilo de tu salón?
El estilo que busques en tu salón también determinará el color del sofá. Si te van más los ambientes clásicos, lo más adecuado son los tonos neutros, como el beige, blanco o gris. Son atemporales y te aseguras de que no pasan de moda. También quedan bien en salones nórdicos o rústicos, como en esta propuesta.
Pero si eres más de estilos modernos y contemporáneos y quieres que tu salón también lo sea, arriesga con colores vibrantes, como el rojo, el verde oscuro o el azul. Aunque son colores fuertes, darán un plus de elegancia a cualquier salón actual. La clave está en añadir después algunos adornos de esos colores. Verás cómo el espacio gana en armonía y cohesión.
Si hay niños o mascotas en casa…
Aunque siempre te dirán que huyas de los colores suaves en el caso de que tengas niños o mascotas en casa, recuerda que hay muchos tejidos que son lavables y muy resistentes a las manchas. Evidentemente, un sofá de un color claro es mucho menos sufrido que uno de color oscuro, pero actualmente hay telas compuestas por microfibras que repelen el agua y que, además, son resistentes a las manchas. Aunque supongan una inversión mayor, con el tiempo lo agradecerás.
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Motivos para elegir un sofá blanco
Un sofá blanco es la mejor opción para salones pequeños o poco luminosos, pero también, dependiendo de sus líneas, encajará a la perfección en cualquier salón, sea cual sea su estilo. Al elegir un sofá blanco, tu salón no solo se verá más luminoso, sino que también agrandará el espacio.
Una de las grandes virtudes de este color es que combina tanto con otros neutros como con colores vivos. Así, con unos cojines negros o grises, el ambiente será sobrio, elegante y moderno; mientras que si son de color caldero o mostaza, le dará calidez. Si buscas una decoración de verano, tonalidades frescas como el azul o el verde lo avivarán.
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Los neutros nunca fallan
Además del blanco, otros neutros como el gris, el beige o, incluso, el negro quedarán genial en un salón atemporal. Así te aseguras de que no pase de moda y, cambiando tan solo los complementos, tendrás siempre un sofá en tendencia. Ahora, hay matices. En el caso del color beige el resultado será más bien clásico. En cambio, con el gris, dependerá del tipo de gris que sea. Los más claros quedan genial en espacios nórdicos y actuales, mientras que un oscuro es ideal para un salón moderno. Lo mismo pasa con el negro.
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Los colores más vibrantes para un sofá
Puede que te parezca una decisión arriesgada, pero un sofá de un color atrevido es una alternativa fantástica si quieres un salón con personalidad y en tendencia. La única precaución que debes tomar es al elegir el resto de colores que lo acompañarán. En estos casos, lo más recomendable es que te decantes por neutros que suavicen su efecto y que no contrasten demasiado, para que no parezca un arcoíris. Asimismo puedes decorar con complementos que luzcan los colores complementarios. Si es azul oscuro, como el de la imagen, unos de tonalidades amarillas serán un acierto. En el caso del verde, los rojos o anaranjados son buena opción.
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Cambia de color fácilmente con una funda de sofá
Retapizar el sofá cada vez que quieras cambiar su color es una gran inversión. Pero hay más opciones para renovar la imagen del sofá sin tener que comprar uno nuevo. Puedes hacerte con una funda que lo cubra para variar su color cuando quieras o, simplemente, para proteger la tapicería. Lo ideal es tener un par de fundas para tener una de repuesto cuando laves la otra. Además, son una opción económica que podrás encontrar en muchas tiendas o encargar a medida.
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