Con inigualables vistas, extensos pastos y el río North Newport extendiéndose por sus 35 hectáreas, la propiedad del actor, que compró en 2003 cuando aún salía con Jennifer López, cuenta con tres edificaciones. La principal, llamada ‘Big House’ fue construida por el arquitecto Jim Strickland como la típica casa de una plantación, con sus columnas neoclásicas, su espectacular entrada y su estilo clásico sureño. Un lugar especial, en el que Ben Affleck solía pasar temporadas con sus hijos, pero que tras su divorcio con Jennifer Garner decidió vender. Su precio: 6,9 millones de euros.
Con 557 metros cuadrados, la ‘Casa Grande’ destaca por sus techos de cuatro metros de altura, sus grandes chimeneas y su pavimento de madera de pino que le confieren ese encanto característico del sur (está situada en el estado de Georgia), lleno de calidez y hospitalidad. El salón de un blanco impoluto, salvo por el suelo y los destellos dorados de la lámpara de techo y los apliques de pared está divido en dos zonas: un estar cerca de la chimenea, con sofás con fundas y un puf como mesa de centro, y otro con sillones y butacas, perfecto como rincón de lectura.
Si el salón era totalmente ‘white’, el comedor hace de la madera oscura su principal seña de identidad, presente incluso en los marcos de los cuadros. De estilo clásico, está presidido por una gran mesa con capacidad para 10 comensales, aunque lo que realmente llama la atención es la iluminación, donde no faltan apliques dorados, lámparas de araña y candelabros, que crean la atmósfera ideal para cenas de galas. Dos grandes aparadores, coronados por dos arreglos florales, ofrecen, además de espacio para guardar, una superficie para dejar los postres o las copas.
La biblioteca es otro de los rincones especiales con los que cuenta esta joya sureña, que Ben Affleck ha puesto a la venta por 6,9 millones de euros. Manteniendo el mismo estilo decorativo que el resto de la casa, cuenta con librerías de madera de techo a suelo y cómodos sofás donde leer o disfrutar de una agradable sobremesa. Las plantas, colocadas estratégicamente, y la gran alfombra contribuyen a dar calidez y sensación de hogar a la estancia.
Aprovechando un pasillo, el cuarto de baño del dormitorio de matrimonio posee el encanto de las grandes casas señoriales, en el que no falta ni la bañera exenta de estilo clásico. Las lámparas y apliques dorados son otro de los detalles que se repiten en cada habitación y que también encuentran su lugar aquí. Lleno de luz natural, llama la atención la disposición en línea de los distintos elementos, que favorece un paso cómodo, a pesar de la planta rectangular.
En el porche de ‘Big House’ se mantiene vivo el clásico estilo sureño. Con ventiladores de techo, para hacer frente al calor, y unas mecedoras de fibras naturales y madera, nos imaginamos al actor cómodamente sentado un día de verano, viendo jugar a sus hijos.
La segunda casa, ‘Oyster House’, de la finca del actor en Savannah (Georgia) se aleja del ‘look’ clásico de la vivienda principal, con una decoración más informal y fresca, con un estilo rústico actualizado. Sus dos plantas abiertas están vestidas de arriba abajo en madera (suelo, paredes y parte del mobiliario), potenciando la sensación de calidez y el encanto natural.
Luminosa y amplia, gracias a los grandes ventanales y puertas acristaladas y a sus 930 metros cuadrados, la planta baja de la ‘Oyster House’ se distribuye en un espacio único, que alberga salón, comedor y cocina. Mientras que en la superior, a la que se accede mediante una escalera de estilo industrial, se ubican los dormitorios, con literas de madera recuperada.
En la segunda planta, se ha habilitado una zona de estar con muebles de fibras naturales, que se integran a la perfección en esa atmósfera campestre. Para mantener esa sensación de cabaña de madera, las puertas de las habitaciones son correderas, de manera que al cerrarse simulan una gran pared.
La 'Summer Cottage' es el refugio perfecto para los meses calurosos del año. Con su techo metálico, sus paredes encaladas y su gran chimenea revestida de ladrillos, posee el encanto de una granja. ¿Te has fijado en la mecedora junto al fuego?
Con muelle privado e instalaciones ecuestres, esta finca ofrece un entorno idílico, donde no falta el río o los extensos pastizales y donde se respira en cada rincón el 'verdadero espíritu y encanto sureño", tal y como señalan desde Engel & Völkers Savannah.