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© Fernando de BustosUna cocina con comedor o un comedor abierto a la cocina. Este proyecto es especial por su concepción. El espacio se organiza en dos zonas: cocina y comedor, pero que se convierten en un único lugar, ideado para cocinar, comer y compartir. No se trata de un office, sino de un apetecible comedor para al menos 6 comensales. Merece la pena descubrir cada detalle de una cocina con isla y línea actual, en un fondo de paredes de piedra y un comedor de esencia nórdica. Un mix que funciona y ¡de qué manera!
Una distribución en L con isla y comedor a continuación
En esta vivienda unifamiliar, el propietario dirige, junto a su padre, un estudio de ingeniería y arquitectura en Reino Unido. Además, ejerce como profesor y es un apasionado de la Historia, el Arte y la naturaleza. A pesar de que residencia habitual se encuentra en Londres, ha recibido una herencia especial, una casa que rehabilitó como residencia vacacional. La idea es que todo el proyecto girara en torno a la idea de desconectar y compartir con familiares y amigos. Y este ambiente responde fielmente a la concepción inicial: una estancia de generosas dimensiones con una zona de cocina distribuida en forma de L con isla central y un amplio comedor enmarcado por una maxi alacena. La cocina se ha convertido en lugar de reunión alrededor de la comida y de la mesa.
© Fernando de BustosParedes de piedra, la esencia de una cocina de antaño
El mobiliario de esta cocina, diseñado por Santos (https://santos.es), captura la esencia clásica de las cocinas de hace años, adaptándola a las necesidades y hábitos más actuales. Los muebles armonizan con una arquitectura rústica, definida por gruesos muros de piedra y vigas de madera. La cocina se organiza alrededor de una isla central, que acoge las zonas de lavado —con grifería y fregadero de Blanco—, preparación —con encimera Amarula acabado Vintage de Levantina Naturamia— y cocción —con Teppan Yaki y placas de inducción y gas de Gaggenau—. En el lateral abierto al comedor, la encimera se prolonga como barra auxiliar con taburetes.
© Fernando de BustosEspacio bien aprovechado
En la isla central (con muebles Fine Gris Visón Seda LAH de Santos), de altura convencional, los módulos incorporan diferentes soluciones de almacenaje muy accesibles para el usuario. Los cajones del nivel superior, realizados en madera de nogal, cuenta con una base modular sobre la que se integran accesorios extraíbles e intercambia- bles como, por ejemplo, cuberteros, especieros, portacuchillos, portarrollos… En las gavetas se pueden guardar ollas, cuencos, sartenes, bandejas, platos, etc. En la isla central de la cocina, las tomas de electricidad quedan ubicadas en el lateral de la isla, así son más seguras y limpias, al mantenerse alejadas de la encimera donde pueden producirse derrames.
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© Fernando de BustosUn accesorio que garantiza el orden
El accesorio platero cuenta con una base de tablero contrachapado resistente a la humedad y pivotes de madera posicionables de manera que se puede guardar la vajilla de forma segura sin que se toquen entre sí las pilas de platos o cacerolas. Además, siempre se mantienen en su posición aunque el cajón o gaveta se abre y cierre.
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© Fernando de BustosCon mucho almacén
La isla de cocina delimita el espacio de la zona de trabajo. Pero cuenta además con el apoyo de una zona de columnas (con mobiliario Fine Roble Fumé Vertical de Santos), adosada a la pared, y un frente de módulos bajos en L, debajo de la ventana, que suma encimera de apoyo y otro fregadero. De esta manera hay espacio para guardar sin saturar el ambiente. Los tonos oscuros predominan en el mobiliario de la cocina, dotándola de carácter y elegancia.
© Fernando de BustosVisto y no visto
En esta toma es posible apreciar el frente bajo de módulos que queda delante de la ventana y que amplía la superficie de trabajo, de almacenaje, integra los cubos de reciclaje y el lavavajillas y añade un fregadero. Al fondo, el mueble columna escamoteable incluye una zona de trabajo con iluminación tras las puertas. Es el perfecto mueble "desayunero" con tomas para enchufar pequeños electrodomésticos. El diseño del mobiliario permite que todo esté al alcance pero recogido, ordenado y apartado de la vista. Esta característica, si siempre es importante, en las cocinas que se abren a otros espacios de la casa mucho más. Así, el frente de muebles en columna de suelo a techo integra armarios de servicio con estantes, porta hornos con gavetas interiores, porta útiles multiuso, frigorífico, congelador y un mueble escamoteable de 120 cm de ancho.
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© Fernando de BustosLa estética de los contrastes
Al fondo paredes de piedra y ventanales por los que se accede a pequeños balcones y que combinan puertas de madera con cristalería. Cada puerta cuenta con la posibilidad de abrirse por completo o permanecer cerrada y abrir solo el vano del cristal. El suelo de la zona de trabajo se cubre con baldosa hexagonal en varias tonalidades de gris, mientras que en el resto del espacio se mantiene el efecto madera. El contraste es una seña de identidad. Sobre esta base, los muebles de la cocina destacan con líneas puras y limpias.
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© Fernando de BustosUna campana decorativa
En esta toma también se aprecia la transición entre los revestimientos escogidos para el suelo de la zona de la cocina como tal y el comedor. La isla se completa con una gran campana extractora que pende del techo y se reviste en el mismo acabado que los muebles en columna, de manera que en el mismo plano los elementos se fundan. En la isla, el extremo deja espacio para la barra con taburetes Steelwood de Magis. El resto del módulo se aprovecha con gaveteros.
© Fernando de BustosEl comedor: con todos los detalles
El comedor está diseñado para compartir con una gran mesa artesanal en madera de roble natural con seis u ocho sillas, modelo Quaker de Ercol. de las lámparas de techo -Skan de Vibia- y la tradición de los muros de piedra. Sobre estos, el radiador se pinta en color.
© Fernando de BustosUn mueble versátil y decorativo: vitrina y aparador
El aparador cuenta, en su parte alta, con seis vitrinas sobre una encimera. En ellas se ha instalado iluminación interior en los estantes, convirtiéndose en una fuente de luz ambiental indirecta. En la parte inferior, los muebles se organizan en tres cajones interiores. Sin duda, un diseño a medida, de generosas dimensiones que llena la zona del comedor y crea equilibrio con su tamaño respecto a la longitud de la mesa.
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