Aunque su nombre nos lleve a pensar lo contrario, un trastero nunca debe ser un lugar en el que guardar “trastos”. Más bien ha de ser un espacio de almacenaje extra que funcione como un desahogo para aquellas cosas que necesitamos guardar pero que no usamos con frecuencia. Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones termina por convertirse en un "agujero negro" donde va a parar todo aquello que no nos hace falta pero que no tiramos, lo que no sabemos dónde guardar, lo que nos sobra en casa. Hoy vamos a repasar algunas claves prácticas para evitar los errores más comunes a la hora de organizar el trastero.
Simplifica tu vida
No solo lo dice Marie Kondo, sino que es el mantra que hemos de repetirnos hasta el infinito según aseguran la mayoría de los organizadores profesionales: simplifica tu casa para simplificar tu vida. Es la primera clave para mantener tus cosas en orden, y se puede aplicar a cualquier espacio de la casa, desde la cocina al dormitorio y, por supuesto, también en el trastero. Por eso, si quieres convertirlo en un espacio útil, lo primero que tendrás que hacer es una buena limpieza que borre de un plumazo todo aquello que guardabas sin motivo: desde los por si acaso hasta aquellas cosas que usaste en el pasado (como esa cuna de bebé o el triciclo de tu niño… que ya va a la universidad).
Un consejo: no se trata de tirarlo todo. Puedes guardar algunos objetos que tengan un valor sentimental para ti, pero esa no puede ser la norma si quieres organizar el trastero de una forma racional y práctica.
Lo que no se usa, no existe
Si te pones a hacer un repaso mental de todo lo que guardas en el trastero enseguida te darás cuenta de que la mayoría de las cosas no las usas nunca. Este tipo de espacios de la casa están repletos de objetos que no se necesitan; simplemente, sobran. Están ahí ocupando un espacio muy valioso y sin ninguna función que cumplir.
Alicia Iglesias, de Orden y Limpieza en Casa, es organizadora profesional y coach de organización. Ella opina que “en el trastero hay que guardar únicamente lo que sí se usa, aunque no sea de forma habitual. Si sabes que determinados objetos no se van a volver a utilizar, lo mejor es sacarlos y buscarles otro destino. Así dejarán espacio para todo aquello que sí has de guardar: decoración de Navidad, repuestos de materiales para la casa (baldosas, azulejos, etc.), material deportivo, etc.“.
Coloca para triunfar
Una vez ya tenemos claro lo que hay que guardar en el trastero y lo que no, seguro que todavía quedan un montón de cosas, y colocarlas bien es una de las claves del éxito. Lo primero será dejar el espacio suficiente como para moverte y para poder pasar hasta el fondo. Es cierto que hay que rentabilizar los metros cuadrados, pero de la manera más práctica posible.
Las estanterías, un elemento fundamental
Son la base de almacenaje del trastero y nos ayudan a colocar las cosas de una forma efectiva. Mide los metros de pared disponible y diseña un conjunto de estanterías que te resulte práctico. Existen sistemas modulares (de diferentes medidas y con baldas regulables) que te facilitan la tarea, para adaptar las estanterías a los huecos que tienes. Lo mejor es elegir un modelo metálico, que sea fuerte y robusto. Para Alicia Iglesias lo más importante es que sean capaces de soportar bien el peso y que estén ancladas a la pared para evitar accidentes. Ella recomienda invertir en estanterías de calidad y nunca aprovechar muebles que ya no usemos, puesto que no están pensados para soportar el peso y no se suelen adaptar al espacio.
¿Cómo organizamos el contenido?
Una vez tenemos claro qué vamos a guardar en el trastero, y hemos instalado las estanterías necesarias, llega el momento de colocar los objetos. ¿Cómo? “Lo mejor es ordenar por categorías; de esta forma encontraremos lo que buscamos con facilidad. Coloca en el mismo lugar todo lo de Navidad, las cosas del verano, los accesorios de acampada, etc.”, explica Alicia Iglesias. Una vez hecho esto, piensa en la frecuencia con que utilizas cada conjunto de objetos (habrá muchos que solo necesites una vez al año), y coloca en los lugares más accesibles lo que más usas.
Recurre a elementos que te ayudan
Para que colocar te resulte más fácil y puedas mantener el orden necesitarás algunos elementos, además de las estanterías. Los armarios de resina son una buena opción, ya que son modulares, duraderos y fáciles de limpiar.
También necesitarás unas buenas cajas de diferentes tamaños, que deben ir etiquetadas para saber qué contiene cada una y no volverte loco cuando tengas que buscar algo. También puedes instalar algunos ganchos y soportes para la pared en los que puedas colocar algunos objetos (como las bicis o el material deportivo) y evitar que estorben y obstaculicen la zona de paso.