Una vivienda unifamiliar, situada entre medianeras, con 120 metros cuadrados y dos plantas es el punto de partida de este proyecto antes y después de LaiaUbia Studio. La transformación es completa. Pasa de ser una casa anticuada, oscura y excesivamente compartimentada a una vivienda de espacios renovados, con encanto y sensación de apertura y amplitud. La comunicación con el patio es fundamental y la recuperación de materiales originales el sello de identidad.
El salón antes y después de la reforma integral
"Lo mejor de este proyecto para el estudio, fue poder mantener y combinar la esencia de la casa con acabados de más de 100 años de antigüedad -como las paredes de ladrillo manual o las vigas de madera con las vueltas cerámicas- con otros actuales como el hormigón fratasado o el parquet de madera. Y todo con las comodidades de una casa del siglo XXI con suelo radiante, aerotermia y aire acondicionado", explica la interiorista Laia Ubia encargada del cambio antes y después. El salón, el techo acapara miradas con vigas de madera recuperadas. El resto es un conjunto sencillo donde predomina el color blanco. "Los ambientes son cálidos, con mucha luz y todos los espacios están pensados para aprovechar todos los rincones de la casa", matiza.
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Una primera planta como zona social
En la primera planta, el suelo es de hormigón fratasado -tanto para el interior como para el patio exterior en la zona de la terraza. Así se favorece la continuidad. En este nivel se ubican la entrada, el estudio, el salón, la cocina, el comedor y el patio de 80 metros cuadrados. Laia Ubia Studio (www.laiaubia.com) ha buscado que cada espacio tuviera su esencia aunque resultaran personales y únicos por separado. El salón cuenta con una altura excepcional de 3 metros y una chimenea de línea minimalista que no acapara miradas.
En este proyecto, como nos cuenta Laia Ubia, "el mayor reto fue que el presupuesto era muy ajustado. Había que encajar todas las necesidades en él, así como en el calendario porque la transformación se hizo en un tiempo apretado".
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El patio antes de la reforma
Este es el aspecto abandonado que presentaba la parte exterior de la casa con una zona revestida con baldosas (la más próxima a la casa) y otra más "salvaje". A la derecha se puede ver cómo era la fachada posterior, que ahora es un amplio ventanal que ocupa todo el frente y que permite disfrutar de una conexión total con el exterior desde la cocina y comedor.
"Esta casa pertenece al tipo denominado casa de cuerpo o inglesa y su característica principal es la estructura: tienen aproximadamente unos 4 metros de fachada principal y unos 18 m de largo, con un patio al final y un pequeño cobertizo", explica Laia y continúa: "el principal problema de estas casas es que solo se conectan al exterior mediante las fachadas, principal y posterior, de modo que toda la zona central queda sin luz natural. Una de las prioridades que buscamos desde el estudio fue aprovechar al máximo la luz natural".
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Y después de la reforma: espacios comunicados
En la reforma se eliminó el yeso para dejar una pared de ladrillo visto como seña de identidad en la zona de la cocina y comedor. Mientras que el resto de las paredes se pintaron en blanco liso -como se ha visto en el salón-, este espacio queda marcado por la textura irregular y rugosa. Aquí se organiza la cocina y el comedor, ambos con salida directa al patio en el que se crean dos zonas: una cercana al ventanal con el mismo suelo, a modo de terraza o porche; y otra más informal en la que tras la vegetación se oculta una caseta. El acierto es un cerramiento acristalado que convierte toda la fachada en una ventana con hojas plegables y correderas que quedan recogidas en los laterales para que nada interfiera en el paso.
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Antes y después de la cocina
La cocina está diseñada a medida. Se compone de un frente lineal de módulos altos y bajos, combinados en acabado madera de roble natural y blanco lacado. En la pared en ángulo se integra el frigorífico. También se ha creado un lucernario a lo ancho del espacio para que la cocina quedara totalmente iluminada durante el día. En este espacio es donde se ubica también la mesa de comedor.
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El detalle de la pared de la cocina
En la pared en la que se apoyan los muebles de la cocina también se ha mantenido el ladrillo visto, aunque se protege al prolongar la encimera en el antepecho o salpicadero. De esta manera se gana en funcionalidad ya que es más fácil limpiar las manchas y salpicaduras de un revestimiento liso que del ladrillo. Pero no se renuncia a nada: pasado y presente unidos.
