Si quieres que tu casa de campo posea el encanto de la decoración rústica, pero que también resulte moderna y actual, estas claves te ayudarán a dar las pinceladas 'deco' necesarias para imprimir un nuevo aire, más fresco y contemporáneo, al rústico de siempre.
Haz limpieza
Al hablar de esta tendencia generalmente pensamos en muebles (mesa de comedor, aparador, armarios o cama) de madera voluminosos, con detalles labrados o patas ornamentadas. Por eso, el primer paso es deshacerse de ellos, para liberar espacio y facilitar la circulación en las habitaciones. Puedes cambiarlos por un mobiliario también de madera, pero con una estructura más ligera, darles una pátina o reemplazar sus puertas ciegas por cristal, por ejemplo. No olvides elegirlos según las dimensiones del espacio, para que parezca que siempre han estado allí.
Incorpora el color blanco
Normalmente la decoración rústica se asocia con tonos tierra y oscuros como el marrón (el terracota es tendencia este 2020), por lo que el blanco (y sus aliados neutros) supondrá una visión más moderna, que agrandará los espacios, multiplicará la luz e imprimirá limpieza visual. Para compensar, no olvides recurrir a muebles cálidos y textiles suaves que abracen.
Deja que entre el metal
Porque no todo tiene que ser madera, tejidos naturales y fibras vegetales, el metal es bien recibido en la nueva decoración rústica, gracias a ese aire cosmopolita, que encierra un pasado industrial. Puedes incorporarlo en piezas de mobiliario como la mesa de centro o comedor, en las lámparas de tus estancias o en la escalera que sube a los dormitorios, Para integrarlo mejor, píntalo de blanco o de negro. Esta propuesta de Missoni Home lleva el estilo rústico al siglo XXI.
Otorga vida a las paredes
Incorpóralas a la decoración de manera práctica, para que aporten su granito de arena al resultado final. Puedes pintarlas con una técnica con textura, para que luzcan imperfectas y rugosas, con todo el encanto de las casas de campo de antes, o diseñar un zócalo alto de listones de madera clara o pintados de blanco, que aportará un plus de calidez, al mismo tiempo que actuará como aislante. La alfombra es de Lorena Canals.
Recurre a distribuciones abiertas
Si sus habitaciones están cerradas, el ambiente resultará siempre más oscuro y pequeño. Por eso, una buena idea es abrir la cocina (corazón de las casas de campo) al salón, como en este proyecto de Studio.Ezra. Los tabiques de cristal o las cortinas de cuerdas son también un buen recurso para separar sin puertas.
Mezcla y ganarás estilo
Si buscar personalizar y actualizar, nada mejor que combinar diferentes estilos. El rústico no tiene que ir siempre solo, el industrial, el clásico, el contemporáneo, incluso, el minimalista pueden dar buenos resultados. La clave del éxito es ser comedida en la mezcla y equilibrar posiciones ‘deco’, para que no resulte impostado.
Cambia el suelo
Sustituye las baldosas frías y oscuras, que suelen tener este tipo de viviendas, por un parqué de roble en tonos actuales.
También puedes optar por un suelo porcelánico que imite hormigón o madera, una tendencia llena de posibilidades decorativas, o instalar un modelo de PVC sobre tu antiguo pavimento, que reproduzca la imagen de los revestimientos naturales, pero resulte más económico y resistente.
Sustituye tu vieja chimenea
Son un básico en las casas rústicas. Por este motivo, no se trata de eliminarlas, y con ellas hacer desaparecer su magia y su poder hipnótico, sino de apostar por un modelo actual de metal, cerrado o abierto, que modernice el espacio sin poner en peligro las tardes de fin de semana frente a la chimenea. Tampoco debes ir al extremo y elegir la más moderna y llamativa… ¡Busca el equilibrio estético! El modelo Antefocus de Focus es una buena opción.
Da pinceladas de color
Los toques de color serán como un soplo de aire fresco, moderno y estiloso en cualquier decoración rústica, sometida, casi siempre, a la tiranía de los tierra y naturales. Así, cojines de tonos brillantes resplandecerán en un sofá gris o humo; una alfombra en un tono neutro con motivos coloridos reforzará la dosis de energía del ambiente; un sofá alegre actuará como una dosis de vitamina para nuestro espíritu y pintar los muebles de cocina de un color atrevido (¿por qué no?) hará que no querramos salir de ella.
Abre la puerta al jardín
Y deja que el verde, el frescor y la luz del exterior se cuelen dentro de casa. Agranda, si puedes, las pequeñas ventanas típicas de estas casas, juega con los grandes ventanales correderos, dirige la decoración hacia fuera, no pongas piezas que obstaculicen la vista y dedica cinco minutos al día en contemplar cómo el paisaje cambia en cada estación. Proyecto del estudio NB Architects.
Usa bien los accesorios
Los accesorios decorativos, como marcos, cojines, lámparas o jarrones, son una buena manera de modernizar y dar frescura a una decoración rústica. Eso sí, asegúrate de elegir un estilo único y el mismo color, para lograr una mayor armonía visual, como en esta propuesta de Affari (en Estilo Nórdico). Las alfombras son un ‘must’ imprescindible, ya que actualizan y delimitan los espacios, al mismo tiempo que proporcionan un ambiente cálido y hogareño.
Alíate con la luz
No nos cansamos de decirlo: la luz es el recurso ‘deco’ más preciado. Y esta máxima tampoco es una excepción en el caso del estilo rústico. Al llevarla a tus estancias, las modernizarás al instante. Para atraparla, reemplaza tus cortinas pesadas y gruesas por modelos finos y ligeros, en tejidos que la reflejen. También puedes iluminar la habitación con espejos: colocado frente a una ventana duplicará el brillo natural. Respecto a la iluminación artificial, no olvides situar los puntos en los huecos más oscuros, que son menos afortunados con los rayos solares.