No hay nada como conocer lo que no se debe hacer para evitarlo. Y en decoración de interiores sucede lo mismo. Es frecuente ver los mismos fallos una y otra vez. Se repiten sistemáticamente en diferentes casas. En este artículo queremos enumerar los errores decorativos más frecuentes para que no los cometas. ¿Te atreves a comprobar si cuentas con alguno de ellos (sin saberlo) en tu casa?
Proporciones y tamaños: la medida justa
El primer error decorativo que se repite con demasiada frecuencia es ver muebles demasiado grandes en espacios de reducidas dimensiones o pocos muebles en salones amplios. En ambos casos la decoración no lucirá. Tan malo es sentir que un ambiente está saturado, sin respetar zonas de paso; como que se vea vacío con muebles perdidos. La proporción, la distribución y el tamaño de las piezas que decoran una estancia son fundamentales para lograr un ambiente equilibrado. Así que no compres nada sin medir previamente y siempre adecuando la elección a las características concretas y reales del espacio a decorar.
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La altura de los cuadros en las paredes
Por lo general, un error decorativo frecuente que se ve en las casas es que los cuadros estén colgados en la pared a una altura que nos les corresponde y que suele ser demasiado alta. La obra de arte en sí, su centro, debe quedar a la altura de la línea de los ojos. Pero nunca debe estar demasiado baja ni alta en la pared. Siempre ha de quedar "aire" en la línea con el techo. Aunque su ubicación concreta depende de la pared en sí y el tamaño de la obra, seguro que esta indicación te ayuda a evitar este error. Además, has de tener en cuenta que si delante de la obra hay una mesa, una silla o un sofá, la altura de los muebles también condiciona para que no "corte".
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Demasiados objetos decorativos (cuidado con las fotos personales)
¡Error! De nuevo hay que activar la alarma ante uno de los errores decorativos más comunes: acumular demasiado. Menos es más. No hay que saturar los muebles, las paredes, los estantes y las mesas de objetos decorativos pequeños repartidos por ellas. La máxima es reducir y simplificar. Acostumbrarse a agrupar dos o tres objetos decorativos y no tener miedo a ver superficies vacías. Si se decora bien, no se verá frío ni desvestido. Y dentro de esta idea, hay que destacar que un fallo que se repite demasiado es el de acumular fotografías y más fotografías personales en marcos. Intenta escoger solo algunas para que luzcan en las paredes o sobre un mueble, pero en pequeñas dosis.
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Ojo con la colocación y tamaño de las alfombras
Otro error que los interioristas coinciden en destacar por la frecuencia con la que se ve es el de no escoger correctamente el tamaño de las alfombras. Estas tienen un gran poder no solo para caldear y absorber ruidos sino que ayudan a delimitar y zonificar las estancias y, según su tamaño, pueden hacer que un espacio se sienta más pequeño. El tamaño de la alfombra ha de ser el idóneo. Quedarse corto es perjudicial y es el fallo que se suele cometer. Es preferible que la alfombra llegue casi hasta el borde de la pared.
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Ventanas mal vestidas
Y el error decorativo que debes evitar es el de vestirlas en exceso. Muchas veces, de esta manera, se oscurece la estancia y se llena visualmente. Es un acierto optar por cortinas, caídas, estores o visillos en tonos neutros, que no varían el tono de la luz que entra en la estancia. Sencillez. Las cortinas más pesadas, en tonos oscuros o con estampados pueden hacer que cometas fallos mientras que de la manera opuesta, acertarás siempre.
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Los colores de las paredes
En este listado de errores frecuentes, a nivel decorativo, que afectan a todas las estancias de una casa no podía faltar el tema del color. Y no es que esté prohibido sino que debe mantenerse una unidad en la vivienda. La casa es un todo y su decoración debe estar en consonancia de una habitación a otra. Aunque se personalice y haya matices en la decoración, todo debe encajar. Es frecuente ver pinturas muy dispares en cada ambiente. Y eso solo hace que no se sienta equilibrado el interiorismo. La clave es optar por una misma paleta cromática de base e introducir matices con colores concretos que se repitan en mayor o menor cantidad.
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El tamaño del sofá
Una y otra vez se repite este error decorativo: sofás demasiado voluminosos. Principalmente el fallo es que los respaldos son muy altos. Un sofá ya es grande en su diseño por lo que acapara muchas miradas en el salón. Si se trata de un salón pequeño, con más razón, el sofá tiene que tener una línea cuidada y sencilla de respaldo bajo. Cuando este se sitúa en una posición exenta en mitad de la estancia, es imprescindible que su respaldo sea bajo. Solo en salones de grandes dimensiones se puede optar por un sofá más alto en el respaldo o reposabrazos y aun así siempre quedará más equilibrada la estancia con un diseño bajo. El razonamiento más frecuente es que se busca que el respaldo recoja la cabeza, es decir, que esta se pueda apoyar. En este caso, hay diseños con respaldos elevables.
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Camas demasiado altas: cuidado con la mesista de noche
En la misma línea que lo comentado anteriormente con el tamaño del sofá en el salón, se encuentra este fallo frecuente: camas muy altas. Es importante saber que la altura de la cama determina la altura de la mesita de noche. Así que ambas elecciones deben ir en consonancia para que el conjunto se vea equilibrado. La altura adecuada para una cama es aquella que permite que nos sentemos con las piernas apoyadas en el suelo en un ángulo de 90 grados.
Error decorativo relacionado con la iluminación
En este aspecto los decoradores también suelen avisar de que es frecuente encontrar muchos desastres cuando se trata de iluminación. Los dos más comunes es que las luces estén mal colocadas y que su tono no sea el adecuado. En cuanto a su distribución en el espacio, no se suele pensar en la colocación del mobiliario y ambientes cuando se proyectan los puntos de luz en una reforma. Y van de la mano ambos conceptos. Y se ha de pensar tanto en las luces generales como en las puntuales -por la ubicación de enchufes-. Hoy es posible solventar muchos problemas en la ubicación de los puntos de luz con lámparas de batería, que permiten iluminar aunque no haya enchufe ni punto de luz. Y por otro lado, es importante crear una unidad en la temperatura o color de la luz que emiten las bombillas. Lo ideal: luz cálida (blanco cálido) en torno a 2.700K.
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Espejos: cuidado con su ubicación
Es cierto que los espejos tienen un gran poder decorativo y sirven para ampliar el espacio, crear sensación de apertura o profundidad o reflejar la luz. Pero, hay límites en su uso en decoración. Y esas excepciones tienen que ver con la ubicación del espejo porque no siempre el reflejo que devuelve es el adecuado. Si lo que refleja el espejo no es bonito, no aporta luz o profundidad, es preferible evitarlo, de lo contrario el efecto no será el adecuado. Es decir, si al colocar un espejo en una posición concreta el reflejo es de una pared, por ejemplo, crearás un efecto pasillo.
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