Prepara tu piscina para la nueva temporada de baño

El verano ya está aquí para traernos grandes momentos de diversión. La normalidad de hace un par de años está cada día más cerca y ya se vislumbran alternativas de ocio fuera de casa.

Sin embargo, nuestro hogar sigue siendo uno de los lugares favoritos para disfrutar, en especial si cuentas con una piscina en tu jardín.

Si ese es tu caso, ha llegado la hora de prepararla, ya sea más grande o más pequeña, para la nueva temporada de baño, en caso de que no lo has hecho todavía. Te contamos todos los pasos que debes dar para dejarla impecable y poder darte cuanto antes el primer chapuzón del verano.

¿Hiciste los deberes?

A la hora de poner a punto la piscina a inicios del verano es muy importante haber hecho correctamente el invernaje a finales de la temporada anterior. De hecho, ahora te acordarás, para bien o para mal, de aquellas tareas pensadas para mantener en buenas condiciones el agua de la piscina hasta el verano siguiente.

Si las hiciste, la encontrarás casi lista para volver a utilizarla. De hecho, con el tratamiento adecuado, el agua de la piscina puede durar hasta seis temporadas seguidas antes de tener que vaciarla. Un ahorro para tu bolsillo y un beneficio para el planeta.

Leer: Pon a punto las zonas de exterior de tu casa y prepárate a disfrutar del buen tiempo

Todo en orden

Lo primero que debes hacer, una vez hayas retirado el cobertor que tapa la piscina durante el invierno, es comprobar que no se ha producido ningún desperfecto importante.

Revisa los revestimientos en busca de posibles grietas, aunque el nivel del agua te indicará si la piscina tiene alguna fuga.

También es importante que repases los elementos del sistema de limpieza: la depuradora, los filtros, las boquillas de impulsión, los skimmers, la bomba de agua, etc. Es mejor descubrir ahora que tienes que hacer alguna reparación o sustituir un elemento determinado que tener que hacerlo a mitad del verano.

Leer: Soluciones prácticas y decorativas para dar privacidad a tu jardín

Los revestimientos, impecables

Una de las tareas más importantes a la hora de poner a punto la piscina es la limpieza. Tendrás que eliminar la suciedad que haya podido acumularse en el fondo y las paredes de la piscina, así como en la línea de flotación. Este es uno de los puntos negros en los que deberás insistir, aunque puedes emplear un producto específico desincrustante que te ayudará con la limpieza de esa zona.

Para el fondo y las paredes lo mejor es utilizar un limpiafondos, ya sea manual o eléctrico. Existen robots limpiafondos que trabajan prácticamente solos.

Leer: ¿Sabes cuáles son los mejores revestimientos para la zona de la piscina?

La limpieza del sistema de desinfección

Ahora llega el momento de limpiar a fondo la depuradora de la piscina. Antes la has revisado para asegurarte de que está en buen estado y va a funcionar correctamente. Ahora tendrás que repasar cada elemento para limpiarlo, en especial los filtros.

Existen diferentes tipos de depuradoras, con filtros diferentes (de arena, de cartucho, etc.). Tendrás que darle a la tuya el tratamiento que necesite.

Una vez limpia y montada, ya puedes conectar la depuradora y dejarla funcionar unas cuantas horas mientras se limpia todo el circuito.

Leer: Piscinas de cloración salina: todas sus ventajas e inconvenientes

El pH del agua

Es uno de los datos de la piscina que debes conocer y regular siempre. Si el agua de tu piscina tiene un pH descompensado, más alto o más bajo de lo adecuado, puedes tener problemas de limpieza, ya que el sistema de desinfección no funcionará correctamente, o tener un agua que resulte agresiva para la piel y los ojos de los bañistas.

El pH del agua ha de oscilar entre 7,2 y 7,6. Para conseguirlo, lo primero es medirlo con tiras reactivas o medidores electrónicos, para después poder corregirlo de ser necesario.

Una buena solución es instalar un regulador electrónico. No solo se encarga de medir el pH del agua de forma automática, sino que también puede regularlo en determinadas ocasiones.

Leer: ¿Sabes qué es una piscina natural o ecológica? Ventajas de un baño cristalino

Un tratamiento de choque

Una vez tenemos la piscina revisada y limpia, con el agua al nivel del pH adecuado, llega el momento de poner el desinfectante para purificar el agua. Es lo que se conoce como tratamiento de choque, que consiste en aportar una cantidad de cloro mayor (entre 2 y 4 veces) que la habitual para conseguir una limpieza rápida y eficaz.

Puedes utilizar, por ejemplo, un cloro de desinfección rápida, que has de poner en el agua en la dosis indicada por el fabricante y según los litros de agua de tu piscina. Este cloro es capaz de eliminar gérmenes, bacterias y suciedad, y dejar el agua lista para tu primer baño.

El tratamiento de choque se hace una vez al año, al inicio de la temporada, o en situaciones especiales cuando se ha deteriorado el agua por una tormenta muy fuerte, un golpe de calor, etc.

Leer: ¿Sabes cómo limpiar tus suelos de ladrillo de exterior?

No solo cloro

Además del cloro para desinfectar (o la sal en el caso de que tu piscina sea de cloración salina), tendrás que utilizar otra serie de productos que te ayudan a dejar el agua en perfectas condiciones.

Un ejemplo son los alguicidas que te ayudan a eliminar y prevenir la aparición de algas en el fondo y las paredes. También tendrás que poner un floculante, para evitar que el agua se enturbie y conseguir que esté clara y transparente. Una opción es apostar por un producto multifunción que incorpore todos estos componentes.

Cuando hayas aplicado los tratamientos y tengas el agua limpia y perfecta, es el momento de medir de nuevo el nivel de cloro y el pH para ajustarlos si fuese necesario.

Leer: Cómo elegir las plantas y los árboles más adecuados para plantar cerca de la piscina

Acondicionar la zona de playa

Tan importante como poner a punto la propia piscina es preparar la zona de estar, si quieres disfrutar al máximo de los días de sol y de baños agradables.

Para ello debes limpiar este espacio aplicando al pavimento el tratamiento adecuado en función del material. Utiliza una manguera o una hidrolimpiadora de chorro a presión para dejar la zona impoluta.

Si tienes césped junto a la piscina seguro que ya lo tienes fresco y verde para comenzar a disfrutarlo.

Leer: Apuesta por estas ideas de paisajismo para la zona de la piscina

Un mantenimiento que no cesa

Ahora que tu piscina está preparada para el verano, limpia y en perfectas condiciones, debes darte cuenta de lo importante que es mantenerla así. ¿Cómo lograrlo? Haciendo el mantenimiento que necesita en cada momento, sin olvidarte de limpiarla ni de controlar los niveles de cloro o pH del agua.

Hoy existen numerosos mecanismos que te ayudarán y te liberarán del trabajo que ello supone. Tú solo has de estar al tanto, pendiente de que tu piscina continúe perfecta todo el verano.

Leer: Piscinas de arena: ¿Quieres recrear la playa en tu propia casa?