No nos cansamos de decirlo: la pintura es uno de los mejores recursos que tenemos a nuestra disposición para renovar por completo cualquier ambiente de tu casa.
Es una herramienta muy versátil con la que podemos hacer muchas más cosas que cambiar el color de las paredes: como, por ejemplo, decorarlas con todo tipo de rayas y franjas. Aquí tienes todo un repertorio de ideas que te inspirarán.
¿Horizontales o verticales?
Mucho se ha hablado sobre la conveniencia de elegir un sentido u otro a la hora de pintar rayas en las paredes, siempre indicando que las características del espacio eran determinantes. Desde hace décadas se ha pensado que las franjas verticales ampliaban visualmente una habitación, haciendo que los techos pareciesen más altos, mientras que las horizontales reducían en apariencia los metros cuadrados.
En realidad, esto último no está tan claro. Las rayas horizontales también tienen la capacidad de ensanchar el espacio, y por tanto de ampliarlo, aunque en habitaciones pequeñas deben utilizarse con mesura, pintando solo una pared o eligiendo colores claros y luminosos.
Un consejo
Ten en cuenta que las franjas anchas resultan más pesadas, mientras que las finas son más ligeras y transmiten mayor sensación de espacio.
¿Rayas iguales o diferentes?
Estas es otra de las grandes cuestiones que se plantean antes de pintar rayas sobre una pared. La respuesta dependerá del resultado que quieras lograr y de tus propias preferencias.
Las franjas de la misma anchura conseguirán un efecto más ordenado y equilibrado, mientras que si son diferentes el resultado es más dinámico y original, como en este estudio decorado con pinturas Bruguer.
Sobre un color mostaza se han trazado líneas en azul y gris oscuro, logrando un efecto diferente y especial.
Prepara la pared para el trabajo
Una vez has tomado las decisiones pertinentes, como qué tipo de rayas vas a trazar y de qué colores, llega el momento de preparar la pared.
- Comienza por despejarla de muebles y demás elementos, y por tapar con plásticos y cinta de carrocero todo lo que no quieres que se manche de pintura.
- Ahora llega el turno de marcar sobre la pared las líneas que después tendrás que pintar, con ayuda de un metro, un lápiz y un nivel para que queden totalmente rectas, ya sean horizontales o verticales.
- Ve tomando medidas desde el techo o el suelo y marcando los puntos para trazar las franjas.
Un consejo
Hazte con un nivel láser. Esta herramienta de bricolaje te ayudará a proyectar líneas totalmente rectas sobre la pared, tanto horizontales como verticales, lo que supone una gran ayuda en este tipo de trabajos y otros muchos.
Explora la técnica
Una vez tengas las líneas que van a definir tu proyecto marcadas con lápiz sobre la pared, llega el momento de empuñar brocha y rodillo.
- Comienza por pintar con el tono de base, es decir, el que va a dominar la pared. Si pretendes hacer rayas de dos colores alternos de la misma anchura, aplica uno de los dos tonos procurando no salirte de las líneas marcadas (en la medida de lo posible).
- Tendrás que dar la primera mano de pintura, dejar secar y aplicar la segunda.
- Ahora espera al menos 24 horas para asegurarte de que la pared se seca por completo.
El segundo color… y sucesivos
El siguiente paso consiste en pegar cinta de enmascarar a lo largo de la línea que separa las diferentes tonalidades.
- Ve poco a poco, asegurándote de que queda recta y bien pegada para que la pintura que apliques en segundo lugar no estropee el primer color.
- Comienza a repasar los bordes con una brocha o paletina estrecha, y después utiliza un rodillo para alisar el resultado.
- Aplica el producto siempre desde el límite hacia el interior de la franja, sobre la cinta de enmascarar, para que no penetre por debajo de esta y se manche la pared.
Un consejo
Una vez hayas terminado las rayas retira la cinta de carrocero con la pintura todavía húmeda. Si esperas mucho tiempo para quitar la cinta corres el riesgo de que se levante.
Un plus de intensidad
Elegir los colores para combinarlos en una pared de rayas es también un capítulo decisivo. Nada tiene que ver una pared con franjas en tonos neutros o claros, que unas rayas pintadas con colores intensos y potentes.
Elegir estos últimos es una estrategia infalible para aportar carácter y personalidad al espacio. Como recomendación general, lo mejor es utilizar estos tonos en zonas reducidas o en una única pared, para no sobrecargar el ambiente final.
Buscar el equilibrio
Si lo que prefieres es conseguir un resultado sobrio y equilibrado, la clave está en apostar por colores que armonicen entre sí.
Una idea es combinar tonos neutros, como en la pared de la foto. Las rayas van del beige al gris pardo, pasando por un suave arena, y se han pintado sobre una superficie de ladrillo que aporta textura.
Elige colores contiguos en la rueda cromática que te garantizan cierto equilibrio.
La imaginación al poder
Una de las ventajas más interesantes de crear rayas en las paredes es la posibilidad de crear efectos sorprendentes. Si te apetece intentarlo, no te limites a alternar dos colores sobre la pared y explora las muchas opciones que ofrece la pintura.
Puedes, por ejemplo, integrar piezas del mobiliario en la decoración de la pared, como en la imagen de la firma Little Greene. Se han utilizado exactamente los mismos colores, azul y gris hielo, para pintar pared y estantería, cuidando el trazado para que coincidan de forma precisa. El resultado no puede ser más decorativo y original.
Trazados geométricos
Si eres fan de la geometría en general, y de las rayas Chevron en particular, entonces te gustará esta idea de Crown Paints para plasmarlas en la pared utilizando tres colores con acabado metalizado.
Aunque la idea es laboriosa, no resulta difícil. Solo tienes que hacerte con la suficiente cantidad de cinta de enmascarar, pintar tu pared de blanco y, una vez seca, comenzar a trazar líneas alternando uves y uves invertidas para crear este mítico zigzag. Una vez lo tengas, haz tres franjas de cada tono: rosado, gris medio y gris grafito.
Hasta el infinito…
Exprimir al máximo la creatividad puede dar lugar a efectos más que originales.
Como en el espacio que se muestra en la imagen, en el que la franja rosa se extiende más allá de la pared y continúa por el suelo de madera azul oscuro.
Sirva como muestra de que en el universo de la pintura y el color los límites están por descubrir.
Para los pequeños de la casa
Las rayas, ya sean horizontales, verticales o en diagonal, son perfectas para decorar las habitaciones infantiles e, incluso, juveniles si aciertas con el color.
En ellas puedes experimentar con tonos alegres y llamativos, así como probar el efecto en una de las paredes o en todas. Si combinas el blanco con un fucsia intenso como el de la foto, tendrás una combinación divertida que no resulta recargada.