El aroma que se respira en un ambiente es un factor determinante que influye directamente en cómo nos sentimos en ese espacio. Las sensaciones olfativas son muy importantes si queremos estar plenamente a gusto en casa.
Crear un buen ambiente es una combinación de varios factores: la belleza de los espacios, la calidez que transmitan los materiales y, también, las sensaciones olfativas que se respiren.
Por eso es importante que te apliques en encontrar el mejor aroma para tu casa, ese olor que refleja su personalidad (y, por tanto, la tuya). Para lograrlo, será necesario que sigas algunas recomendaciones importantes.
Aire puro y limpio
Antes de tratar de encontrar el aroma que mejor le va a tu casa es esencial que el ambiente sea fresco y puro. Y para lograrlo solamente hay un camino: ventilar a diario y de la manera adecuada.
Purificar el aire es imprescindible para eliminar malos olores, por lo que el primer paso que debemos dar a la hora de crear buenas sensaciones olfativas en casa es ventilar.
Además, es una de las medidas necesarias que hemos de tomar para prevenir los contagios por coronavirus si decidimos reunirnos con familiares o amigos. Una vez tu casa esté bien ventilada, podrás buscar el aroma más adecuado.
El fin de los malos olores
Para conseguir el mejor aroma en casa has de empezar por vigilar esos “puntos negros” en los que se pueden generar olores desagradables: el cubo de la basura, las tuberías y desagües del cuarto de baño, algunos electrodomésticos como el lavavajillas, el zapatero, etc.
Para neutralizar posibles efluvios que provengan de estos lugares puedes utilizar absorbeolores como el carbón vegetal o el bicarbonato.
Cuestión de personalidad
Hay pocas cosas más personales que los aromas. Cada persona tiene sus propias preferencias y no a todo el mundo le gustan los mismos olores. Para dar con tu favorito es necesario buscar y probar, comparar unos con otros hasta encontrar esa fragancia que te parece sublime.
Sin embargo, y a pesar de lo personal de las sensaciones olfativas, existen ciertas pautas comunes para la mayoría de las personas. Por ejemplo, el aroma a limón se asocia con la limpieza y el del jazmín transmite confort.
Una aroma para cada habitación
Como regla general de actuación conviene no utilizar demasiados perfumes diferentes, ya que se mezclarán y el resultado puede ser bastante desagradable.
Sin embargo, es cierto que a determinados espacios le van mejor unos olores que otros.
En el salón resultan perfectas las fragancias cálidas y armoniosas que favorezcan el bienestar como bergamota, naranja o mandarina, canela, etc.
En el dormitorio, por otro lado, puedes crear un ambiente relajado y sereno con fragancia a lavanda, melissa o lilium. Como regla general, apuesta para toda la casa con aromas suaves, que no sean demasiado intensos.
Elige el ambientador adecuado
Una vez hayas decidido la fragancia que quieres para tu casa, queda por decidir el tipo de ambientador que vas a utilizar, teniendo en cuenta que cada uno de ellos es eficaz en unas circunstancias determinadas.
- Los ambientadores en aerosol van bien en casas amplias con techos altos. Son rápidos pero poco permanentes.
- Las velas perfumadas son ideales para aromatizar suavemente y decorar a la vez. Elígelas para el salón. Aunque tardan un tiempo en destilar la fragancia, resultan muy efectivas para crear un ambiente especial.
- Los mikados son unas cañas impregnadas con perfume que proporcionan un aroma tenue y continuo. Son ideales para espacios reducidos.
- Los difusores eléctricos tienen la ventaja de la comodidad. Los colocas y te olvidas hasta que llegue el momento de sustituir el recambio.
Apuesta por las opciones naturales
Siempre que sea posible es buena idea apostar por las fragancias naturales, que no aportan al ambiente ningún componente químico. El ejemplo más claro son las flores. Su fragancia es más delicada, y aunque también menos evidente, aportan frescor y son totalmente inocuas para el medioambiente.
Elige variedades aromáticas como el jazmín, el jacinto, la madreselva, el narciso, etc., teniendo en cuenta la época de floración de estas plantas, y colócalas en jarrones por toda la casa.
Otra opción es utilizar hierbas como la lavanda, el romero, la salvia, etc. Puedes colocarlos en pequeñas bandejas, en jarrones pequeños o, incluso, ponerlas en saquitos de tela para aromatizar los armarios.
El poder del incienso
Esta resina aromática, a la que se añaden aceites esenciales, desprende un aroma embriagador al encenderse y es una opción para ambientar de forma rápida el salón.
La clave está en usarla con moderación, ya que el olor puede resultar demasiado intenso. Además, y aunque aún no hay estudios en humanos que lo confirmen, los expertos opinan que el humo que genera el incienso podría ser tóxico.
A cada estación, su perfume
Que hayas encontrado la fragancia ideal para tu casa no quiere decir que tengas que ser absolutamente fiel a la misma y que no puedas explorar otras opciones. De hecho, es buena idea cambiar de aroma de vez en cuando para conseguir sensaciones diferentes.
Una alternativa es elegir diferentes olores en función de la estación del año. En otoño e invierno se imponen las notas de madera y los aromas de la tierra, del bosque, muy naturales. También van bien el cedro, el pino o la vainilla. En primavera y verano se imponen los matices cítricos y florales.
Lo último para aromatizar
Además de los ambientadores que ya conocemos, existen otros métodos para crear una buena atmósfera en casa, algunos de ellos muy novedosos.
- La pintura para pared con olor: no solamente no huelen como las pinturas corrientes, sino que destilan suaves aromas diferentes en función del color.
- Papeles pintados perfumados: para forrar el interior de armarios y cajones. Son habituales las esencias como el sándalo, el ámbar, la rosa, etc.
- Lámparas que desprenden aroma: llevan un difusor con forma de anillo colocado en el casquillo de la bombilla impregnado con unas gotas de aceite esencial.