Sobre la fachada de tu casa, en una pérgola, en un balcón o en una valla… Las enredaderas le dan al jardín un aire especial, encantador y misterioso. Son capaces de elevar el toque verde y natural por encima de estructuras y soportes de una forma increíble. El resultado no puede ser más fresco y decorativo. Descubre cómo has de cultivar las enredaderas para lograr el mejor resultado.
Para todos los gustos
Las enredaderas son plantas de uso ornamental que tienen muchas aplicaciones en el jardín. También en el interior de casa, cultivadas en maceta, aunque solamente algunas variedades y en menor medida.
Su ubicación ideal es en el exterior, al aire libre, trepando por cualquier superficie o soporte que tengan cerca.
Una de las características de este tipo de plantas es su amplísima variedad. Existen muchos tipos de enredaderas, muy diferentes entre sí, aunque todas comparten la cualidad de enroscarse de sus tallos. También hay algunas enredaderas que producen raíces aéreas, que van creciendo y escalando por cualquier superficie.
Por lo demás encontramos trepadoras con flor y sin ella, de hoja perenne y caducas, de crecimiento rápido o más lento, con tallo herbáceo o leñoso, etc.
¿Cuándo conviene plantarlas?
La manera más habitual de hacernos con algunas enredaderas para nuestro jardín consiste en adquirirlas en un vivero, plantadas en maceta. Una vez en casa, tendremos que trasplantarlas al suelo, en la ubicación que hayamos elegido para ellas.
La época ideal para plantar enredaderas es en primavera, cuando las temperaturas son suaves y todavía no hace demasiado calor. Así les damos tiempo para adaptarse a su nuevo entorno antes de que llegue el momento de enfrentarse a temperaturas más extremas.
Preparar el terreno
Si quieres tener éxito a la hora de plantar tus enredaderas es importante que dediques un tiempo a preparar el terreno donde vas a ubicarlas.
Comienza por regar a conciencia la tierra y, después, límpiala muy bien de malas hierbas. A continuación hay que cavar el terreno para airear la tierra. Tampoco está de más enriquecerla con un abono de tipo orgánico.
Si sigues estos pasos habrás dejado el terreno perfecto para acoger a tus nuevas trepadoras.
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Contra la pared
A la hora de plantar una de estas plantas has de pensar sobre qué soporte o estructura va a trepar. Si la vas a colocar junto a una pared, ya sea una valla o la fachada, debes dejar unos 30 o 40 cm entre esta y la planta.
Una buena opción es utilizar una rejilla especial para que las enredaderas crezcan sobre ella y no sobre la propia pared. Así podrás separar la planta sin que se estropee en caso de tener que reparar o pintar el muro.
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Cómo hacer el agujero
Una vez has dejado listo el terreno para plantar la trepadora llega el momento de cavar el agujero. Este ha de ser lo suficientemente profundo y ancho.
Un truco para orientarte consiste en fijarte en la maceta en la que has traído la planta del vivero y que contiene ahora las raíces. Cava un hoyo que tenga el doble de diámetro y de profundidad que la maceta en cuestión. Estas son las dimensiones aproximadas que necesita la planta en su nueva ubicación.
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Un terreno con buen drenaje
¿Ya has cavado el hoyo donde vas a colocar tu enredadera? A continuación has de llenarlo totalmente de agua. Esto se hace por varios motivos. En primer lugar sirve para humedecer completamente el terreno de forma que las raíces de la planta comiencen enseguida a absorber agua.
Además, llenar el hoyo de agua dos da una idea de cómo es el drenaje del terreno. Si el agua desaparece pronto filtrada en la tierra es que el drenaje es bueno. Si queda estancada durante largo tiempo significa que la tierra de esta parte del jardín no drena bien. Esta información es interesante de cara a establecer una pauta de riego correcta en el futuro.
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Los cuidados que necesitan
Como ya comentábamos al principio del artículo, existen muchos tipos de plantas trepadoras con sus propias características. No todas van a necesitar los mismos cuidados, aunque sí se pueden establecer unas pautas generales comunes a todas.
- En el caso de que tus enredaderas vayan a necesitar un soporte por el que trepar, lo mejor es proporcionárselo desde el principio.
- Aunque a algunas les gusta más que a otras estar a pleno sol, son muchas las especies de enredaderas que prefieren la semisombra. Ten en cuenta el clima del lugar en el que vives.
- Riega abundantemente en primavera y verano, sobre todo si el clima es cálido y están a pleno sol. Busca información específica sobre las especies de enredaderas que tienes, ya que cada una presenta distintas necesidades hídricas.
- Abona tus trepadoras una o dos veces al año con un fertilizante específico de liberación lenta que incluya nitrógeno, fósforo y potasio. También puedes utilizar abonos orgánicos o combinar ambos tipos.
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Trepadoras sin flor que son una belleza
Son muchas las plantas trepadoras sin flor que puedes plantar en tu jardín. Si bien no florecen en primavera añadiendo color al espacio, podrás contar con los atractivos tonos verdes, naranjas o rojos de sus hojas, tan bellas como las más coloridas flores.
Una de las más comunes, y no por ello menos atractiva, es la hiedra (Hedera helix). Fuerte, resistente y con unas preciosas hojas de color verde brillante, es una trepadora fácil de cuidar que necesita pocas atenciones. Solo tendrás que podarla para vigilar su crecimiento, ya que es invasiva.
Otro ejemplo es la parra virgen (Parthenocissus tricuspidata). Aunque no tiene flores, sus hojas (antes de caer, ya que es una especie de hoja caduca) cambian de color en otoño, del verde al naranja y después al rojo, llenando el jardín de belleza.
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Trepadoras con flor, puro espectáculo
Elegir enredaderas con flor hará que la primavera sea todo un acontecimiento en tu jardín. Existe, además, un amplio repertorio de especies para elegir. Como la glicinia (Wisteria sinensis), con su bellísimas flores de color lila, azul o blanco. O la buganvilla (Bougainvillea spp.), perfecta para climas benignos y soleados como el mediterráneo.
¿Quieres poner un toque exótico? Apuesta por la pasionaria (Passiflora caerulea), una trepadora que en primavera se llenará de flores realmente especiales, de apariencia tropical. Además, crece muy rápido, siempre que la riegues abundantemente, sobre todo en verano.
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