Natasha Bedingfield pone a la venta su elegante casa de Hollywood

Natasha Bedingfield acaba de poner a la venta su fabulosa casa de Los Ángeles. La cantante británica y su marido, el empresario americano Matthew Robinson, con quien se dio el 'sí, quiero' en 2009, han decidido sacar al mercado esta propiedad, de inspiración mediterránea, que adquirieron hace cinco años.

La localización del que ha sido hasta ahora su hogar es excepcional. Situado sobre el cañón Beachwood de Los Ángeles y justo debajo del icónico letrero de Hollywood, ofrece unas vistas espectaculares al horizonte de la ciudad californiana y al océano.

A la espera de un nuevo propietario que se haga con ella por casi 2 millones de euros, descubrimos todos los secretos de una vivienda con una decoración muy moderna y cuidada al detalle. ¡No te la pierdas!

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Una entrada llena de luz

Si el exterior supone un guiño a las casas mediterráneas, la entrada nos anticipa un hogar abierto, en el que la luz cobra gran protagonismo. De hecho, para potenciar toda esa luz natural que entra por los ventanales, se ha elegido el color blanco para cubrir sus paredes, así como un espejo circular.

Una escalera con barandilla de hierro oscuro, une el piso superior e inferior. Y en este último, descubrimos un suelo de relucientes baldosas tierra. Un detalle, característico de la decoración de exteriores, conectando, así, el interior y el exterior de la vivienda. 

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Un salón elegante

El blanco inunda también el salón principal de la casa. Desde las paredes hasta el sofá y las butacas. El mobiliario se suma a esta luz que irradia el ambiente. De hecho, el techo se distingue gracias a unas vigas de color crema, que aportan un toque sofisticado.

El centro de la estancia, compuesto por los sofás y butacas, cuenta con una mesa auxiliar acristalada de líneas doradas. Un buen recurso para ganar más metros. La alfombra elegida para esta zona es de fibra natural, una apuesta por la naturalidad sin renunciar a una de las últimas tendencias decorativas.

La chimenea se adapta, discretamente, a una de las paredes. Y ambos lados resalta un elegante piano de color negro, así como un pequeño aparador de madera. A juego con la tarima del suelo, que sirve para dar calidez.

Todo ello abierto al resto de la casa.

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Un comedor con detalles modernos

A tan sólo un paso del salón, y conectado directamente (sin puertas), con él, se halla este refinado comedor. Aquí, las paredes se tiñen de color azul oscuro, a juego con los azulejos del suelo de la entrada. En cambio, en el techo, se ha mantenido el blanco con las vigas crema al descubierto, lo que ofrece un armónico contraste.

Al igual que sucedía en la anterior estancia, preside la habitación una mesa. En este caso, de cristal, redonda, acompañada por cuatro sillas tapizadas en blanco. Sin embargo, lo que llama la atención es la moderna lámpara de techo que cuelga sobre ella. Casi una escultura que juega con las líneas oscuras y las bombillas.

Por otra parte, la alfombra juega con un diseño geométrico que casi se camufla con la tarima del suelo. 

Y, de nuevo, la luz, que entra a través de los grandes ventanales.

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Cocina de inspiración americana

Aunque la cocina también cuenta con un sello de modernidad, supone un guiño a las tradicionales cocinas americanas. Vitrinas y otros cajones, con un diseño clásico, se distribuyen a lo largo de un espacio donde es difícil distinguir los electrodomésticos. Tanto es así, que éstos se integran a la perfección en la decoración. Muestra de ello es la nevera o la campana extractora, instalada en una estructura del mismo color que las paredes.

Con respecto a las encimeras, han elegido las de mármol claro, y de nuevo, resalta la iluminación. Una lámpara menos espectacular que la anterior, pero que respeta el estilo de diseño. Al igual que las altas sillas que rodean la isla, de estructura dorada.

El suelo está conformado por baldosas oscuras, y por último, el toque de naturaleza lo aportan una planta colgante y otra en un jarrón.

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Cuando la bodega se convierte en un improvisado comedor

Casi escondida, se encuentra esta pequeña bodega que Natasha Bedingfield y su marido han reconvertido en un cómodo comedor con aires rústicos y cálidos (gracias al color coral de la pared). A diferencia de la cocina, los muebles de este área son de madera. Algunos de estilo vintage, como el de la derecha de la imagen. 

Contribuyendo a este ambiente, dos sillas con respaldo de fibra natural, una mesa, circular, similar al mármol, y una lámpara retro.

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El arte toma las zonas de paso

Para aprovechar las conocidas como 'zonas de paso', la cantante ha recurrido a varias obras pictóricas. Tanto en la escalera, como en las paredes del piso superior, se observan diferentes cuadros, dos en blanco y negro, y el tercero, en color. 

