Los armarios empotrados son la panacea del almacenaje. Son discretos y están diseñados para aprovechar el espacio al máximo. Pero, ¿qué es exactamente un armario empotrado? Se trata de armarios hechos a medida y que aprovechan todo el hueco que hay entre el suelo y el techo. Suelen ir colocados entre dos paredes, en un hueco creado específicamente para ellos. Pero, además, solo tienen visible su parte frontal –habitualmente–, de manera que no queda ni una rendija a la vista.
Hay varios factores que determinarán el estilo de tu armario empotrado, pero sobre todo depende de cómo sean las puertas del mismo, único elemento visible cuando está cerrado. Aun así, el interior es casi tan importante como el exterior, ya que una buena distribución del armario te ayudará a no malgastar ni un centímetro y a que todo esté ordenado, protegido y accesible.
Leer: Trucos para ordenar y colocar la ropa dentro del armario
Ventajas de los armarios empotrados
Son más limpios y duraderos, ofrecen más almacenaje, ya que llegan hasta el techo, y presumen de un discreto diseño que suele adecuarse con facilidad al resto de la decoración de la estancia. En los dormitorios son el elemento estrella –sin contar la cama, obviamente–, pero también ayudan con problemas de almacenaje en el recibidor, el salón y ¡hasta en el baño!
Y es que colocar un armario empotrado es una decisión muy acertada cuando los centímetros escasean y el espacio para guardar una necesidad. ¿Por qué son mejores que los armarios exentos? Si bien es cierto que un exento tendrá un precio más barato –para empezar no necesita mano de obra–, a la larga es una inversión que merece la pena. Además, los exentos suelen provocar ruido visual, ya que no quedan encajados como los empotrados.
Cómo elegir las puertas de un armario empotrado
Tienes varias opciones que condicionan la elección más allá de la estética. Y es que las puertas de un armario empotrado pueden ser correderas, abatibles o plegables. Analizamos cuándo convienen más unas que otras:
Puertas correderas: son la mejor opción para dormitorios pequeños y cuando el espacio escasea. Las puertas se deslizan sobre rodajes que permiten abrir una y otra puerta. De hecho es ahí donde encontramos su mayor hándicap y es que no permitirán ver toda la ropa de un vistazo, sino que solo se puede ver uno de los lados.
Puertas abatibles: si la estancia es grande, siempre es preferible elegir un armario empotrado con puertas abatibles –también llamadas batientes–, que permiten un acceso más cómodo al interior. Ahora, recuerda que debe haber espacio suficiente para que se abran cómodamente sin golpearse con ningún elemento del dormitorio. Asimismo, su anchura también tiene un límite, ya que van sujetas con bisagras, de manera que tanto su anchura como su peso se verán limitados.
Puertas plegables: son un híbrido entre ambas opciones, ideales para estancias con un tamaño medio en los que no sobre el espacio, pero no se quiera prescindir de la comodidad de las puertas abatibles, que permiten ver todo lo que hay en el interior del armario cómodamente.
Leer: Cómo elegir las puertas para el armario del dormitorio
El material de las puertas de los armarios
Esta elección se verá condicionada el estilo con el que quieras dotar a la estancia, ya sean de madera, laminadas, de DM, lacadas, de cristal o de espejo. Eso sí, ten en cuenta que también condicionarán el precio final del armario empotrado.
Las de madera son bonitas, resistentes y duraderas. Aquí tienes muchas opciones: desde maderas blandas, como el pino (que será más económico), a maderas más nobles, como el roble o el cerezo, que harán que el presupuesto se encarezca. Ahora, el efecto es elegante y atemporal, ideal para un cuarto amplio con mucha luz.
Las puertas laminadas son la opción más habitual. Pueden ir lacadas de distintos colores y permiten muchas opciones de personalización. Son similares las de DM, aunque más resistentes y con propiedades que las hacen más duraderas. Son tendencia las puertas blancas, que se fabrican con ambos materiales, y que no pasan de moda. Si las quieres más modernas, elígelas lisas; mientras que si te va lo clásico, mejor que tengan molduras.
Las de espejo o cristal son ideales si lo que quieres es que la luz se vea potenciada y el espacio ampliado. Puedes elegirlo solo todas las puertas de cristal o espejo o combinarlas con otras ciegas, ya sean de madera, laminado o DM.
El interior del armario: aprovecha el espacio
Al planificar el armario, lo primero que debes hacer es pensar en la ropa que tienes y cuáles son tus necesidades de almacenaje. No te dejes llevar por las tendencias en estos casos y piensa en la ropa que tienes y en la que quieres guardar. Lo más adecuado es planificar siempre una zona alta con baldas a modo de baúl de almacenaje, donde guardar la ropa de otras temporadas o cosas que no utilices habitualmente. Para que la imagen sea armoniosa, emplea cajas de almacenaje y etiquétalas, así sabrás lo que hay dentro sin necesidad de abrirlas cada vez que busques algo.
