¡Vas a querer vivir en una! En cuanto leas este artículo y despejes las dudas, las denominadas passivhaus o casas pasivas te van a conquistar. Por lo que implican para el medio ambiente, ya que son ecológicas y sostenibles, pero también por cómo repercuten en el bienestar de las personas. Te contamos qué es, cómo funciona y cómo se vive en una casa pasiva.
¿Qué es una 'passivhaus'?
Si tiramos casi de diccionario, una casa pasiva o hábitat pasivo es un tipo de construcción para el que se utilizan recursos de la arquitectura bioclimática y una eficiencia energética superior a las usadas en las viviendas convencionales. Y esto es a grandes rasgos porque "oculta" mucho más este concepto de casa. Estas construcciones están diseñadas para aprovechar al máximo la luz natural y la radiación solar, tienen un nivel alto de aislamiento y una renovación del aire a través de un sistema de ventilación con un recuperador de calor. Una casa pasiva consigue ahorrar entre un 70 y un 90% del consumo energético.
Este tipo de casa está construida según los principios del estándar alemán Passivhaus, de ahí toma el nombre, que indica que hay que tener en cuenta las condiciones climáticas y geográficas de cada lugar "con una buena orientación, captación y protección de la radiación solar, un alto grado de aislamiento y una buena estanqueidad del aire exterior de toda la edificación con carpinterías de alta eficiencia energética", explica la empresa especializada Arquima. Así es como se consigue que posteriormente la casa tenga una mínima demanda energética.
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