Piezas esenciales en el diseño del salón, estamos no solo ante un elemento práctico, que te permite organizar libros y tener espacio para guardar, sino, sobre todo, ante un verdadero objeto decorativo, que tiene mucho que decir (y que aportar) a la decoración de tus espacios. Aunque para que preste realmente un servicio ‘deco’ es necesario que esté (bien) organizada.
Hecha para ti
No tú para ella. ¿Tienes muchos libros? ¿Quieres que los niños pequeños lleguen a las baldas intermedias? ¿Te gustaría incluir plantas o un adorno especial? Tanto su diseño como su colocación deben dar respuesta a tus necesidades y estilo de vida. No al revés. Un ejemplo: cuando parece la de una biblioteca y, sin embargo, nunca encuentras el ejemplar que buscas.
Organización general
Hay tres reglas que siempre dan buen resultado: en la parte superior debe ir lo que no coges ni necesitas a diario, en la del medio lo más decorativo y en la inferior, con o sin cajas, todo aquello que o bien no quieres que sea vea o bien lo usas habitualmente. Si la librería, como esta de Fantin, es de tamaño XL, busca el equilibrio, de manera que no haya módulos muy llenos y otros vacíos.Y, por supuesto, antes de dar por terminado tu trabajo, contempla tu creación desde lejos y retoca lo que no veas claro.
De fácil acceso
No solo tiene que responder a tus necesidades y manías, sino que, además, debe ser accesible, para que puedas localizar y alcanzar (casi) todo a la primera. Esta propuesta de Ventura Estudio cuenta con una escalera que puede desplazarse de un lado a otro, para que la parte superior de la librería no sea como escalar el Everest. La idea de las puertas en la zona inferior, tipo ‘boiserie’, es perfecta para ‘ocultar’ todo aquello que no quieres que esté a la vista.
Tu toque personal
Para que tenga vida propia y un simple vistazo baste para saber que es tuya, es preciso que le des tu toque. Puedes lograrlo con un adorno muy especial, colocando fotos enmarcadas por las repisas, mostrando una edición especial de uno de tus libros preferidos, poniendo tu colección de revistas, donde se incluyen esos ejemplares de '¡Hola!' que llevan años contigo…
En busca del orden
Aunque existe un manual para principiantes, este es más personal. Lo importante es partir de cero, para poder hacerte una composición de lugar, por lo que vacíala y extiende libros y adornos por el suelo. “Juega al tetris con los objetos. Deja espacio para que respiren. Así, el efecto visual será ordenado y cuidado. Aunque tampoco es conveniente que haya demasiado hueco vacío. SI te ocurre, rellena con plantas colgantes, para que cubran los estantes inferiores y den sensación de plenitud”, aconsejan desde Estilo Nórdico.
Crea armonía
Evita poner objetos del mismo tamaño juntos y apuesta por la mezcla equilibrada de adornos de diferentes dimensiones y formas, para que exista una armonía visual y todo esté equilibrado. Pon los más ligeros arriba del todo y los más grandes y pesados, en la parte inferior, para que resulten más prácticos y puedas, incluso, guardar cosas en cajas o cestas.
Sé atrevida
La altura de libros, adornos y otros elementos pueden ser verdaderos aliados decorativos, siempre mezcles alturas y profundidades distintas. “Coloca los libros, catálogos o revistas en vertical, horizontal o para colocar una planta o un adorno especial. Superpón los objetos del mismo o diferente tamaño, de dos en dos o de tres en tres, unos delante de otros para aportar un plus de dinamismo a la estantería”, apuntan desde Estilo Nórdico.
Integra y vencerás
Y no solo hablamos de la propia librería, que también, sino de los colores de tus libros y adornos. Aunque es imposible que todos sean de la misma tonalidad, lo que sí puedes hacer es colocarlos cromáticamente en armonía, de manera que no desentone ninguno. Y si uno falla, prueba a darle la vuelta.
Si eres una ávida lectora...
Aunque Marie Kondo determina que 30 libros son más que suficientes, si eres de las que atesora, no guarda, y te ves incapaz de no caer en la tentación de hacerte con un nuevo ejemplar, al menos, una vez al mes, dicha cifra te parecerá irrisoria. Por cierto, este amor denominado ‘tsundoku’ (el placer de rodearte de libros) precisa una librería bien aprovechada, que saque partido al espacio, sin perder estilo: mezclando tamaños, colores, formas de colocación...
Elige un método
Aunque cada maestro tiene su librillo, puedes organizar tu librería por temas (novela negra, poesía, narrativa en español…); por tamaño o colores, creando bellas composiciones, en las que te será fácil encontrar las colecciones o las ediciones especiales; o por categorías (volvemos al método konmari); lectura general, práctica y de diseño. "Aunque todos los sistemas son válidos, nosotros preferimos por orden alfabético, ya que es una manera de organizar que permite encontrar lo que buscas fácilmente. Además, una vez colocada (la tarea más ardua) es sencillo mantenerla ordenada para siempre", aconsejan desde Librería Altazor.
Con luz propia
Si quieres que sea una de las estrellas del salón, haciendo la competencia al sofá, debe estar bien iluminada, con una luz cálida y orientable, que se pueda dirigir. Puedes lograrlo con los propios focos empotrados del techo o colocar tiras de led o apliques con pinzas. Recuerda que no es necesario que cada módulo cuente con luz propia sino que esté repartida.