La iluminación es uno de los aspectos más importantes de la decoración de salones, pero también uno de los más difíciles de lograr con éxito. Para poner algo de luz a algunas de las cuestiones principales de un proyecto lumínico, hemos pedido consejos a expertos en la materia. ¡Estas son sus recomendaciones!
Busca aliados
“Tal y como no elegimos un color suelto, sino que lo escogemos para combinar con el conjunto de tonalidades ya presentes en un espacio, lo mismo pasa con la luz. La iluminación se trabaja pensando en el conjunto: luz natural, artificial, colores, materiales y distribución de los muebles. Teniendo en cuenta todo: translucidez, brillo, reflejos, opacidad y transparencia”, apunta la interiorista Anna Simonet, de Anna & Co.
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Establece zonas
El salón es, y ahora con más motivos, el corazón de la casa. El lugar donde se hacen maratones de serie los fines de semana, se comparten sobremesas delante de un café, se disfruta de juegos en familia, se lee un libro a media tarde, se echa la siesta, se hacen las comidas rápidas y también las demás, ya que muchos incorporan el comedor, y, ahora, se realizan los deberes y se teletrabaja.
Por eso, antes de elegir las lámparas y la iluminación más idónea, debes establecer áreas dentro del espacio. “Crear zonas te va a permitir saber qué tipo de iluminación quieres y necesitas (luz directa, indirecta, cálida, tenue…). Así, en un espacio tan versátil como el salón comedor, tendrás la iluminación adecuada y confortable para tu estilo de vida en casa”, apunta la interiorista y 'deco coach'.
Marca las pautas
Una vez hayas establecido las diferentes zonas, en función de la actividad que desarrollas en ellas, llega el momento de elegir las lámparas de salón nuevas, adaptar las luminarias que ya tienes y ponerte manos a la obra. Sigue siempre el esquema habitual, en el que se mezcla luz general, luces funcionales o focales y de ambiente o decorativas. Ten en cuenta que, la general, generalmente suave o difusa y, a ser posible regulable, es la primera capa de iluminación y marca las pautas del espacio.
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El estar
Podríamos decir que la zona de estar, la que se establece alrededor del sofá, es el centro del salón, por eso su iluminación debe ser, no solo adecuada, sino también cálida y confortable, capaz de crear ambiente. “La sala de estar es una zona de relax y descanso, por lo tanto, tenemos que usar una iluminación relajada y evitar los deslumbramientos. En el área de los sofás, evita los empotrables técnicos en el techo justo encima de ellos y apuesta por luminarias de pie o sobremesa”, señala Iván Meana, director de Proyectos de Faro Barcelona.
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El rincón de lectura
Convertido en uno de nuestros lugares de la casa preferidos, necesita una iluminación (y un ambiente), adecuada para disfrutar de esos momentos de calma. “La luz de tarea es directa e intensa y resulta ideal para ciertos cometidos, como la lectura. Esta luz va directa al área, es más brillante que la iluminación ambiental, no deslumbra y es lo suficientemente fuerte como para evitar la fatiga visual. Lámparas de mesa y de pie proporcionan una buena luz en el estar, reforzando el estilo de diseño deseado para ese espacio”, apuntan desde Vibia.
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Los muebles y la librería
Muchas veces no se presta la suficiente atención ‘lumínica’ a piezas como aparadores, vitrinas librerías, por lo que quedan deslucidos o perdidos entre el resto de la iluminación y la decoración del espacio. “La librería y otros muebles del salón quedan muy bien iluminados con tiras de led de luz indirecta. Otra opción que consigue un toque estético diferencial es colocar pequeñas luminarias decorativas”, señalan desde Faro Barcelona.
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El arte y otros elementos con carácter
Las obras de arte ganan protagonismo y se convierten en uno de los elementos decorativos estrella de este año. Por eso, necesitan una iluminación que esté a la altura de las circunstancias y de la calidad artística, por supuesto.
“La luz de acento se utiliza para resaltar un objeto o un área específic, como obras de arte, detalles del mobiliario o elementos arquitectónicos, convirtiéndolos en puntos focales. Para este tipo de iluminación son preferibles accesorios ajustables, ya que permiten un enfoque de precisión en pequeñas áreas u objetos. Las luces empotradas en el techo, las de riel o las luminarias de pared son muy eficaces, dado que pueden ser angulares y dirigirse”, aconsejan desde Vibia.
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El escritorio
Las clases online y el teletrabajo ha incorporado la oficina en casa y, más concretamente, en un rincón del salón. Por eso, es conveniente contar, además de con una buena iluminación general, con algún punto de apoyo, preferiblemente de sobremesa, que nos dé la luz que necesitamos para trabajar, atenuando, al mismo tiempo, el brillo de la pantalla del ordenador.
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El televisor
Estamos tan acostumbrados a su presencia que, casi nunca, pensamos en él cuando realizamos la iluminación del salón. Sin embargo, también tiene algo que decir, en cuanto a luces se refiere. “Compensa el contraste lumínico que provoca tu televisor colocando una lámpara con una fuente de luz difusa cerca o detrás de la pantalla. También puedes instalar una tira de LED a su alrededor y tus ojos estarán tan descansados como cuando estás en el sofá”, recomiendan desde Ikea.
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El comedor
Si tu salón comparte espacio con el comedor, algo muy común en las casas actuales, la iluminación de este debe ser la adecuada y estar en consonancia con la del resto del ambiente, tanto estéticamente como de intensidad y color, para no parecer un satélite brillante u oscuro.
“En el comedor, podrías destacar la mesa con una o varias lámparas colgantes (en la imagen de Rotaliana) que crearán estilo y un espacio acogedor. El color y temperatura de la bombilla también es importante para ver bien lo que comes y para que el color de los alimentos se vea correctamente. Son aconsejables las bombillas de entre 2500 y 3500K”, aconseja Anna Simonet.
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