Rojo, amarillo, azul, verde, rosa… cualquier color vale para introducir dinamismo en la decoración, pero en este artículo queremos centrarnos en el 'rey de la casa', el salón. Te mostramos ejemplos de salones modernos, decorados con pinceladas de color, más o menos intenso, para que decidas con cuál te identificas más.
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Todo al rojo
Cuando se trata de decorar con color se puede optar por cualquiera, uno solo o varios, más o menos intensos. Este salón decorado con color es un ejemplo de cómo apostar por un único tono llamativo que destaque sobre una base neutra. El blanco concede amplitud y luminosidad, equilibrando la fuerza del color rojo o caldera, escogido aquí en las tapicerías y alfombra.
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Mezclar dos colores opuestos
Uno oscuro y otro claro, y contrarios en la rueda cromática. Este truco para combinar colores funciona y queda muy vistoso, puesto que logras visibilidad y dinamismo mientras uno equilibra el peso visual del otro. En este salón decorado con color, el azul Klein se mezcla con el rosa en un acertado mix, elegante y sofisticado a partes iguales.
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¿Cómo introducir el color en un salón?
Puedes hacerlo a través de la pintura de las paredes, papel pintado, tapicerías, cojines, cortinas y alfombras, pero también con un mueble que destaque en el conjunto. La idea para combinar los colores es hacerlo siempre alternando con algún color neutro o más claro, o bien uno oscuro, que haga de hilo conductor. En el primer caso el resultado será menos impactante que en el segundo. Basta una butaca tapizada en color para que todo se transforme.
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Un salón decorado en color rojo y azul
En este espacio, las paredes en color blanco y el suelo en acabado madera son una base neutra sobre la que es posible introducir cualquier color. Un amplísimo sofá tapizado en color rojo se complenta con dos sillones en azul. Los cojines continúan en la línea del uso de los colores. Anota este truco deco: usa el color según la regla 60/30/10. Es una forma de combinar colores en decoración que puedes aplicar al color, haciendo que el predominante ocupe el 60% del espacio, el segundo color el 30% y reservar un tercer tono para el 10%. Opciones: colores contrapuestos en la rueda cromática o complementarios (los que quedan "juntos"). También puede tratarse del mismo color en tres intensidades.
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Tonos medios para decorar el salón
Si quieres disfrutar de un interiorismo con color en el salón pero tienes algo de miedo a cansarte o a que el resultado final no sea el que imaginabas, descarta los colores muy vivos y los demasiado oscuros y quédate con las tonalidades de intensidad media. Los colores más "seguros" con los que decorar un salón son azules, verdes, amarillos y rosas. Los rojos y naranjas pueden resultar agresivos, como los morados, muy llamativos.
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El poder de los cojines
Para decorar un salón con color ¡alíate con los cojines! Los textiles en general te ayudarán a introducir los colores que quieras, pero en especial este salón es un ejemplo de cómo lograr un resultado colorido y variado solo con cojines de colores. La base de paredes y suelo es neutra, la alfombra no aporta color sino textura y confort, y tanto el sofá como las butacas cuentan con tapicerías sencillas. Sobre ellas, los cojines se combinan en morado, amarillo, rosa, azul y naranja.
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Un salón en rosa y amarillo
Este otro salón usa el color en las tapicerías de los asientos para animar un cojunto básico en el que las texturas tienen el protagonismo. De este ambiente debes quedarte con el uso de un color intenso combinado con otro suave. Jugar con el contraste de intensidades hará que se sienta la alegría y dinamismo de los colores mientras ellos mismos se equilibran. Puedes acentuar el efecto con cojines de colores fuertes sobre el sofá de tapicería suave y al contrario en el que más destaca.
Cuando el sofá es el centro de atención
¿Dirías que este salón se decora con color? ¡Innegablemente! Y sin embargo es un sofá el único elemento que aporta un toque diferenciador. Sobre una base de neutros, se incorporan pinceladas en negro, pero es la tapicería en color rojo del sofá de mayor tamaño el que acapara las miradas y personaliza todo el ambiente. Así que si quieres introducir color en el salón prueba con esta técnica: un sofá tapizado en un color que rompa con todo lo demás. ¿Quieres ver más detalles de este ático? Aquí lo tienes.
Decorar en azul
Sofá y butacas se han elegido en color azul para darle carácter a este original y moderno salón. El objeto decorativo curvo de la pared en el mismo tono pone el acento en la pared. Aquí parece que blancos, beis y azules se combinan a partes iguales, cuando en realidad predominan los colores neutros, que son los que dan calidez y luminosidad, equilibrando el peso del color. Es una demostración de cómo "ocupa" el color. En este salón ocupa menos el azul que el resto de colores y casi se siente al mismo nivel.
Morado, azul y verde, un salón ultra personal
Tres colores que lo llenan todo en este salón. El verde de las paredes, y el azul del sofá y el puf son los tonos predominantes, entre los que se cuela algún detalle en morado (butacas). Este salón es un ejemplo de decoración a base de exageración en el uso del color y en tonalidades oscuras. Resulta elegante y extravagante a partes iguales y, sin embargo, no exento de encanto.
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Los tonos pastel también sirven para decorar con color
En el lado contrario al salón anterior se encuentra este decorado por Natalia Zubizarreta Interiorismo: aquí sobre una base en tonos beis y arena suaves se cuela el color en la versión más clara. El tono verde aguamarina de la tapicería de la chaise-longue, el amarillo pastel de los cojines y con algo más de intensidad en los pufs y plaid sobre el sofá también decoran con color este salón.