Marzo es el mes perfecto para empezar a trabajar en nuestro jardín de cara a la llegada de la primavera y el verano para sacarle el máximo rendimiento. Por eso, lo mejor es ponerse manos a la obra cuanto antes, aprovechando que, a pesar del frío, ya comienza a brillar el sol con fuerza, aunque solo sea durante unas pocas horas. Es ahora cuando tenemos que empezar a preparar el terreno, podar y revisar el sistema de riego que nos facilitará la tarea más adelante. También es el momento de luchar contra las temidas plagas aplicando un buen insecticida en la rama y el tronco de árboles y arbustos, de tal manera que les demos la protección que necesitan. Pero no hace falta dedicarle un día entero al jardín o a nuestra terraza. Bastará con hacerlo poco a poco, con una buena organización y unos breves consejos.
Podar árboles y arbustos
Aunque cuidemos nuestro jardín durante todo el año, la poda es lo primordial para preparar el jardín. Hay que cortar las ramas secas y muertas siempre contando con buenas herramientas que nos faciliten el trabajo y, además, no dañen las plantas. Es importante hacerse con tijeras de una mano para arbustos pequeños, como pueden ser unos rosales, y de dos manos si hay que limpiar árboles más grandes. Si nos encontramos con ramas gruesas, tendremos que usar un serrucho de poda de dentado japonés.
Quitar las malas hierbas
Para preparar bien la tierra es imprescindible quitar las malas hierbas, con lo que evitaremos las plagas y que resten salud a la siguiente plantación. En precisamente en invierno cuando tienden a proliferar ya que es en esta época cuando prestamos menos atención a nuestro jardín. Concienciados con el medio ambiente, será preferible olvidarnos de los productos químicos y utilizar unos buenos guantes, además de herramientas especiales diseñadas precisamente para esta labor.
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Revisar el riego
Con el frío cabe la posibilidad de que nuestro sistema de riego haya sufrido un contratiempo. Es posible que las bajas temperaturas hayan roto alguna de las mangueras o haya bloqueado la salida de aspersores. Hay que tener en cuenta el uso de las electroválvulas, encargadas del riego automático, que a veces se ensucian con partículas que provocan que comiencen a fallar. Por eso es importante hacer una revisión y averiguar si funciona a pleno rendimiento.
Mejorar el terreno
Después de estos pasos, hay que preparar el terreno. Habrá que remover la tierra para airearla, deshaciendo los terrones que se hayan podido formar durante el invierno. Para este trabajo tendremos que hacernos con una azada forjada con martillo en la zona trasera, que será la encargada de deshacer esos terrones de un solo golpe. En caso de tener césped, habrá que sanearlo a golpe de cortacésped segándolo con regularidad y cubriendo las zonas en las que haya calvas y el manto esté más deteriorado de lo esperado.
Pero además hay que proporcionar un buen abono orgánico al terreno en forma de mantillo o compost, como el humus de lombriz que es considerado uno de los mejores abonos orgánicos que existen. Es muy rico en nutrientes, no tiene malos olores y tampoco exceso de humedad. Entre sus numerosos beneficios, se encuentra su facilidad para el desarrollo de la planta; previene enfermedades y evita heridas facilitando el enraizamiento e impide la deshidratación. Protege de patógenos, aumenta la fertilidad del suelo, no produce toxicidad y es apto para la agricultura ecológica.
Plantar
Para finalizar la puesta a punto de nuestro jardín tendremos que plantar. Antes de nada tendremos que haber elegido las plantas, árboles o arbustos que queramos, pero que sean idóneos con el sitio donde vayan a estar. Para eso hay que considerar el clima, el tipo de tierra y, por supuesto, la exposición solar. De esta manera nos aseguraremos el hecho de tener un jardín o una terraza con unas plantas que duren más tiempo y luzcan bonitos. Haciendo uso de una pala, cavaremos un agujero que sea el doble del tamaño de la raíz del arbusto o del árbol que vamos a plantar. Sacudiremos un poco las raíces para que se suelten y, tras meterlo en el agujero, lo cubriremos de tierra hasta que la planta quede bien asentada.
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