Martina Klein sorprende con su nueva colección decorativa: 'Berlín 1920'

Hace ya cuatro años que Martina Klein irrumpió en la escena decorativa de nuestro país de la mano de 'Lo de Manuela', un proyecto que puso en marcha con mucha ilusión y en el que ha ido plasmando su pasión por el interiorismo.

La modelo argentina demostraba, así, que su arte se extiende más allá de las pasarelas, y daba a conocer esta firma (de la que es CEO) que recrea el universo de Manuela, una mujer 'ciudadana del mundo' que se crió viajando, y ha ido recolectando historias y objetos. Cada viaje a través del tiempo, de los años 30 a los 60, y alrededor del mundo, desde Estambul hasta Londres, inspira las diferentes colecciones, y la última que presenta es la de invierno, que recala en una ciudad en plena ebullición artística, el Berlín de 1920. 

En esta ocasión, y en un guiño a la capital alemana, 'Lo de Manuela' nos propone mezclar texturas y colores, adornando nuestros sofás con cojines de lana, o vistiendo la cama con elegantes colores como el chocolate oscuro, pero también nos sugiere incluir copas de cristal labrado en el menaje del hogar. Echamos un vistazo a las diversas y muy elegantes sugerencias para esta nueva temporada.

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El punto de partida: los locos años 20 en Berlín

Para entender el alma de esta colección, es necesario trasladarse a Berlín y sus locos años 20. Un par de años antes, en 1918, el mundo celebraba el fin de la mayor contienda que había vivido en toda su historia, la Primera Guerra Mundial, y Europa comenzaba un período lleno de optimismo, que será conocido, también, como los 'años felices'.

Aunque Alemania no ha salido muy bien parada tras la batalla, su capital se convierte en un escenario bohemio de revoluciones y arte, donde nacerá la conocida Bauhaus, la escuela de arquitectura y diseño fundada por Walter Gropius en 1919, y el nuevo Kabarett, que atraerían a artistas, intelectuales, arquitectos, periodistas, y a las musas de esta colección (Maggie, Petra y Elena). Una influencia que se aprecia, sobre todo, en la combinación de tonalidades terracota y verde caqui, así como algunas sillas.

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Mezcla de texturas

En sofá Palauet, que toma el nombre del espacio donde se realizó la sesión de la colección, una joya arquitectónica de principios de siglo en Barcelona, nos anima a mezclar las texturas.

Por un lado, el propio sofá cuenta con una funda de lino, una fibra muy natural, agradable al tacto y respetuosa con el medio ambiente, y se combina, a su vez, con los cojines de diferentes materiales, de alpaca y lana virgen, así como mantas de cashmere y de lana virgen mezclada con baby Yak, que han sido tejidas a mano en telares.

Una muestra más de que el universo decorativo vuelve a poner en alza el valor de lo artesanal, apostando por los métodos tradicionales.

Sin embargo, en cuanto a la tonalidad, comprobamos que es bastante uniforme, incorporando una paleta que de naturales y blancos, cono ligeros toques de terracota y negro.

Cojines con personalidad propia 

Los cojines son, sin lugar a dudas, el accesorio perfecto para cualquier sofá, y, lejos de lo que se suele imaginar, tienen un gran poder en la decoración. Y es que de una buena elección depende que se convierta en el broche de oro de cualquier salón.

Desde la firma, nos traen una amplia variedad de colores y texturas, pero también otros con cuidados detalles como éste, con un delicado bordado cuyo proceso de elaboración no es, en absoluto, sencillo, al tratarse de un material como el lino.

Detrás de esta pieza, que dibuja unos cardos o cardeñas, se esconden nada menos que 91000 puntadas de aguja, así que para realizar cada cardo se ha necesitado un trabajo de alrededor de seis horas.

El motivo de la elección de esta flor es sencillo: su carácter fuerte, que la lleva a crecer incluso en los lugares más áridos, y transmite toda esa armonía y energía al salón.

El terciopelo, el tejido estrella de la decoración de interiores

Ya lo adelantó Casa Decor hace un año. El terciopelo ha vuelto para quedarse, y aunque en la conocida cita de decoración pudimos verlo hasta en las paredes, en esta ocasión, se limita a los cojines. Como bien se puede apreciar en al imagen, se trata de una sugerencia muy elegante, que juega (con gran acierto) con colores tan diversos como el burdeos, el gris, el celeste, el camel y el ocre.

Y, de nuevo, prestando atención a los detalles, las líneas transversales tienen un acabado manual.

En clave terracota

En contraposición al salón anterior, en esta ocasión, se presenta un sofá también con funda de lino, donde se combinan diferentes tonalidades de terracota, camel y verde caqui. Una opción más cálida que las anteriores, pero igual de estilosa, y, para completar la escena y dar un toque natural, se ha incorporado una silla de madera, que le da un aire más moderno.

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El lino viste la cama

Para vestir la cama, 'Lo de Manuela' sugiere colores elegantes, como el chocolate, pero también el celeste, el bronce, el camel, el burdeos y el verde inglés. Tonalidades infalibles para conseguir una cama sofisticada.

En cuanto a la composición, de nuevo, se decanta por el lino que, como bien explica, sabe caer, y rezuma, además de naturalidad, distinción.

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Un guiño a la Bauhaus

A la hora de poner la mesa, el lino vuelve a reclamar su sitio a través de este mantel camel, y que se ve acompañado por una vajilla de gres (un material muy utilizado en menaje, dado que ofrece una gran variedad de texturas y su versatilidad) en gris claro. Así como unos originales cubiertos negros y servilletas azul piedra.

La silla situada a la izquierda de la imagen, con respaldo teka y asiento de rejilla de ratán, recuerda, por su forma, a la silla club de Josef Albers, artista de la escuela de la Bauhaus, que inspira la colección.

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Vuelve la porcelana de limoges para la hora del té

Tal y como lo anuncia la propia firma, una vez más, han querido rendir homenaje a las costumbres de nuestros padres y abuelos, proponiendo una delicada mesa de té, cubierta con un mantel blanco, y con su vajilla de Limoges, elaborada con esta dura porcelana blanca adornada con un filo de oro pintado a mano, que, según nos adelantan, es un nuevo básico.

Los orígenes de esta porcelana se remontan a finales del siglo XVIII, y a la ciudad francesa de Limoges, donde se realizaba su producción, un arte que volvió a renacer a principios del siglo pasado.

Acompañando al juego se encuentran unas copas de cristal labrado, así como un jarrón de terracota alto, estilo escultura, para dar a la escena un toque romántico.

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Una elegante propuesta navideña con detalles bohemios

La Navidad está a la vuelta de la esquina, y si todavía no tienes claro cómo decorar tu mesa, 'Lo de Manuela' nos sugiere unas cenas y comidas muy íntimas, acorde a la situación tan atípica que estamos viviendo.

A la luz de las velas, de un inconfundible color rojo, a juego con las bolas del árbol (que se han colocado encima de la mesa, como una pieza más) y un mantel que nos traslada a Oriente con su bordado con diseño paisley. Lo que le da un toque bohemio y exótico. 

En cuanto a la vajilla, se decanta por copas de cristal, y platos de porcelana de Limoges.

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