Puro arte y sofisticación, así es el piso de Fiona Ferrer

A Fiona Ferrer la cuarentena la pilló sola en casa, tal y como ella misma confesaba en sus redes sociales. Sola, pero no por ello aburrida, ya que la periodista y diseñadora no ha parado en todo el confinamiento: rutinas de ejercicios, una receta de desayuno que compartía hace unas semanas con ¡HOLA!, clases con sus alumnos del Máster de Emprendimiento, Comunicación y Moda de la Universidad de Sevilla... Y de paso, nos ha mostrado algunos rincones de su piso. 

Una vivienda que desvela una decoración llena de estilo, muy sofisticada, y sobre todo, única y muy original. 

¡Échale un vistazo! Seguro que encuentras algo que te servirá de inspiración.

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El pasillo

En el pasillo de entrada, dando la bienvenida al piso se encuentran los originales retratos de algunos Premios Nobel de Química, investigación y Economía, una obra en cera de la portada del New York Times, y al fondo, un divertido payaso. 

Aunque se han juntado muchos cuadros en una misma pared, se han dispuesto de tal forma que la decoración no queda recargada.

Un último detalle: el suelo, de parqué, una apuesta segura si se quiere dar calidez a la casa.

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Jugando con los espejos

Al lado del payaso, ha colocado dos sillas de metal, adornadas con unos cojines muy originales. Justo encima, encontramos un gran espejo con forma redondeada, donde se refleja un llamativo cuadro, en el que resaltan unas luces verdes, y del mismo cuelga un paraguas en la misma tonalidad, y prácticamente se camufla con la obra. 

Como se muestra en la imagen, los espejos dan mucho juego en la decoración, dando sensación de amplitud, y en este caso, además, logrando que se vean algunos detalles que de otra forma pasarían desapercibidos.

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Un salón sofisticado

La diseñadora combina a la perfección muchos (y muy diversos) elementos decorativos en este salón. Y aunque podría parecer una apuesta arriesgada, el resultado no es excesivo en absoluto.

En la fotografía, podemos apreciar dos butacas en color crema, así como dos mesas bajas en colores oscuros. La comunicadora también se ha decantado por el color oscuro para el mueble del televisor, adornado con una pequeña ilustración y un macetero muy original, que representa las facciones de una cara humana.

Sobre las dos mesas que se encuentran en el centro de la estancia, ha colocado un ramo de flores, así como un jarrón y otras piezas en dorado, incluyendo, de este modo, una combinación 'infalible': el negro y el dorado. Asimismo, encontramos algunos libros de moda, ideales y muy vistosos a la hora de decorar una estancia.

En la pared, encima de la televisión, destaca un cuadro con una esfera de un círculo (la mitad en negro y la otra mitad en blanco), cuyo marco es oscuro y está rodeado por unas tachuelas plateadas.

Por último, cubriendo el suelo, una alfombra con estampado de rombos.

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Pequeños detalles

En esta casa, se ha cuidado hasta el más mínimo detalle. En este rincón, nos topamos con unas originales esculturas en la pared: cada una de ellas es una mano que realiza un movimiento diferente.

Al lado, destacan dos llamativos cuadros, así como dos fotografías que invitan a la reflexión.

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Renovación continua

A lo largo de estos días, Fiona Ferrer nos ha enseñado toda su imaginación y creatividad, jugando con los diferentes elementos decorativos de su casa. Un truco para renovar el aire de cualquier vivienda.

Ejemplo de ello es esta pequeña 'mesa de té'. Se trata, en realidad, de un taburete de salón sobre el que se ha colocado un reloj y unas tazas.

Como la propia diseñadora comentaba, representa el paso del tiempo, "que las agujas del reloj siguen girando, pero hay que mantenerse despiertos".

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Un rincón 'cozy' y acogedor

El arte de Fiona Ferrer se extiende más allá de la mesa. Y es que, de nuevo, nos topamos con una obra de arte distinta a lo habitual, que corona la pared de este espacio del salón, que ahora vemos desde otra perspectiva. 

Al lado, una lámpara que parece de piedra y emite una luz tenue y acogedora, ideal para este rincón. Al otro, un flexo en tono plata. 