Asimismo, una consola vacía y varias plantas completan esta zona, donde apreciamos, de nuevo, el blanco y las tablas de madera del suelo.

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Binomio blanco y negro en el dormitorio

Según especifica la agencia, la casa dispone de tres dormitorios, y uno de ellos es éste. Un cuarto en el que se ha recurrido a una fórmula infalible en la decoración: la combinación blanco y negro. En efecto, se ha optado por ir sobre seguro con respecto al estilo de esta estancia con una gama cromática básica. 

Por un lado, tenemos la cama, con un cabecero acolchado crema, y, a ambos lados, dos mesas de noche oscuras, a juego con las lámparas de noche. 

Justo delante, un cómodo sofá grisáceo, adornado con varios cojines que respetan la tonalidad de la habitación, así como una butaca.

La mesa auxiliar, acristalada y de líneas doradas, se asemeja a la que se encuentra en el salón.

Y, cubriendo el suelo de madera, una alfombra tupida gris oscura.

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Un baño decorado como un dormitorio

Este baño tiene dos tocadores idénticos. Dos muebles blancos, con su propio lavabo y espejo, iluminado por dos pequeñas lámparas de pared.

No obstante, si no fuera por este pequeño detalle, podría pensarse que, en realidad, se trata de un dormitorio. Tal y como delata el rincón donde está la butaca blanca, que bien podría encontrarse en el salón, y le otorga un estilo sofisticado. Al lado, una mesa auxiliar de color oscura, y un cuadro en blanco y negro. 

Cubre el suelo una alfombra de color gris.

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Habitación cozy

La decoración de este cuarto difiere bastante de la de la anterior. Aunque, una vez más, predominan los tonos claros, es cierto que encontramos ciertos detalles que le dan un aspecto más acogedor y relajado (muestra de ello da la manta 'descolocada' sobre el sofá).

La cama, con un sencillo cabecero de cama, está acompañada de una mesa de noche oscura y unas lámparas con estructuras transparentes.

El rincón de descanso, en el que se ha situado un sofá y una silla, tiene una alfombra que simula la piel de un animal, así como una mesa auxiliar de líneas geométricas. 

La puerta que da acceso al exterior, a diferencia del otro cuarto, es de madera.

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Un cuarto de baño que mezcla estilos

El anterior dormitorio tiene su propio cuarto de baño, y no es otro que éste. Un espacio que aúna estilos de azulejos muy diversos. Y es que las encimeras se han cubierto con unas blancas, mientras que las cenefas son azules oscuras, en un guiño al Mediterráneo y en combinación con la pared de la ducha, según se refleja en uno de los espejos.

Aquí también hay dos lavabos, separados por un espacio que simula ser un tocador. 

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Habitación de invitados

Este cuarto de invitados es de menor tamaño que las anteriores habitaciones. Una cama estrecha, llena de cojines, se sitúa en medio de una estancia que se ha aprovechado, también, como una biblioteca. Así lo revelan las estanterías de color oscuro. Una parte, de hecho, ejerce como cabecero de cama, puesto que para sacar el máximo partido a cada metro, se ha unido en una misma estructura.

En la esquina, un sofá encajado y una butaca, donde se podrá sumergirse en la lectura. 

El color llega de la mano de la alfombra, con claros detalles de motivos étnicos. En el suelo, de nuevo, se ha decantado por la madera.

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Un porche fresco y al natural

A la planta baja no le falta un porche, resguardado, como se puede observar en la imagen, por una estructura de madera.

En línea de ese aire mediterráneo de la arquitectura, han escogido un suelo de exterior anaranjado. 

En cuanto al mobiliario, dos sillas de fibra natural, y un banco colgante de madera, con cojines claros crean un rincón fresco y casual. Una de las corrientes que más se ven en el mundo de la decoración últimamente.

En el centro, una mesa auxiliar blanca, y el entorno no puede ser mejor: con unos frondosos jardines.

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Una vista envidiable a Hollywood

Uno de los mayores atractivos de la vivienda, además de su decoración, es su ubicación, según reza la agencia. Desde la altura del segundo piso, se encuentra la ciudad de Los Ángeles a los pies, y toda la belleza natural de la ciudad californiana.

También se ha aprovechado el estrecho balcón, con un par de sillas y una original mesa. Ideal para tomarse un café con unas vistas inigualables.

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Con gimnasio propio

A juzgar por las puertas, parece que el matrimonio también decidió transformar otro espacio de la casa, el garaje. En esta ocasión, repitiendo el movimiento de la bodega, acomodaron el garaje como un amplio gimnasio donde poder entrenar con total tranquilidad. Dada su amplitud, se pueden instalar todo tipo de máquinas, y hasta una cama de masaje. 

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