Preparar la habitación del bebé siempre es una tarea emocionante. Debes pensar en el color para pintar las paredes, elegir el mobiliario adecuado, decidir si pones o no cortinas, adquirir los textiles para la cuna… Mucho ajetreo, que se ve recompensado con creces cuando llegáis a casa juntos por primera vez. Si eres de las que prefiere no saber el sexo de tu bebé, como hicieron en su día los duques de Sussex, quieres evitar caer en clichés de género o buscas una decoración para la habitación infantil unisex, estas ideas te ayudarán a crear un cuarto cómodo, funcional y seguro, tanto si es una niña o un niño.
Universo ‘white’
El blanco es todo un resultón lleno de encanto, que puede presumir de tener varias caras y todas ellas igual de efectivas. Puedes apostar con un ‘total white’ usándolo tanto en paredes como en mobiliario y accesorios o dar solo alguna pincelada. Para hacerlo más cálido y personal juega con los distintos tonos (almendra, huevo, lino…), empapela una de las paredes en la misma paleta cromática o en otra que destaque e introduce pequeños toques de un color ‘amigo’, como el gris. El resultado es tan especial y tranquilo como el de esta propuesta de Maisons du Monde.
Con objetos de mayores
No se trata de convertir su dormitorio en un cuarto de adultos sino de incorporar elementos que además de aquí podrían ponerse en cualquier otra estancia de la casa. Como en esta propuesta del estudio House of Funk, donde la butaca con reposapiés, ideal para darle el pecho o el biberón, resulta también idónea en un rincón de lectura; o el cuadro sobre la cuna también podría adornar la pared del sofá del salón. La ventaja de esta opción es que evoluciona con el niño, sin perder nunca su carácter práctico ni su comodidad, solo tienes que ver la mullida alfombra que viste el suelo. Si quieres una pincelada infantil, no te cortes con los textiles y los adornos.
Alíate con la madera
En tonalidades claras, eso sí. Al pensar en una habitación infantil lo primero que te viene a la mente son muebles blancos y cierta noñería. Esta falsa impresión de que todos los cuartos son algo cursis desaparece cuando dejas que la madera entre para vestir suelos, muebles o, incluso, ventanas. Esta propuesta de Krethaus es un soplo actual, fresco y natural. Sin olvidar, que la cuna crece con él y se transforma en cama, válida hasta los cinco años.
Un toque natural
Las fibras vegetales tienen la capacidad de imprimir de calidez el cuarto de los más pequeños, introduciendo, incluso en ambientes clásicos como este de Théophile & Patachou, una pincelada natural con cierto aire ‘boho’, una tendencia poco habitual en los dormitorios de bebé. Vestir el suelo con una alfombra de ratán o incluir un cesto para guardar sus juguetes te ayudarán a personalizar el espacio, sin estereotipos de niña o niño.
Apuesta por el estilo nórdico
Si quieres que el dormitorio de tu bebé funcione tanto para una niña como para un niño elige un estilo decorativo que no incline la balanza hacia un lado. El nórdico es uno de las tendencias que mejor funcionan. Aliado del blanco y la madera, resulta tremendamente cálido y moderno, sin perder nunca su belleza atemporal. Además, te permite jugar con los complementos, como estas láminas de Norsu Interiors o la alfombra multicolor, para dar ese toque infantil que necesitas.
Saca los colores al blanco
Con pinceladas en amarillo, verde, rojo… Los colores atrevidos llenarán el dormitorio de tu bebé de alegría y energía, al mismo tiempo que los estimulará. Además, no entienden de sexos y se usan de manera indistinta en habitaciones de niños y de niñas. Eso sí, no se trata bloquear los sentidos con toda una explosión de tonos vivos y optimistas sino de incluir pinceladas en el papel pintado de una pared, en una lámpara de techo o en una mecedora, como las que aparecen en esta propuesta de Covet House, en la ropa de cuna…
Objetos decorativos modernos y mixtos
Como en el salón o en tu propio dormitorio, los adornos y accesorios son el toque maestro que marca la diferencia. La decoración de una habitación de bebé unisex no es una excepción, tal y como demuestra este ambiente de Vertbaudet. Por eso, incluir elementos modernos como móviles con estrellas, ‘trofeos’ de peluche, cuadros de animales o guirnaldas de colores es una buena manera de crear un espacio contemporáneo y libre, incluso si son rosa o azul.
En modo neutro
El azul y el rosa ceden el testigo 'deco' en favor de los distintos tonos de gris o beige, demostrando sus muchas posibilidades en las habitaciones infantiles. Además, son tonalidades atemporales, por lo que se integrarán también en las siguientes etapas del niño, creciendo con él. Puedes usarlos solos, como en esta propuesta de RH Baby & Child. o combinados: amarillo pastel con gris claro, verde menta con azul grisáceo... ¡Busca siempre la armonía visual!
Mezcla y diviértete
Aparca tus prejuicios. Ni la vida (ni la decoración) deberían dividirse en ‘para niñas y niños’. Mezcla estilos, incluye una pincelada rosa o una azul (¿por qué no hacerlo?) si te han regalado ropa de cama de esos colores o son tus tonos de cabecera, compra juguetes sin pensar en el sexo de tu bebé o elige un tema decorativo (animales, personajes de cuentos, carreras espaciales…) que incite a la diversión y al juego.
Sé práctica y minimalista
“El exceso de ornamentos y el abuso de telas son cosa del pasado. Los cuartos para los bebés actuales priorizan la funcionalidad, la seguridad y la limpieza, sin olvidar el diseño” , apuntan desde Kibuc. Y estas sencillas reglas te ponen en el buen camino hacia una habitación infantil 'genderless'. Ten en cuenta que los tonos claros ayudan a crear el ambiente tranquilo y relajado que necesita tu hijo.