Recorremos la espectacular mansión de Pharrell Williams en Miami

Mientras que la crisis del coronavirus ha supuesto para muchos el momento idóneo para aprender y encontrar nuevos hobbies, para el cantante Pharrell Williams ha sido una gran oportunidad inmobiliaria. El artista ha adquirido una espectacular vivienda en Miami, por nada menos que 27,6 millones de euros (unos 30 millones de dólares), y cuyo propietario, un exejecutivo de Univisión, Ray Rodríguez, ha rebajado su precio en algo más de diez millones. Una compra que le sirvió al intérprete de Happy para mudarse desde California a Florida en plena emergencia sanitaria. Su nueva vivienda está ubicada en Coral Gables, cuenta con más de 13.000 metros cuadrados, y es conocida como 'El Palmar'.

Construida en 2006, dispone de 9 habitaciones y 12 baños, una impresionante bodega, biblioteca, ascensor y piscina. Un refugio de ensueño donde el cantante pudo pasar la cuarentena, y del que descubrimos su exótica decoración interior.

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Una acogedora sala de estar, con detalles tribales y orientales

En esta sala de estar, se combinan los colores claros con la madera, confiriéndole, así, un aire acogedor. De hecho, como bien se puede apreciar en la imagen, en el centro de la estancia, se encuentran un sofá y varios sillones en blanco, a juego con las cortinas que cubren los ventanales, enmarcados en madera.

Asimismo, uniendo todas estas piezas de mobiliario, hay una mesa de centro acristalada, con líneas doradas. Un truco que sirve para dar más amplitud al espacio.

Uno de los detalles que no podía faltar en un cuarto como éste es la chimenea, de piedra, coronada por un cuadro con marco dorado, y 'escoltada' por dos esculturas con sello oriental. 

Éste no es el único toque exótico de la casa de Pharrell Williams, ya que, a la izquierda de la imagen, observamos un cuadro y un mueble de inspiración tribal.

Una tupida alfombra cubre el suelo de madera, mientras que los grandes ventanales no sólo permiten la entrada de la luz natural, sino que, además, conectan con el frondoso exterior que lo rodea.

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Un salón de corte colonial

Basta con echar un simple vistazo para darse cuena de que la madera es la absoluta protagonista de este salón. Podemos encontrar este material en cualquier esquina del cuarto, incluso revistiendo los altos techos, el suelo, protegido por una alfombra de tonalidad clara, y las paredes.

De nuevo, en el centro, se ha creado un área bien diferenciada del resto, conformada por dos butacas,  envueltas en un tejido similar al estampado Príncipe de Gales, un sofá a rayas, otras dos butacas de cuero, al fondo, y una mesa auxiliar de madera. Estas dos últimas resultan clave en la decoración del salón, ya que potencian un ambiente al más puro estilo colonial.

Diversos detalles lo revelan: la presencia de la madera, del cuero, y, sobre todo, diferentes elementos decorativos. Un cuadro, con marco dorado, que representa una escena marina, un telescopio y una maqueta de un barco de vela. Piezas que bien podrían estar sacadas de otra época, y que contrastan con otras modernas, como el televisor de plasma.

Y, de nuevo, una chimenea, prácticamente camuflada con el resto de la decoración, que potencia la calidez de la sala.

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Cocina con distribución americana

La cocina presume de una distribución típicamente americana. A un lado, una isla central, con encimera de mármol y varias sillas, instalada en el área de los fogones. Y, al otro lado, una zona de comedor.

En la primera, la tonalidad plateada de los electrodomésticos encaja a la perfección con el mobiliario de color blanco, a lo que se suma una lámpara de techo dorada, de estilo industrial.

Por otro lado, en la segunda, tal y como se ha señalado con anterioridad, se encuentra con una mesa alargada de madera, separada del resto de la dependencia gracias a un mueble con encimera blanca. 

En cuanto a los elementos decorativos, se ha recurrido a un llamativo cuadro para dar un toque de color a la cocina, pero, también, a diversas flores, muy decorativas.

