Cómo elegir las mejores macetas para tus plantas de interior y de exterior

Las plantas que crecen en contenedor, ya estén en el interior o al aire libre, necesitan una maceta adecuada a sus características para desarrollarse correctamente. De ahí la importancia de saber qué tipo has de elegir en cada caso.

Todo un universo de posibilidades

Si te gusta cultivar plantas, seguramente hayas tenido que comprar macetas. Entonces te habrás dado cuenta de la enorme variedad que existe en el mercado. Hay macetas de todos los tamaños, desde las más pequeñas hasta descomunales macetones de exterior. También existen multitud de materiales y, como no podía ser de otra manera, de estilos, formas y colores.

Sea como sea, lo importante al elegir es saber qué criterios deben ser determinantes y cuáles son menos importantes. Para empezar, el material y el tamaño son cuestiones claves que pueden afectar directamente al desarrollo de tus plantas. Un ejemplar grande en una maceta demasiado pequeña no podrá crecer adecuadamente y terminará por enfermar y morir.

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El tamaño a escoger

Es una cuestión muy relevante que vendrá determinada por las dimensiones de las plantas, en cuanto a su altura y volumen. Si tienes las plantas en macetas demasiado pequeñas, las raíces estarán constreñidas y no se desarrollarán correctamente.

Las plantas grandes, que pueden llegar a alcanzar el metro de altura, necesitarán macetas de aproximadamente 50 cm de diámetro. Mejor de un material pesado para que no se vuelquen los días de viento.

Para plantas más pequeñas, de unos 50 cm de altura, bastará con contenedores de 30 cm de diámetro.

Elige tiestos de suficiente profundidad, para que las raíces de la planta puedan crecer hacia abajo. Cuando estas asomen por el orificio de drenaje habrá llegado el momento de que la trasplantes a otra maceta mayor.

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¿Para interior o para el jardín?

Nada tiene que ver elegir una maceta para una planta de interior que para ponerla en la terraza, el porche o en jardín. En este último caso, y sobre todo si vas a poner las plantas a la intemperie, sin tejado que las cubra, es fundamental optar por contenedores con un buen drenaje.

Es decir, que estén agujereadas para que puedan eliminar el exceso de agua y evitar el encharcamiento de las raíces, algo que puede ser fatal para las plantas. Ten en cuenta que, al estar expuestas a la lluvia, no podemos controlar la cantidad de agua que reciben.

También tendremos que elegir un material resistente a los cambios de temperatura, en especial, a las heladas si vivimos en una zona de clima extremo. En este sentido, las de plástico o fibra de vidrio suelen ser las más sólidas y duraderas.

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En el interior: de loza esmaltada, de metal, de cristal…

A la hora de elegir macetas para tener dentro de casa, no tendrás que estar tan pendiente de optar por materiales muy resistentes y tendrás modelos más decorativos. Decídete por macetas de cerámica, que siempre son tendencia. O por modelos de metal, de estilo industrial, o doradas que reflejan la luz y ponen un toque de glamour en cualquier rincón.

Asegúrate de que tienen un orificio en la base para drenar el exceso de agua de riego. Si se trata de cubremacetas, esto no es necesario.

Elige macetas de cristal transparente para las orquídeas epífitas, cuyas raíces necesitan recibir la luz del día para hacer la fotosíntesis.

Desde un punto de vista decorativo, puedes jugar con la manera en que expones las macetas: en soportes especiales, peanas, estantes, etc.

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Las macetas colgantes son tendencia

¿Estás buscando una idea para decorar tu casa con plantas, sin que te roben espacio? Prueba a instalar macetas colgadas del techo, una idea genial para algunas plantas específicas que crecen hacia abajo, como el poto (Epipremmum aureum), la cinta o malamadre (Chlorophytum comosum 'Variegatum'), la hiedra (Hedera helix) o el helecho (Nephrolepis exaltata).

Puedes decorar con este tipo de macetas las esquinas o cualquier rincón de tu salón o del estudio. Elige materiales ligeros como las fibras vegetales o el plástico, por ejemplo.

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De barro cocido, las de siempre

El barro cocido o terracota se ha utilizado tradicionalmente para fabricar macetas. Las raíces de las plantas quedan bien afianzadas en ellas.

Al ser un material poroso contribuye a eliminar rápidamente el exceso de agua de riego, que se evapora con facilidad. Por este motivo, tendrás que estar pendiente de que tus plantas no pasen sed. Elige el barro para especies que tengan pocas necesidades hídricas.

Un inconveniente de este tipo de macetas es que son frágiles y poco resistentes a las heladas, lo que es un problema en zonas de climas muy fríos.

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El plástico, resistente y funcional

Las macetas más habituales y económicas con las de plástico. Son ligeras y mantienen la humedad durante más tiempo, ya que el agua de riego no se evapora. Utilízalas para plantas que necesitan tener el sustrato siempre húmedo.

Uno de los inconvenientes de las macetas de plástico cuando están en el exterior es la radiación solar. Durente los meses más calurosos del año el sol puede sobrecalentarlas, lo que no es nada bueno para las raíces de las plantas.

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Contenedores de madera

Son muy adecuadas para exterior, para poner la nota rústica en jardines o porches. Además, se trata de un material cálido que protege las raíces de las platas del frío del invierno.

Las hay de gran tamaño para cultivar arbolitos, por ejemplo. Antes de utilizarlas conviene que les apliques un tratamiento que las proteja de los hongos y del ataque de los insectos xilófagos.

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De hormigón

Es un material muy decorativo, perfecto para macetas de exterior, aunque también se adapta muy bien a ambientes interiores de estilo industrial. Aporta un aire muy actual al ambiente.

Entre sus ventajas, destaca el hecho de ser muy resistente a los impactos y al paso del tiempo. Además, tolera bien los rayos del sol sin calentarse en exceso, y retienen la humedad del sustrato.

Aunque si son pequeñas pueden colgarse como la de la imagen, suelen ser macetas pesadas, por lo que las más grandes resultan difíciles de transportar.

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Apuesta por las jardineras

Este tipo de contenedores alargados son perfectos para cultivar varias plantas juntas en balcones y terrazas. Puedes incorporar un mecanismo que te permita colgarlas de una barandilla, aunque también se pueden apoyar en el suelo. Si decides colgarlas, mejor que sean de materiales ligeros.

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