Al igual que las butacas, el sofá es de un color neutro, crema. El color y la vida llegan de la mano de los cojines que se han dispuesto encima de él, uno de animal print y los otros dos con motivos geométricos, con cierto aire vintage.

Cabe resaltar también que el radiador está 'escondido' en una estructura de color blanco, justo al lado del sofá. De este modo, no interrumpe la decoración de la estancia, sino que se suma a la misma.

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Mesa de mármol y lámpara de inspiración vintage

Todo se organiza en torno a esta mesa de mármol oscuro, que parece haberse convertido en un pequeño espacio de trabajo. Las dos sillas, en tonos tierra, parecen ser de un material similar al terciopelo, y colgando del techo, una gran lámpara de inspiración vintage. Y es que llama sobre todo la atención su pantalla de estampado en blanco y negro, similar al de pata de gallo, característico de los años 50.

Sobre la repisa de la chimenea, varios envases, dos hojas de una planta (que aportan el color verde a la estancia), y un cuadro en color dorado.

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Larga vida al color

No cabe duda de que la nota de color en este espacio la pone el gran corazón que se encuentra en la pared, así como el labial que lo acompaña. Ambos de un color rojo pasión que no pasa desapercibido, ya en segundo plano queda la bandeja que se sitúa junto a ellos.

Estos elementos, que suponen un punto y a parte en la decoración del salón, contrastan con los jarrones y la vitrina, en color madera, y la lámpara con pantalla en blanco y líneas negras.

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Dormitorio en blanco y negro, combinado con tonos tierra

En el dormitorio, apuesta por un binomio que nunca falla, el blanco y negro, al que suma algún detalle en tierra. A simple vista, lo que más llama la atención es el edredón que cubre la calma, de animal print. Y una vez más, arriesga y gana gracias tanto a la manta de color neutro que pone en el lateral, como a los cojines que lo adornan. Unos con estampados geométricos, y otros en blanco.

El cabecero de la cama parece de un material similar al terciopelo y el ante, también en tono marrón.

Sin embargo, rompen esta tendencia tierra las mesillas de noche, las lámparas y las láminas de la estancia. Todas ellas en negro, que siempre ha sido considerado un color sofisticado. 

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Mesilla de noche tallada

En esta imagen se puede observar mejor que las mesillas son diferentes entre sí. Mientras que la anterior tenía base en plata, ésta parece tallada, y además, está acompañada de otra idéntica.

Sobre las mismas, un gracioso enano que ha estado 'merodeando' por toda la casa de la diseñadora, una vela y un coral, los tres en color blanco.

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Todo en orden en la estantería

Tener una estantería perfectamente ordenada siempre suma a la decoración, y Fiona Ferrer lo sabe. Por ello, presume de la suya, de baldas blancas.

La nota de color, de nuevo, la aportan los elementos decorativos: la calavera de estilo mexicano, unos osos de color rojo... y, por supuesto, las propias cubiertas de los libros.

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Seres mitológicos

Algunos personajes de la mitología griega también tienen cabida en la casa, como este minotauro sobre fondo plateado. 

Bajo el mismo, un mueble en tonos oscuros y una lámpara con base negra y pantalla amarilla, que, junto al parqué del suelo, aporta calidez a esta esquina. 

La puerta de al lado, en color blanco, parece dejar a la vista una nueva obra de arte. 

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Rincón vintage

Además de la combinación de estilos muy diferentes entre sí, la comunicadora no duda en incorporar objetos vintage a la decoración de este piso moderno.

Como bien se puede ver aquí, los jarrones de cerámica, en blanco, están acompañados por dos elementos que parecen salidos de otra época: un teléfono antiguo de color verde y una maleta a rayas.  

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Clara apuesta por el arte

La propietaria ha desvelado que esta obra es creación del artista plástico Heriberto Mora, cubano de nacimiento, y el objetivo de la misma era transmitir la fuerza y el tesón del trabajo.

"Una obra muy espiritual y existencial", aseguraba Fiona Ferrer, quien no dudó en colocar estas dos cigüeñas bajo la misma. Y es que la diseñadora ha dejado claro que para ella el arte, además de decorativo, tiene una función trascendental: hacer reflexionar al que lo adquiere... y al que lo contempla como espectador.

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