Nos encanta el papel pintado. No hay revestimiento más especial, decorativo y elegante para las paredes de toda la casa. Sin embargo, con el paso del tiempo se estropea y necesitamos cambiarlo; o simplemente queremos explorar nuevas tendencias.
Si alguna vez te has enfrentado a la tarea de retirar el papel pintado viejo sabrás que requiere de tiempo y esfuerzo. Sin embargo, existen técnicas y procedimientos que facilitan la labor. ¡Descúbrelos!
Mil razones para elegirlo
El papel pintado tiene un sinfín de ventajas que nos empujan a colocarlo en nuestras paredes y disfrutar de él. Además de su gran potencia decorativa, que nos cautiva sin remedio, se trata de un revestimiento práctico y bastante resistente. De hecho, y al contrario de lo que pueda parecer, en ocasiones se limpia mejor que la pintura (depende del tipo que elijas).
Por otro lado, el papel pintado te ayuda a dar volumen a los espacios, a hacerlos más dinámicos, a dotar de protagonismo a ciertos planos y conseguir que otros pasen inadvertidos.
La gran variedad de diseños, colores y estampados es otra de sus virtudes. Puedes elegir patrones geométricos, motivos botánicos y vegetales, diseños que imitan otros materiales, etc. Un sinfín de ideas geniales que podrás hacer tuyas.
Renovarse o morir
Hay tanta belleza en el papel pintado, tantas ideas cautivadoras, tantos matices que nos apasionan… que no es extraño que queramos cambiarlo con bastante frecuencia para decorar nuestras paredes. ¿Por qué no?
El único problema que podemos encontrar es que tendremos que retirar el papel antiguo de la pared, antes de colocar el nuevo.
No caigas en la tentación de pensar que puedes empapelar encima. Nuestro consejo es que no lo hagas. Si quieres evitar posibles defectos en el nuevo revestimiento, lo mejor es colocarlo sobre una superficie limpia.
Así que no te dejes llevar por la pereza y ponte manos a la obra. Con las recomendaciones que vamos a darte a continuación este trabajo será coser y cantar.
Prepárate para el trabajo
El hecho de que quitar el papel viejo sea una tarea sencilla, no quiere decir que no sea laboriosa, por lo que conviene preparar la habitación para trabajar lo más cómodamente posible.
Vacía la estancia si puedes o, al menos, retira los muebles y déjalos en el centro tapados con una sábana vieja.
Protege también el suelo con plásticos, busca todo lo que vas a necesitar y hazte con una escalera que te permita acceder a la parte más alta de las paredes.
A continuación, retira los embellecedores de enchufes e interruptores.
Fuera electricidad
Desconectar la electricidad de la habitación es un requisito fundamental que no siempre se tiene en cuenta.
Aunque no vayas a manipular ningún mecanismo eléctrico, para retirar el papel pintado de las paredes tendrás que mojarlas bastante. Y como los enchufes e interruptores estarán desprotegidos lo mejor es bajar los fusibles de la casa para evitar accidentes.
Antes de empezar a trabajar es conveniente que tapes los mecanismos eléctricos con cinta aislante o rellenando los huecos con papel de periódico.
Productos “quitapapeles”, una solución efectiva
Uno de los métodos más prácticos y fáciles para retirar el papel pintado consiste en utilizar un producto específico. Se trata de un líquido que encontrarás en establecimientos especializados y que has de pulverizar por toda la pared hasta que quede bastante mojada. No escatimes en la cantidad de líquido porque de ello dependerá que tengas éxito en la misión.
Una vez que tus paredes estén bien empapadas, debes dejar actuar el producto durante 15 minutos. Después ya podrás comenzar a despegar el papel, que se desprenderá fácilmente.
Un consejo
Existen productos que se pulverizan y otros que hay que diluir con agua (en la proporción indicada por el fabricante). Estos últimos se aplican con un rodillo de pintor. Ambos son igualmente efectivos.
La alternativa casera que funciona
Utilizar un “quitapapeles” comercial es efectivo pero no siempre es necesario. Si lo prefieres puedes utilizar un producto casero hecho por ti con el que también conseguirás buenos resultados.
Prepara una mezcla de agua caliente con jabón lavavajillas y aplícalo en la pared bien con un pulverizador, bien con una esponja.
La clave está en que la superficie quede bien empapada para que al tirar del papel no queden restos y los pliegos salgan lo más enteros posible. Una vez hayas aplicado el líquido, espera unos 15 minutos y comienza a despegar.
Trabajar con la espátula
Esta es una herramienta imprescindible a la hora de quitar el papel pintado, pero es importante manejarla bien si no quieres dañar la pared.
Ten en cuenta que, al estar mojado, el yeso es mucho más delicado y vulnerable, y cualquier movimiento brusco con la espátula puede derivar en un agujero o un profundo arañazo que después tendrás que reparar.
Para evitar desperfectos introduce con cuidado la punta de la espátula en la unión de dos pliegos lo justo para levantar una esquina del papel y así poder tirar del mismo.
Cómo quitar el papel vinílico
Los papeles de tipo vinílico tienen la particularidad de ser muy gruesos, resistentes y lavables, por lo que se suelen colocar en cocinas y cuartos de baño. A la hora de retirarlos es necesario utilizar otros métodos, ya que empaparlos no es la solución, puesto que no absorben el agua.
- Comienza por raspar la superficie del papel con un cepillo metálico, una lija gruesa o un rodillo de púas. De esta forma conseguirás que el agua que después tendrás que aplicar penetre hasta la capa de base y también hasta la pasta adhesiva.
- A continuación aplica la mezcla de agua y jabón (o el producto quitapapeles) a la pared y continúa el proceso de trabajo tal como hemos explicado anteriormente.
Soluciones para zonas que se resisten
Ya hemos dicho que retirar el papel pintado antiguo de la pared es laborioso. Por mucho que te esfuerces, siempre quedan restos difíciles de quitar. Para conseguirlo más fácilmente puedes rociarlos con una mezcla de agua y suavizante de la ropa y se desprenderán más fácilmente.
Otra alternativa eficaz consiste utilizar vinagre, que ayuda a disolver el pegamento. Mezcla agua y vinagre a partes iguales y aplícalo en las zonas difíciles.
El poder del vapor
Si eres de los que piensan que el vapor es un gran aliado a la hora de realizar numerosas tareas domésticas, entonces te gustará saber que también puede ayudarte a retirar el papel pintado antiguo de la pared.
Hay quien emplea la plancha o la vaporeta para tal fin, pero has de saber que existen herramientas específicas: los desprendedores de papel a vapor, que consiguen resultados excelentes sin necesidad de utilizar productos químicos.
Simplemente distribuyen el vapor de agua de forma uniforme por la superficie, reblandeciendo el adhesivo y consiguiendo que el viejo revestimiento se despegue con facilidad.
Paredes impecables, listas para redecorar
Una vez hayas retirado todo el papel pintado es el momento de eliminar cualquier resto de adhesivo que pueda quedar, para lo cual es conveniente frotar la pared con un trapo empapado en agua caliente a la que habrás añadido jabón.
Si las manchas se resisten, prueba a añadir bicarbonato o vinagre a la mezcla. Por último, aclara con un trapo mojado solo en agua.