Transformar un pajar en una casa moderna y funcional, respetando su esencia y su herencia arquitectónica es el reto al que se enfrentó el arquitecto Patrick Genard. Y del que, a juzgar por el resultado, salió victorioso. “En todos nuestros proyectos, partimos de una premisa: mejorar el lugar. La buena arquitectura debe tener en cuenta el lugar en el que se asienta, su contexto histórico, social, político y cultural. Más aún aquí, donde esta herencia era muy rica e inspiradora. Por ello, decidimos conservar lo mejor de la tradición y utilizar lo mejor de la modernidad para crear un espacio cálido y acogedor, abierto a la naturaleza y con una marcada personalidad humanista”.
Claves del proyecto
En esta tarea, el volumen interior, la doble altura, los dos grandes arcos abriéndose a un patio-jardín, las dos arcadas bajo el tejado o los espesos muros de piedra mezclada con trozos de terracota han sido restaurados y enfatizados con la introducción de más luz natural, uno de los elementos clave a la hora de lograr el objetivo.
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Una funcional entrada
Al contemplar sus muros de piedra, nada hace presagiar que dentro se esconde una casa espectacular, donde conviven en armonía la tradición y la modernidad, sin estorbarse, más bien al revés, beneficiándose ambos de su compañía. Al abrir la puerta se percibe el contraste de materiales: escalera con peldaños de piedra calcárea, madera en paredes, muebles y armarios y microcemento en el suelo. Una mezcla que enriquece el conjunto y potencia la belleza de cada uno de ellos.
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Espacios llenos de luz
La luz, al contrario de lo que ocurría en la edificación original, es protagonista en todos los espacios. La fachada sur, originalmente ciega, se ha abierto a la calle con una composición de ventanas de tejado de Velux con marco de piedra y carpintería de madera natural, en línea con la arquitectura del pueblo, dotadas sin embargo, de la tecnología Velux Active, que permite programar y gestionar desde el móvil la apertura o cierre de ventanas, persianas y cortinas eléctricas, indicando en cada momento el punto exacto de temperatura y cantidad y calidad de luz natural. “Las ventanas han permitido bañar con una gran cantidad de luz cenital el espacio único con doble altura, al mismo tiempo que las nuevas ventanas en la fachada sur han permitido el acceso de luz solar directa a la cocina y a la suite en la planta superior”, señala el arquitecto.
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Salón con espíritu libre
En esta vivienda del Baix Empordà, el interiorismo, obra de Giada Frangioni, pone el acento en luz, cálida y difusa. El mobiliario utiliza una gama de materiales naturales similares a los de la arquitectura para crear un conjunto armónico, resaltado con colores vivos.
Así, un gigantesco sofá Loop de Arper, decorado con cojines de seda natural, estructura el salón y, con su forma de U abierta, se hace eco de las ‘mezzanines’ (entrepiso). Mientras que la lámpara de techo Leonardo de Santa & Cole crea el efecto del sol y diferentes elementos naturales patinados y esculpidos por el paso del tiempo (troncos, raíces, piedras….) están expuestos a modo de esculturas.
Espacio único
La planta baja de la vivienda alberga una amplia cocina-comedor, un gran salón de doble altura y, gracias a los grandes ventanales, el patio-jardín también queda integrado en el conjunto. En la reforma, se han utilizado materiales en claro contraste con los existentes, como suelo de microcemento, losa de hormigón blanco, tabiques de yeso azul añil, perfiles metálicos y formica negro mate o herrajes de latón patinado, para que se resalten mutuamente. Esto ha permitido crear unos interesantes binomios de contrastes, liso-rugoso o claro-oscuro, que dan mucha personalidad al proyecto.
Cocina abierta
La doble altura del salón comedor permite crear un espacio único, pero a la vez separado visualmente, donde la cocina queda en la parte baja. La abundante luz natural que baña los espacios, hace posible diseñar una cocina con muebles negros, que añaden un plus de sofisticación a una edificación rústica en su origen. El resultado es realmente espectacular, gracias, en parte, al precioso pavimento cerámico en azul y negro.
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Con 'office' central
Distribuida en L, una mesa extralarga, coronada con una lámpara a juego en tamaño, color y diseño, ejerce las funciones de comedor y, dada sus dimensiones, también brinda una superficie extra de trabajo. La zona de fuegos ocupa la pared más pequeña de la L, mientras que la de aguas se sitúa en la más larga, bajo un gran ventanal. Los armarios para guardar se reparten por ambas áreas y una estantería suspendida ofrece un plus de almacenaje, lleno de estilo y ligereza.
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Zona de estudio
Con 251 metros cuadrados, repartidos en dos plantas, la baja alberga la zona social, mientras que la primera, la privada con una habitación tipo ‘suite’ y dos estudios-bibliotecas situados sobre el gran salón, en los que, una vez más, las ventanas de techo de Velux proporcionan la luz que se necesita en estos espacios tanto para trabajar como para leer. Vestido con una estantería adosada a la pared, un escritorio de gran tamaño ofrece sitio para que dos personas trabajen o compartan mesa sin estorbarse.
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Un pasillo bien aprovechado
Consciente de la importancia, y la necesidad, de espacio para guardar de las casas actuales, Patrick Genard ha diseñado un pasillo abierto por uno de sus lados a la planta baja, lo que crea sensación de amplitud, y con una pared de armarios de madera hasta el techo, por el otro. Una solución ingeniosa, decorativa y tremendamente funcional.
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Dormitorio tipo ‘suite’
El dormitorio de matrimonio incorpora, además de la zona de descanso, una de relax, con un coqueto sofá y una mesa auxiliar, un vestidor y un baño. Con paredes azules y contraventanas de madera, todo invita al descanso y la calma. Un ambiente muy cálido, que además de suelo radiante por aerotermia, cuenta con una chimenea, al igual que el salón y la cocina, para subir los grados, proporcionar atmósfera y reducir la factura energética.
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Baño ‘spa’
Como el cuarto de baño forma parte del dormitorio de matrimonio se mantiene el mismo juego entre el color azul, el blanco y la madera. Su distribución aprovecha al máximo el espacio con un gran mueble bajolavabo con dos lavamanos y un espejo Xl en uno de sus lados y en el otro, una ducha con sauna, convirtiéndolo en un auténtico ‘spa’ en casa.
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Patio-jardín
Con la finalidad de integrar el patio-jardín al espacio construido y hacer de él la prolongación natural de la casa, se han utilizado dos enormes puertas correderas de cristal que permiten una gran fluidez entre interior y exterior, al mismo tiempo que refuerzan la entrada de luz. Fuera, un gran árbol crea un rincón de sombra, ideal para disfrutar del buen tiempo.
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