Con el verano a la vuelta de la esquina, preparar la terraza y el jardín para convertirlo en espacios acogedores y bellos es casi una prioridad. Más aún cuando estos espacios de nuestras casas han adquirido un nuevo protagonismo y cada vez pasamos más tiempo en ellos. En este sentido, hay muchas plantas de exterior con las que dar vida y color a tu jardín, porche o terraza; y la buganvilla (bougainvillea) es, sin duda, una de las protagonistas del verano gracias a su colorido, sencillos cuidados y espectacular floración. De hecho, es habitual ver la buganvilla decorando paredes, muros o rejas, incluso subiendo por las fachadas y creando increíbles paredes verticales y llenas de color.
Cómo es la buganvilla
La buganvilla es una planta rústica que no necesita de cuidados especiales. Esta planta arbustiva y trepadora es originaria de los bosques tropicales de América Central y América del Sur. Al menos cuenta con 18 subespecies que, aunque algo distintas, en líneas generales requieren los mismos cuidados. Plantada en la tierra, puede llegar a medir hasta 10 metros –dependiendo de la especie–, aunque la buganvilla también puede cultivarse en maceta.
Una de las particularidades de la buganvilla es su increíble colorido que responde, a diferencia de lo que creas, a las hojas que protegen sus flores, que son blancas y pequeñas. Esas hojas de color se llaman brácteas, y se encarga de proteger sus pequeñas flores. Pueden ser de color morado, rosa, rojo, anaranjado y hasta blanco. De hecho, las flores de la buganvilla son pequeñas, blancas y muy discretas si no fuera por el increíble color de las llamadas brácteas.
Cuidados de la buganvilla
Aunque la buganvilla es una planta trepadora rústica que no necesita de muchos cuidados, si quieres que luzca frondosa, deberás prestar especial atención a algunos de sus cuidados. Hay tres factores que deberás tener en cuenta:
Riego: esta planta rústica no tiene excesivas necesidades de agua. En invierno, si está cultivada en la tierra, deja que se riegue con el agua de la lluvia; mientras que en interior es preferible dejarla en reposo. En verano tampoco es muy exigente: si está en el suelo, riégala una vez por semana; si está en maceta, hazlo dos o tres veces.
Luz: es el elemento más importante para que la buganvilla crezca sana, frondosa y con mucho color. Ya esté cultivada en maceta o en la tierra, colócala en un sitio en el que reciba tanto sol como sea posible.
Abono: es un de los factores que más tendrás que cuidar. Y es que la buganvilla no tolera bien el exceso de abono, especialmente si está plantada en el suelo. En maceta, aunque tampoco debes excederte, aplica un fertilizante líquido cada 15 días en primavera y verano.
El clima perfecto para la buganvilla
Esta planta rústica se desarrolla perfectamente en climas cálidos, en los que florecerá prácticamente todo el año. También en invierno, siempre y cuando no haya heladas. En cambio, si la climatología es más fría, perderá sus hojas en invierno y volverán a brotar durante la primavera. Dependiendo de la variedad, aguantará entre -3 y -7 °C.
Si la tienes en maceta, protege la planta colocándola en un espacio en el que las heladas no la afecten. Si está plantada en la tierra puedes proteger sus raíces con un acolchado o mulching, que ayudará a que las raíces no se pudran. Esto también lo puedes hacer si está en maceta.
Cómo trasplantar la buganvilla
Como te hemos explicado, la buganvilla es una planta con flor que puede cultivarse en maceta y ser trasplantada después en el jardín. Pero sus raíces son muy sensibles y pueden deteriorarse en el proceso. Lo cierto es que no tolera muy bien los trasplantes, por lo que cuando la lleves a casa piensa si la quieres poner en una maceta o plantarla en la tierra.
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Cómo cultivar buganvilla en maceta
Si decides cultivar la buganvilla en maceta, elige una de gran tamaño, ya que esta planta puede crecer mucho y necesitará espacio en el que desarrollar sus raíces. Asimismo, si eliges que crezca en un recipiente, hazlo sin intención de trasplantarla en poco tiempo, ya que, como comentábamos, sus raíces son muy sensibles al trasplante. Si los inviernos son muy fríos en tu zona, te recomendamos que metas tu buganvilla en maceta en el interior.
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Cómo cultivar la buganvilla en el jardín
En cambio, si quieres que la buganvilla decore y dé vida a tu jardín, planifica bien dónde quieres plantarla. La buganvilla es una planta que puede llegar a medir más de 10 metros, por lo que piensa con detenimiento dónde la vas a cultivar, así como qué pared quieres que cubra o si prefieres que actúe como barrera ante las miradas indiscretas y, al mismo tiempo, decore. Ten en cuenta que si quieres que crezca por una pared o suba por una valla, deberás ir guiándola para que vaya por donde tú quieras.
Para evitar que sea víctima de hongos y otras enfermedades, busca una ubicación en un espacio despejado, en el que se pueda asegurar la correcta circulación del aire.
Cuándo podar la buganvilla
Aunque no es necesario, sí que es recomendable para que la planta crezca más fuerte. Si tu clima es templado y no hay heladas, la mejor época para podar la buganvilla es en invierno. En cambio, si estos son muy fríos en tu zona, hazlo a principios de primavera, cuando las temperaturas comiencen a subir. Corta un tercio de las ramas para que crezcan más fuertes y aprovecha a guiarla por donde quieras que crezca.
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Enfermedades y plagas más comunes de la buganvilla
Una de las plagas que más afectan a las buganvillas es la cochinilla, que puede aparecer si se mojan sus hojas y flores durante el riego. Así estos insectos no se sentirán atraídas por la humedad. Otras plagas que pueden afectar a la buganvilla son la araña roja, la mosca blanca o el pulgón. Para eliminar este último, lava la planta con una mezcla de agua con vinagre en una proporción de 10 a 1.
En cuanto a enfermedades, el hongo mildiu también puede afectarlas por exceso de riego. Lo detectarás si en la parte frontal de sus hojas aparecen manchas amarillas y marrones y en el envés son de color plateado. Si detectas estas manchas en tu buganvilla, retira las hojas afectadas y aplica un fungicida.
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