“Comodidad, olor a vacaciones y a relax”, estos eran los deseos que los propietarios transmitieron a Tinda’s Proyect, artífices del proyecto de interiorismo, y, a juzgar por los resultados, se han hecho realidad. Situada en Palamós, una preciosa localidad de la Costa Brava, la vivienda cuenta con 140 metros cuadrados distribuidos en dos plantas, más 30 metros cuadrados de terraza: ¡todo un lujo!
Salón con salida a la terraza
A pesar de tratarse de una casa adosada, no tienes la sensación de estar ‘rodeada’, debido a que cuenta con claraboyas que llenan de luz natural todas las estancias. Además, las vistas a la terraza desde la planta baja y al mar desde la superior potencian ese bienestar propio de los chalets individuales. El salón comedor es, con permiso de la terraza, el corazón de la vivienda. Abierto y proyectado hacia el exterior, permite vivir dentro como si estuvieras fuera y al revés.
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Terraza con 'chill out'
Esta casa no sería lo que es sin su terraza, desde la que se escuchan las olas del mar. Es el rincón preferido de los propietarios para las veladas con amigos o para desconectar en la única compañía de un buen libro. Se ha distribuido en dos espacios diferenciados, pero conectados estilísticamente. Uno que actúa como comedor al aire libre y otro de relax, donde una cama balinesa recrea la atmósfera relajada y apetecible de un ‘chill out’. Aquí, paisajismo y decoración se dan la mano. Las plantas y los setos proporcionan frescura y color, mientras que las telas y accesorios siguen el mismo hilo conductor con estampados vegetales en colores verdes muy frescos.
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Un estar armónico que invita al relax
Desde el sofá rinconero en forma de L se disfrutan unas vistas excepcionales. La armonía visual de los tonos naturales y suaves de las tapicerías, cortinas y mobiliario se ve salpicada, como un guiño al cercano e inspirador mar Mediterráneo, con toques azules en los cojines, cuadros, pantallas de lámparas y otros elementos decorativos.
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Comedor inundado de luz
Para recrear esta decoración mediterránea, nada mejor que las fibras naturales, un indispensable del estudio, de cestas de plantas, lámparas, piezas de mobiliario o alfombras. Situado junto al estar, el comedor se limita a una mesa rectangular y seis sillas de mimbre, usando como aparador, el mueble a medida bajo la escalera.
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Bajo la escalera
El color blanco, base de todos los ambientes de este dúplex, potencia la luminosidad y la amplitud de los espacios, al mismo tiempo que destaca cada una de las piezas decorativas que visten paredes y mobiliario. La excepción la marcan los dos muebles hechos a medida, uno junto al sofá y el otro bajo la escalera que, al ser de madera blanca, quedan totalmente integrados, cediendo su protagonismo a los elementos que los decoran.
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Cocina pequeña pero muy funcional
A pesar su reducido tamaño, la cocina cuenta con una práctica mesa de 'office', ideal para el desayuno y las comidas de diario. Decorada en blanco y negro, una combinación moderna y efectista, los elementos de madera y fibras dan una pincelada de calidez y la conectan con el resto de la vivienda. La ventana se ha vestido con un ligero estor que deja pasar la luz, multiplicando, al mismo tiempo, los metros visuales.
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Escalera bien aprovechada
El cuidado interiorismo de este proyecto se siente en cada rincón. Así, la subida a la segunda planta convierte una pared blanca en un verdadero escaparate decorativo, donde se exponen con acierto una fotografía XL en blanco y negro y dos decorativos apliques.
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Dormitorio de matrimonio
En la habitación principal, tipo suite, se repiten los mismos patrones estéticos que en la parte social. Es decir, predominio del blanco, toques de materiales naturales en las lámparas, y una nota mediterránea de color azul mar en los textiles que visten la cama. Destaca el cabecero tapizado en gris, un tono ‘muy Tinda’s’, con el detalle de las tachuelas que siguen el contorno.
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Rincón del dormitorio
Para lograr una mayor integración y un ambiente relajado y zen, la cómoda alta y el espejo del dormitorio de matrimonio son de madera pintada de blanco, logrando (casi) mimetizarse con la pared. Los complementos de fibras vegetales y la caracola contribuyen a recrear esa atmósfera en calma que debe tener una casa en la playa.
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Cuarto de invitados con tonos luminosos
Para la habitación de invitados se ha optado por otro color ‘vacacional’ y lleno de energía: el amarillo sol. Un tono que combinado con el blanco y el gris claro de las sábanas resulta no solo muy llamativo sino también muy relajante. En los cojines se juega con las mismas tonalidades, aunque con diferentes estampados y dibujos para romper con las líneas simétricas del conjunto de la decoración. Para mantener el nexo de unión con el dormitorio de matrimonio, las dos camas cuentan con un cabecero con tachuelas.
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Cuarto de baño, sobrio y elegante
Luminoso y con vistas al mar, el cuarto de baño del dormitorio principal (la vivienda tiene dos), combina sobriedad y elegancia a partes iguales. Distribuido con los elementos en línea, los detalles ‘deco’, como el cuadro, la planta o las velas, proporcionan un plus de calidez al espacio. “Los aromas son ideales para aportar esa esencia que personaliza el ambiente, haciéndolo aún más agradable”, señala Eva Mesa de Tinda's Proyect.
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