Existe un amplio repertorio ideas y materiales para revestir las paredes de tu casa, desde la habitual pintura (que no deja de ser un recurso genial) hasta el papel pintado, pasando por la cerámica, los frisos, el corcho, las molduras y, por supuesto, los paneles de madera.
Hoy nos centramos en esta última opción para presentarte un revestimiento de lo más especial: elegante, decorativo y fácil de instalar para que puedas hacerlo tú misma.
Mil razones para elegirlos
Son muchas las ventajas que te ofrecen este tipo de paneles si te decides a utilizarlos para decorar las paredes. Para empezar, la madera es un material auténtico y noble que aporta una sensación de calidez difícil de alcanzar con cualquier otro revestimiento.
Además, los paneles de madera resultan versátiles y se adaptan a cualquier espacio de la casa, desde el salón al dormitorio, pasando por el cuarto de los niños o, incluso, el baño o la cocina (si se elige el material adecuado).
Otra ventaja es que podrás ocultar cualquier desperfecto que tengan las paredes, así como mejorar el aislamiento acústico y térmico de tu casa.
Ecos del pasado
Algunos paneles de madera que vemos hoy nos recuerdan a los revestimientos de pared de los años 60. Por aquel entonces se utilizaban paneles para decorar determinados espacios, aunque solía tratarse de planchas de aglomerado chapadas con un aspecto un tanto artificial.
En la actualidad contamos con paneles (macizos o chapados) realizados en maderas nobles, de gran belleza y autenticidad. Incluso tenemos a nuestro alcance materiales sintéticos que imitan la apariencia de la madera con absoluta fidelidad, y que son una opción perfecta.
No todo son frisos
Lo primero que nos viene a la cabeza cuando hablamos de revestimientos de madera para las paredes son los frisos de lamas dispuestos a media altura. Es una alternativa que, además de decorar, protege las superficies del roce y la suciedad por lo que es muy adecuada en habitaciones infantiles y espacios de alto tránsito.
Sin embargo, hay otras muchas formas de utilizar la madera para revestir las paredes. Puedes elegir formatos diferentes: paneles rectangulares, disposición de las lamas en espiga, patrones geométricos, palillería, etc. Tienes delante todo un universo por descubrir.
Un abanico de opciones
Este universo de ideas del que te hablábamos en el punto anterior se manifiesta de múltiples formas.
- Lamas machihembradas: las que se utilizan en los frisos verticales a media altura. Si las pones en sentido horizontal cambiarás la concepción del espacio. Son muy fáciles de instalar.
- Empanelados: la pared se reviste con piezas rectangulares o cuadradas entre las que las juntas quedan a la vista.
- Palillería: el revestimiento de madera se realiza con listones estrechos.
- Paneles compuestos de pequeñas piezas: consiguen un acabado original y muy dinámico. Son perfectos para resaltar una sola pared.
Apuesta por las maderas oscuras
La madera nos ofrece una interminable variedad de acabados, texturas y colores para elegir, en función del espacio y de nuestras preferencias. Si optamos por aquellas de colores oscuros como el wengué o la caoba, estaremos aportando un plus de elegancia al ambiente.
En cualquier caso, es importante considerar el tamaño de la habitación, así como la luz natural con la que cuente. Las maderas oscuras son perfectas para espacios amplios y luminosos.
Compensa el efecto global eligiendo elementos de colores claros para el resto de la decoración. Así el resultado es más equilibrado y consigues darle al revestimiento más protagonismo si cabe.
Oda a la verticalidad
Uno de los revestimientos de madera que más nos llaman la atención son los realizados con palillería. Es decir, paneles fabricados con listones estrechos capaces de lograr un efecto muy original.
Gracias a ellos las paredes se estilizan, se alargan hacia el techo en una interesante alabanza a lo vertical. Además, la palillería aporta relieve y dinamismo.
Si te gusta el resultado, tienes la opción de elegir entre diferentes tipos de madera: roble, haya, nogal, etc. Hay paneles para todos los gustos (y todos los bolsillos).
Incluso puedes elegir palillería realizada con materiales sintéticos aptos para instalar en zonas húmedas como cocinas y baños.
Instálalos tú misma
No hace falta ser un experto en bricolaje para instalar paneles de madera en las paredes. Todo depende del tipo de trabajo que quieras realizar: no es lo mismo revestir una sola pared, o incluso solamente una sección, que toda una habitación, lo que implica hacer uniones más complejas en las esquinas, etc.
Si el proyecto es sencillo, puedes lanzarte a la aventura e instalar los paneles tú misma. Existen diferentes métodos para hacerlo: encolados, instalados sobre perfilería metálica o sobre guías de madera.
Fijación con adhesivos
Pegar los paneles de madera directamente sobre la pared es el procedimiento más sencillo para instalarlos. Ten en cuenta que es un método adecuado para piezas que no sean demasiado grandes ni gruesas, ya que de lo contrario pesarán demasiado.
- Prepara la pared eliminando el polvo y cualquier suciedad que pueda tener. Rellena las grietas con masilla especial y repara los desperfectos. Esto es necesario para mejorar la adherencia del adhesivo y lograr mejores resultados.
- Si el tabique está en bruto y es de ladrillo o de hormigón, conviene que lo revistas con algún material aislante que proteja los paneles de madera de la humedad.
- Mide los paneles y córtalos a la medida adecuada. Ten claro cómo y dónde vas a colocar cada uno de ellos.
- Aplica el adhesivo en el reverso de los paneles o sobre la pared. Utiliza una cola de poliacetato de vinilo (PVA). Tendrás que ir aplicando puntos de encolado a una distancia aproximada de 40 cm.
- Instala la primera pieza, ajustándola en el lugar adecuado, y revisando con el nivel de burbuja que queda completamente recta. Ve colocando el resto, procurando que las uniones queden perfectas.
Sobre perfilería metálica
Esta opción no requiere que prepares la pared de forma especial, aunque debe estar limpia y seca.
- Comienza por fijar los perfiles metálicos con los tacos y tornillos adecuados en función del material del tabique. La profundidad estará según el grosor de los paneles.
- Deja una distancia de entre 40 y 60 cm entre los perfiles, según sea el espesor del revestimiento.
- Fija los paneles a la estructura metálica con tornillos especiales (estos han de colocarse a una distancia de unos 20 cm).
Sobre guías de madera
Esta forma de instalación en sencilla y adecuada, por ejemplo, en el caso de que las paredes de tu casa no estén totalmente lisas, ya que no se notará en el resultado final.
- Fija las guías de madera a la pared con tornillos y tacos especiales. Utiliza listones de pino de aproximadamente 40 x 20 mm.
- La distancia a la que tienes que fijar las guías varía entre 40 y 50 cm, en función del grosor de los paneles.
- Toma medidas y corta los paneles a la medida.
- Fíjalos a las guías de madera con tornillos o con un adhesivo específico.