Los jardines de 2020 se alejan de su imagen perfecta e, incluso, idílica en busca de un ‘look‘ y una filosofía más cercana a la realidad actual. “Hay que entender el paisajismo como una extensión de la arquitectura propia de un espacio, edificio o inmueble. Una prolongación de un proyecto que transforma la materia inerte en un proceso vivo, planificado, sensorial, sofisticado, orgánico, comprometido…“, señala Daniel Valera, fundador de Dstudio. Esta nueva expresión logra que no sean solo bonitos en primavera y verano, sino también en otoño e invierno, permitiéndote disfrutar de tu exterior en cualquier momento.
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Ahorrador
Está claro, un jardín mal diseñado es sinónimo de litros de agua desperdiciados. El (buen) uso del agua en nuestros exteriores es uno de los aspectos que requieren mayor atención. “La utilización indiscriminada del riego es parte del pasado. Los sistemas actuales son cada vez más eficientes y, a través de la conectividad de las viviendas inteligentes, será posible controlar a través de sensores colocados por el exterior las necesidades hídricas de cada planta”, apunta Valera.
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Especies ‘todoterreno’
Si las plantas nos hacen más felices, debes elegir especies adaptadas a cada suelo, capaces de florecer una al lado de la otra y 'apreciadas' por los insectos y las aves. “La investigación biotecnológica en botánica ornamental avanza a pasos agigantados y cada vez existen mayor número de especies botánicas que requieren bajos consumos de agua y que son capaces de adaptarse a climas difíciles, como los de Madrid, en las que las diferencias de temperaturas entre el verano y el invierno pueden ser enormes y con grandes periodos de escasez de agua durante algunos meses”, aconsejan desde Dstudio.
Arquitectura viva
El jardín del siglo XXI no solo tiene que adaptarse a tus necesidades, el espacio disponible y la situación geográfica sino que, además, debe sintonizar con el entorno. "No diseñamos nada que pueda entrar en conflicto con la naturaleza, así como no excedemos inútilmente el consumo de agua, que además se traduciría en un mantenimiento más costoso. Es preciso ofrecer soluciones para hacer de cualquier jardín un espacio en equilibrio total con el ambiente que le rodea, apostando por el concepto de arquitectura viva“, puntualiza Valera.
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Comestible
Hace tiempo, pero en estos momentos aún más, nos hemos convertido en agricultores urbanos y nuestros espacios exteriores son jardines o terrazas comestibles. A la hora de elegir la especie ideal, es preciso tener en cuenta la luz solar, los tomates y los pimientos, por ejemplo, no pueden vivir sin ella, y su forma de crecimiento (en horizontal o vertical), para sacar partido al espacio. Macetas de madera, terracota, cerámica e, incluso, tela convierten tu exterior, por pequeño que sea, en tu huerto. No te olvides de los nutrientes.
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Dialogante con el futuro
No solo son bonitos, que lo son, sino también respetuosos con el medio ambiente, eficientes y adaptados a las nuevas tecnologías. “La energía al igual que ocurre con el abastecimiento de agua está sufriendo una revolución. Por eso, es preciso tener en cuenta la instalación de sistemas de autoabastecimiento eléctrico, a través de placas solares instaladas en el jardín o en la cubierta de la vivienda. De la misma manera, en pocos años todos contaremos con coches eléctricos y será necesario integrar estos puntos de carga en el diseño de nuestros jardines, para que dialoguen con el lenguaje del jardín y la vivienda", predice Valera.
Conectado
Como si de una película de ciencia ficción se tratase, el 'Internet de las cosas” está llegando a nuestras vidas sin darnos cuenta y los jardines deben estar preparados para recibirlo. "En pocos años, la piscina hablará con la casa de forma independiente y solicitará información sobre el día a día de los usuarios de la vivienda como ya hacen las neveras o los coches", señalan desde Dstudio. La clave es que no te pille desprenida y sepas usarlo en vuestro (el tuyo y el de tu jardín) propio beneficio.
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‘New perennial’
Buscamos, deseamos y queremos un jardín eterno y bonito en cualquier época del año. El paisajista Piet Oudolf es famoso por sus espacios al aire libre que logran perdurar en el tiempo, mediante el cual puedes contemplar cada uno de los cambios que las plantas, normalmente herbáceas perennes y disferentes variedades de gramíneas, sufren en cada ciclo de las diferentes estaciones, más naturales y ecológicos, son casi autosuficientes y apenas exigen mantenimiento. ¡Me apunto!
A imagen y semejanza del interior
Este año, más que nunca, el jardín está estructurado como el interior. Ya no se trata de conformarse con una tumbona y una mesa auxiliar, porque no estamos hablando de una habitación aparte sino de un lugar para vivir y disfrutar el máximo de tiempo posible. Un salón al aire libre muy acogedor, un rincón de lectura, una zona de relax, un comedor para celebrar una reunión o una cocina de verano. ¡Sácale partido!
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