Natural, cálida y de una belleza especial. Así es la madera, un material perfecto para decorar cualquier espacio. Está muy presente en nuestros hogares: en los suelos, en los revestimientos de las paredes, en los muebles, etc. Si la cuidas de la manera correcta, puede durar muchos años en perfecto estado.
Proteger la madera… ¿solo en exteriores?
Que la madera necesita protección para mantener su belleza natural es una realidad que ya conocemos. Pero, ¿esto es solo válido para la que está a la intemperie?
Aunque es de obligado cumplimiento proteger la madera que está al aire libre, en realidad es buena idea hacerlo también con aquella que tenemos en el interior de casa, donde se expone también a determinados riesgos.
Descubre cómo puedes proteger tus muebles, así como los suelos de parquet o los frisos de la pared.
¿Por qué debes proteger la madera en el interior?
Utilizar un producto específico que proteja la madera de los peligros que la puedan amenazar es recomendable por muchas razones.
- Para empezar, conseguirás embellecerla mejorando su aspecto y renovándolo.
- La madera será más resistente y duradera.
- Crea una capa protectora que evita que la humedad la deteriore.
- Se mantiene a salvo de la suciedad y las manchas.
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Cuidado con el agua y la humedad
El agua es una gran amenaza para la madera. Puede penetrar en su interior y afectar a su estructura de forma irreparable, hinchando sus fibras. Por eso, se recomienda no fregar con frecuencia este tipo de pavimentos.
En caso de que se produzca un accidente y se derrame agua sobre la madera, es importante recogerla cuanto antes y secar la superficie por completo.
Para evitar que la madera se estropee con el agua conviene aplicar sobre la superficie un protector que la impermeabilice.
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Cómo evitar las manchas
Cuando la madera de interior está en bruto se encuentra totalmente desprotegida ante las manchas. Estas pueden ser de líquidos, de otras sustancias o productos: alimentos, tinta, aceites, etc.
Si estas sustancias penetran en el interior de la madera puede ser que sea imposible eliminarlas por completo. Otro tipo de manchas, en este caso las blanquecinas, suelen estar provocadas por la humedad o por el contacto con alguna fuente de calor.
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Ojo con los cambios de temperatura
Una de las cosas que te ayuda a mantener en buen estado la madera de interior es tratar de que la temperatura en el interior sea más o menos constante.
Por eso es importante utilizar los aparatos de climatización, tanto de aire acondicionado como de calefacción, de una manera razonable, sin llegar a temperaturas extremas. El ambiente se reseca y la madera tiende a contraerse y sufre.
También lo hace si la humedad es excesiva, por lo que en zonas de climatología muy fría y húmeda puede ser buena idea utilizar un deshumidificador que solucione el problema en parte.
La acción de los rayos del sol
Aunque la madera esté en el interior de tu casa, debes saber que el sol también puede afectar a tus muebles o al suelo de parquet. Entra por las ventanas y es casi imposible evitar que los rayos no incidan sobre determinadas superficies.
La madera es, además, un material que cambia de color cuando recibe luz, por los rayos UVA. Un buen tratamiento específico puede paliar estos efectos solares sobre la madera.
El cuidado que necesitan tus muebles
Una madera desnuda, en bruto, es una madera desprotegida y vulnerable. Si tienes esto claro te darás cuenta de lo importante que es aplicar a tus muebles un producto de acabado que los proteja.
Por eso, en el caso de que hayas restaurado un mueble, lo hayas pintado o decapado, debes acabar la pieza con un barniz, por ejemplo. Además de proporcionarle dureza y de evitar que se manche demasiado, lo protegerá del calor y la humedad.
Un buen barniz, mate o satinado, puede ser la protección que tus elementos de madera necesitan: muebles, puertas, ventanas, carpinterías, etc.
Más allá del barniz
No es el único producto que existe para proteger la madera en el interior de casa. También tienes a tu alcance otras alternativas como el protector al agua o el aceite.
El primero es un producto que penetra en lo más profundo de la madera, dejando el poro abierto, y la protege de los agentes externos. Así la madera estará a salvo de la humedad y de los rayos del sol que entren por las ventanas.
Los protectores al aceite nutren la madera y también la protegen.
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Para el exterior, apuesta por los lasures
Aunque existen diversos productos para proteger la madera que está en el exterior, a la intemperie, los lasures son uno de los más avanzados y que mejores resultados obtienen.
Se trata de un producto compuesto por resinas flexibles que penetran en la madera hasta el interior y permiten que el poro quede abierto. Así regulan mejor la humedad y facilitan que salga el vapor de agua al exterior. La protección es total y el acabado de lo más natural.
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