Por último, cabe señalar los brillantes suelos de mármol y los altos techos.

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Un dormitorio que 'mira' al lejano Oriente

La madera toma, una vez más, este cuarto principal. La cama, las mesas de noche, la silla, el suelo y hasta las contraventanas dan fe de ello. Y, aprovechando su notable presencia, se han distribuido, a lo largo del cuarto, diversos cuadros enmarcados en un material que, si no se trata del mismo, es similar. 

Al lado izquierdo, se aprecia un recatado tocador, en madera más clara, sobre el que se ha colocado un pequeño espejo.

No obstante, lo que también llama la atención son los casi imperceptibles detalles de artesanía oriental. Y es que, justo al lado de la cama, descubrimos que la lámpara cuenta con una base que, en realidad, parece un jarrón oriental, y otro de mayor tamaño se encuentra al lado de la silla.

La habitación está, además, a tan sólo un paso de la vegetación exterior.

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Colores románticos

En las nueve habitaciones de la vivienda no se mantiene el mismo estilo decorativo. En este dormitorio, se ha optado por combinar una paleta de azul turquesa (en tono intenso y más claro) con el blanco. 

A los pies de la cama, se ha colocado un cómodo banco, y justo delante, un mueble alargado, sobre el que reposa un televisor.

Más allá, se divisa una puerta acristalada que conecta, directamente, con el exterior, y a cuyos lados se han colocado dos armarios idénticos.

Lo que sí se ha mantenido con respecto al resto de la vivienda es el suelo, de madera, así como la alfombra tupida que lo cubre.

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Un baño minimalista

La decoración de uno de los baños de la mansión se desmarca de lo visto hasta el momento. Aquí, se ha decidido por una decoración sencilla y minimalista, en la que se pueden diferenciar dos partes.

A un lado, un mueble de madera, que se ha convertido en un improvisado tocador con un pequeño espejo y un cesto para colocar las toallas.

Al otro, una ducha, con mamparas de cristal, y una bañera que se hunde en el suelo de mármol. Y es que se sitúa justo a ras del suelo, pero con vistas al entorno privilegiado de la casa.

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Un refugio en pleno paraíso natural

Si el interior del hogar del cantante era espectacular, su exterior no se queda atrás. Las palmeras y otros árboles inundan el gran jardín, donde, además, hay rincones pensados para disfrutar del mismo, como éste de la imagen.

Un espacio cubierto y protegido por diversas columnas que, en su interior, guarda varios sofás de fibra natural, adornados con cojines blancos y azules. Y, por si fuera poco, cuenta con su propia barbacoa, y una isla que se asemeja a la barra de un bar.

De este modo, en verano, el artista podrá organiza cualquier fiesta al aire libre.

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Una piscina rodeada de flores

Uno de los reclamos de la vivienda es esta piscina, con fomra de 'L', alrededor de la cual gira la vida de la propiedad. Flores, palmeras, enredaderas que envuelven la casa... una auténtica explosión de color a orillas de esta piscina.

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Bar y zona chill out

Esta zona de bar lleva el característico sello del resto de la mansión, con la madera como elemento principal. Al fondo, una barra de bar, de este material, con varias sillas altas a su alrededor que permiten disfrutar de una bebida con tranquilidad.

Aunque, para ello, también se ha creado un espacio de descanso, con varios sofás y sillas de lo más modernas, colocadas alrededor de una mesa baja, de madera, situada, a su vez, sobre una alfombra de fibra natural. Los detalles en color llegan de la mano de los jarrones azules y otros cojines con motivos marinos.

Los ventanales rodean este lugar donde, para aliviar el calor, se ha colgado del techo un original ventilador.

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Un espacio reservado para el vino

Otro de los grandes atractivos de la mansión de Pharrell Williams, es esta bodega, con capacidad de abelgar hasta 2.000 botellas de vino. Especialmente, para los apasionados del mundo del vino, que se encuentran ante una dependencia diseñada con un único propósito: conservar esta bebida en las mejores condiciones posible. Por ello, se ha cubierto todo en madera e instalado una luz tenue.

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