Recorremos la antigua mansión de John Lennon y Yoko Ono en Palm Beach

Conformaron un matrimonio poco convencional, rodeado, desde sus mismos inicios, de polémica, y marcado por un trágico final que dejó sin palabras al mundo. John Lennon y Yoko Ono revolucionaron la escena artística de los años 60 y 70, y se convirtieron en icono de la corriente pacifista que marcaría aquella época. Cuando se conocieron, él todavía formaba parte del exitoso grupo musical The Beatles, y ella era una popular artista japonesa que exhibía su obra en una galería londinense. Dicen que el flechazo entre ellos fue instantáneo, y pese a todas las viscitudes, estuvieron juntos hasta la muerte del músico británico, que fue asesinado en la entrada de su casa de Nueva York, a los 40 años de edad.
 

Poco antes de su fallecimiento, él y su esposa se hicieron con una espectacular mansión en Palm Beach, Florida, que ahora se ha puesto a la venta por casi 42 millones de euros. Según revela el libro Nowhere Man: The Final Days of John Lennon ('Hombre de ninguna parte: los últimos días de John Lennon'), entre los planes de ambos artistas estaba la reforma de esta propiedad, que, finalmente, hubo de abordar Yoko Ono en solitario. Y el resultado no pudo ser más sorprendente. 

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'El Solano', una mansión de estilo mediterráneo y 14.000 metros cuadrados

La vivienda fue construida por el arquitecto Addison Mizner en los años 20 del siglo pasado, y está inspirada en las villas mediterráneas, con sus tejados rojizos y blancas paredes. Tanto es así, que su propio nombre, 'El Solano', supone un guiño a ese origen.
 

La propiedad, que ocupa nada menos que 14.000 metros cuadrados, y cuenta con siete dormitorios y nueve baños, fue comprada por John Lennon y Yoko Ono en 1980, pero de una forma muy curiosa. Ninguno de los dos la visitaron antes de realizar la transacción por miedo a que su popularidad les perjudicase, haciendo que el vendedor aumentase el precio de la oferta. Tal y como expone el libro Nowhere Man: The Final Days of John Lennon, en su lugar, el matrimonio envió a uno de sus empleados para que tomase unas fotos de la casa con una Polaroid, y, posteriormente, la artista valoraría las fotos con su círculo cercano.
 

Seis años más tarde, Yoko Ono la vendería por más de dos millones de euros. Y actualmente, la finca pertenece a John y Cindy Sites, un ejecutivo y una empresaria que han decidido ponerla, de nuevo, en el mercado, de la mano del agente inmobiliario Christian Angle de Christian Angle Real Estate.

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Un lujoso salón principal

Aunque el exterior de la vivienda supone un guiño al Mediterráneo, la decoración de su salón principal se asemeja más al estilo palaciego. En efecto, como si de un palacio se tratase, nos encontramos ante una estancia muy espaciosa y llena de lujo. Prueba de ello dan las columnas que enmarcan sus ventanales, al estilo grecorromano, así como las opulentas cortinas que los protegen.
 

Este salón se encuentra dividido en dos áreas bien diferenciadas por una mesa negra, sobre la que se han colocado dos esculturas de dos esfinges también de color oscuro. 

Se trata, en ambos casos, de áreas de descanso muy similares. Una compuesta por dos pequeños sofás y una mesa de centro acristalada, mientras que la otra dispone de un sofá de mayor tamaño y otra mesa idéntica.

Una alfombra que parece de fibra natural cubre el suelo, de madera.

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Al calor de una chimenea de piedra

En esta otra imagen, se puede observar con mayor claridad, que el salón dispone de una chimenea de piedra, que ha sido tallada. Sobre la misma, se ha colgado un cuadro de estilo antiguo, y con marco dorado. De hecho, esta tonalidad se puede encontrar en otros rincones de la habitación, como el espejo vintage que adorna una de las paredes.

Otro detalle que le confiere un aspecto señorial son las dos sillas cuyo estilo evoca a las que se utilizaban en la corte francesa durante los siglos XVII-XVIII, con su tapizado floral y detalles también dorados.

No obstante, en el salón destacan algunos detalles en madera, además del suelo, como la mesa auxiliar que acompaña a uno de los sofás.

Y, por último, cabe mencionar las espectaculares vistas que ofrece a la playa de Palm Beach.

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Techos grabados a mano

Aunque la decoración del salón podría calificarse como un tanto opulenta, se consigue huir de ese efecto sobrecargado gracias a los altos techos, que son de lo más originales. 

Y es que, a pesar de que Yoko Ono acometió una remodelación, se mantuvo el estilo de los techos originales, grabados a mano con diferentes formas y detalles azules sobre un fondo que parece de madera. 

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Carácter señorial también en el comedor

Siguiendo el ambiente marcado por el salón, resalta este comedor señorial, presidido por una larga mesa de madera, que es acompañada por varias sillas, muy decorativas, con detalles turquesa.

Del techo cuelgan dos elegantes lámparas que caen en cascada.

Pese a que la estancia también dispone de una chimenea, ésta es mucho más sencilla que la anterior, y ha sido adornada con un espejo vintage de marco dorado. A ambos lados, dos majestuosos tapices.

Los ventanales del espacio cuentan con una estructura de madera, a juego con el suelo y con el aparador que se halla a la izquierda de la fotografía.