Un aseo coqueto
En el aseo de la planta baja se ha combinado un estilo retro con notas más sofisticadas y actuales para dar personalidad al espacio. Al fondo de la planta se ubica la ducha con plato -de Hidrobox- enrasado en el suelo y pared de pizarra. El lavado de pie de diseño retro es una pieza recuperada que combina a la perfección con el espejo de moldura ornamentada en dorado y la grifería en color negro. En la pared, azulejo tipo Metro con bisel con vorada (o juntas) en color negro. Inodoro de Roca y accesorios de Cosmic. "El reto decorativo de este proyecto fue encontrar el equilibrio entre materiales y acabados existentes y la incorporación de los nuevos elementos, que pudieran convivir y crear unos espacios muy especiales y con mucha personalidad", concluye Laia.
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La entrada y el pasillo distribuidor
Todas las puertas de interior están hechas a medida y lacadas en color blanco salvo las del estudio de la planta baja que son recuperadas. Se han lacado en color blanco e instalado unos cristales estriados para que dejen pasar la luz. Se trata de un diseño corredero para no entorpecer el paso en este pasillo distribuidor. La puerta principal "también se recuperó, decapándola para dejarla en su estado natural", comenta la interiorista.
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Un cambio radical para la escalera
Antes, una escalera de piedra sin nada destacable. Después, un elemento que se integra en el interiorismo del conjunto, con escalones revestidos en madera y barandilla metálica a juego, ligera, para que desde cualquier ángulo haya una comunicación visual con la planta baja. Por ella se accede a la planta superior donde se encuentra un dormitorio (el resto están en el primer nivel) y un rincón especial como lavadero y estudio. La zona de la escalera queda también bañada por la luz natural gracias un lucernario.
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Zona de lavado y estudio
Este rincón es especialmente práctico y original. LaiaUbia Studio aprovechó una zona "muerta" al final de la escalera, en un espacio distribuidor, para crear un lavadero y estudio al mismo tiempo. En estas imágenes se aprecia la mesa, que queda totalmente bañada por la luz natural. Gracias a la malla de corrugado que hace las veces de barandilla de suelo a techo, la zona queda segura al uso pero no pierde luminosidad. La mesa puede ser usada como estudio o como apoyo a la hora de organizar la colada. Detrás, un frente de armarios de puertas blancas y distribución en L ocultan la lavadora y la secadora.
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Antes y después del dormitorio principal
Se trata de un espacio luminoso, de techo altos y vigas de madera vistas. Su decoración es sencilla pero acogedora. Predomina el blanco (en el frente de armarios es fundamental para no crear sensación de agobio por su cercanía con la cama) tanto en mobiliario como en textiles y paredes. Solo destaca el cabecero de madera que integra las lámparas de noche. Uno de los detalles top de este proyecto de LaiaUbia Studio en este ambiente es la orientación de la cama hacia la ventana para disfrutar de las vistas.
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Un dormitorio con vistas
Y esta otra toma del dormitorio muestra las vistas que se disfrutan desde la cama a diario, antes de acostarse y al levantarse. También aquí se ve en detalle el gran armario a medida realizado en todo un frente de la pared, con dos hileras de puertas, lo que facilita el uso.
Antes y después del baño con bañera
Así era el baño antes de la reforma y el resultado tras ella. Este espacio se decora con revestimientos en tonos suaves, bañera, radiador toallero, un lavabo en encimera corrida solid surface con bancada de madera debajo y un gran espejo en la pared. La grifería es de Tres Grifería. En las paredes -excepto en la bañera- y suelo el revestimiento es de Cerim. Destaca el que enmarca la bañera, un hidráulico hexagonal de Mosaic del Sur, diseñado a medida. La candileja del techo aporta una sugerente iluminación indirecta que favorece la relajación.
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La transformación del cuarto infantil
En la habitación infantil se ha pintado un zócalo en color verde para dar dinamismo y acortar visualmente la distancia entre suelo y techo. El antes del espacio era aburrido y resultaba sin vida. Ahora, aunque con pocos muebles, el espacio se diseña a medida de un niño con espacio para jugar y sin perder la línea decorativa predominante en este proyecto.
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