De igual modo, piensa en si tienes muchas americanas, vestidos o faldas, que van mejor colgadas en perchas. Y si necesitas espacio para jerséis, camisas o camisetas, de manera que planifiques también unas baldas o cajones, donde guardar la ropa doblada.
Leer: Cómo diseñar el interior de tu armario para que sea práctico y esté siempre ordenado
Luz en el armario: da luz a tu ropa
Aunque no lo sabíamos hasta hace poco, tener un poco de luz en el armario ayuda, ¡y mucho! Y es que normalmente la luz del dormitorio no es capaz de iluminar bien todo el interior del armario de manera que puedas ver todo lo que hay dentro. Pero actualmente hay soluciones muy económicas que puedes instalar tú mismo y que cambiarán por completo la percepción que tienes del espacio, además de que encontrar las cosas será mucho más fácil. Se trata de luces led que se adhieren a un imán atornillado en el propio armario. Las hay que funcionan con interruptor, pero también con sensores de presencia, de manera que las luces se encienden cuando se abre el armario y se apagan cuando las puertas se cierran. Pueden cargarse con USB, de manera que evitas la instalación de cables innecesarios.
Leer: Cómo iluminar el dormitorio para dormir, desconectar e, incluso, trabajar mejor
Armarios empotrados que no lo son, pero lo parecen
Si no tienes un hueco previo en el que instalar un armario empotrado, pero necesitas el almacenaje que ofrecen, hay muchas opciones modulares con las que puedes crear una especie de armario empotrado sin obra y una menor inversión. La clave está en planificarlo adecuadamente, de manera que el resultado quede completamente integrado con la decoración. Además, de esta manera podrás elegir si lo quieres a modo de vestidor abierto, cerrarlo con unas cortinas o colocar unas puertas que potencien la sensación de orden.
Leer: Ideas de diseñador para montar un minivestidor en casa
¿Cuánto cuesta un armario empotrado?
Si quieres instalar un armario empotrado en una estancia que carece de hueco para ello, tendrás que presupuestar unos 1.500 €, para un armario empotrado de 2 x 2 m. eso sí, recuerda que este precio se verá condicionado por la calidad de los materiales que emplees, así como el tipo de puertas (las abatibles suelen ser más económicas, aunque dependerá de su anchura).
Por otro lado, si no hay que proyectarlo desde cero, es decir, la estancia ya cuenta con el hueco para ubicarlo, puede tener un precio de unos 1.200 € (para un armario de 230 x 150 cm). En esta cuantía entrará el diseño interior, así como unas puertas correderas de aglomerado lacadas. Si las quieres de DM, el precio ascenderá a unos 1.700 €, aunque también la calidad será mayor.
Factores que encarecen un armario empotrado
Hay diferentes elementos que pueden hacer que tu presupuesto para el armario empotrado se vea disparada, pero sobre todo es cuestión de los materiales que elijas y los extras con el que lo equipes. Así, las puertas de DM son más caras que las de aglomerado, aunque ambas vayan lacadas y el acabado sea similar (no lo es en cambio la calidad, resistencia y durabilidad de las mismas).
También los accesorios del armario son otro elemento que tendrás que valorar: ¿realmente necesitas un pantalonero extraíble o una barra de colgar abatible? Igual tampoco son necesarios cajones con frente de cristal, más caros que los cajones normales, o baldas extraíbles en los que colocar los zapatos –especialmente si ya tienes un amplio zapatero para colocar tu calzado. Valora cuáles son tus necesidades reales y cuál tu presupuesto.
Leer: 10 muebles para la casa (que no son ni el sofá ni la cama) en los que merece la pena invertir
Dónde colocar un armario empotrado
Antes de planificar tu armario empotrado, tendrás que decidir qué pared es la más adecuada. En el dormitorio, elige la que esté enfrentada a la cama, de manera que crees una zona de vestidor semi independiente. Pero, ¿y si el dormitorio es pequeño? Entonces lo ideal es a uno de los lados de la cama y con puertas correderas. Los pasillos anchos y las zonas de paso con espacio también se prestan a los armarios empotrados. De hecho, es una forma de sacar utilidad a unos metros que, de otra manera, estarían sin uso.
Cuando lo planifiques, elige una pared grande, que no interrumpa el paso de las puertas o impida que las ventanas se abran cómodamente. En estancias abuhardilladas, elige la pared con mayor inclinación: así aprovecharás un espacio que, de otra manera, quedaría muerto.
Leer: Ideas de decoración para sacar provecho a una buhardilla