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La madera 'toma' la biblioteca

En esta otra habitación de la vivienda, 'reina' la madera gracias a las estanterías que la rodean, y que presentan dos sillas de estilo señorial. En el medio de la estancia, resalta una mesa circular, con una encimera de mármol clara, y una tupida alfombra con motivos florales.

Más allá, se ha creado un rincón para disfrutar, cómodamente, de la lectura, y que conecta directamente con el anterior espacio. Aquí hay un sofá marrón oscuro, dos butacas tapizadas con animal print de leopardo, así como unas mesas auxiliares y otra de centro, de cristal, que contribuye a dar sensación de amplitud.

El broche de oro lo pone el techo, de madera, igual de original que el del salón, con diversas formas en tonalidades blancas y turquesas.

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Un salón con colores mediterráneos

Este salón, de menor tamaño que el principal, tiene como protagonistas dos colores muy mediterráneos: el blanco y el azul. En especial, el primero, presente en todo el mobiliario.

Tanto los sofás como los pufs, butacas y hasta la mesa de centro se presentan en un color crema muy claro. En combinación con las lámparas y esculturas de estilo grecolatino. 

El detalle de color lo ponen una mesa auxiliar, las cortinas y los techos, cuyas vigas están pintadas con detalles azul turquesa. Jugando, de esta manera, con la gama cromática de los azules.

Al fondo, llama la atención la chimenea, decorada con verdes y dorados, simulando una diminuta puerta de estilo árabe.

En cambio, el espejo y las lámparas, vintage, 'rompen' con esta línea.

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Baño de influencia oriental

No cabe duda de que el baño se desmarca de todo lo visto hasta el momento. En esta dependencia mandan los dorados que revisten las paredes, decoradas con ilustraciones de paisajes y animales, con una clara influencia oriental.

El lavabo, circular y con fondo dorado, se ha instalado en un mueble de efecto viejo. 

Otros detalles que dan carácter a la estancia son el espejo 'retro' tallado en madera y las dos lámparas de pared, que simulan ser candelabros.

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Cocina con alma rústica

Al entrar en la cocina, nos percatamos de que su estilo difiere mucho del ambiente del resto de la mansión. Si en la biblioteca la madera estaba presente, en esta estancia lo impregna todo: desde la mesa hasta la isla, pasando por los muebles.

La apuesta por este material recuerda a las habitaciones de las casas rústicas, puesto que le confiere un aire muy natural y sencillo. Ya que no se ha recargado en absoluto el lugar.

El suelo, de baldosas rojizas, que acompaña a la madera, nos confirma, una vez más, que los límites entre la decoración de interiores y exteriores son cada vez más difusos. Ya que bien podrían adornar el suelo de una terraza.

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Un dormitorio relajado y romántico

En esta imagen queda al descubierto uno de los siete dormitorios de la vivienda, sencillo y al mismo tiempo, romántico. 

El azul, como el mar que se puede observar desde sus ventanales, vuelve a reivindicar su protagonismo, a través de las paredes y los cojines. Pero, además, entra en juego el gris claro del cabecero de la cama, así como las butacas y la alfombra, que protege el suelo de madera, del rincón de descanso. Y, sobre ella, una mesa auxiliar con forma ovalada, encimera de cristal y estructura dorada.

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Un estudio 'escondido'

Este dormitorio conecta, directamente, con otro espacio que resulta ser un improvisado estudio.

El azul vuelve a envolver este rincón, compuesto de un escritorio vintage, de madera, una lámpara con pantalla crema y una silla.

Un alfombra de inspiración oriental, junto a los armarios de color blanco, completan la decoración. 

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Cada detalle cuenta

Las lámparas que caen en cascada confieren un aire muy elegante a las estancias. Pero, además, a ello se une otro potente recurso: los techos y su característica decoración.

En esta imagen, se descubre que la mayoría de los altos techos de 'El Solano' son de madera, y respetan su estilo original, cuando fueron pintados a mano, con diferentes colores (como el azul o el naranja) que, a su vez, dan vida a la estancia.

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Con su propia cancha de tenis

Además de amplios jardines, la mansión presume de un porche, en el que ha colocado varias sillas y mesas de fibra natural en color oscuro. Esta tonalidad combina a la perfección con las lámparas de exterior que cuelgan de su techo, donde se han dejado las estructuras al descubierto.

Sin embargo, otro de los atractivos de la propiedad es la cancha de tenis situada justo al lado. De esta forma, en cuanto se acabe el partido, sus jugadores pueden descansar y reponer fuerzas en el porche.

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Un oasis entre palmeras

Palmeras y flores componen el privilegiado entorno que rodea a la piscina, de aguas cristalinas. Alrededor de la misma, se han dispuesto varias hamacas y sombrillas, de color blanco, aprovechando así toda la luz de Palm Beach. Una ciudad que ha conquistado a otras personalidades del mundo de la música, la literatura o la política. 

Otro músico británico Rod Stewart tiene una vivienda en esta zona, a la que se unen vecinos como el popular escritor James Patterson.

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Espectaculares vistas

Tanto desde el piso superior como desde el inferior, parece que los futuros inquilinos de 'El Solano' podrán disfrutar de unas vistas envidiables a la playa de Palm Beach. Gracias a sus grandes ventanales que dan la sensación de estar a tan sólo un paso del agua.

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