Entramos en el espectacular ático de Jennifer Lawrence en Nueva York

¡Al fin! Parece que Jennifer Lawrence ha podido vender su espectacular ático del Upper East Side. A la actriz, le sonríe la fortuna en las distintas facetas de su vida, salvo, quizás, en la económica. Tras casarse con el galerista Cooke Maroney y disfrutar de un año sabático, se ha embarcado en un proyecto independiente bajo la dirección de Lila Neugebauer. Sin embargo, lo que se le ha resistido es la venta de este apartamento. Primero, tuvo que rebajar su precio inicial, dejándolo en cerca de 1,2 millones de euros, y poniéndolo, así, en el mercado por 12,9 millones de euros. Pero, finalmente, la intérprete ha podido cerrar la transacción por algo más de 8 millones de euros (cuando ella lo había adquirido por más de 13 millones de euros), según informa Variety.

Entramos en el que, hasta el momento, ha sido su fabuloso y elegantísimo apartamento, ubicado en uno de los barrios más exclusivos de Nueva York.

Con casi 380 metros cuadrados y techos de más de tres metros y medio de altura, la vivienda de la actriz ganadora de un Oscar por ‘El lado bueno de las cosas’ destaca por su luminosidad, amplitud y situación privilegiada. Un único espacio alberga el comedor, delimitado visualmente por una gran alfombra, y dos salones, separados por una chimenea de piedra caliza abierta a ambos lados. Sus grandes ventanales, además de inundar la estancia de luz natural, ofrecen unas preciosas vistas, que recuerdan a los típicos pósteres de los rascacielos de Nueva York.

El color blanco viste tanto las paredes como el mobiliario y la decoración de este moderno apartamento del Upper East Side neoyorquino, que es también el barrio donde el marido de la actriz tiene su galería de arte. Con un estilo moderno, similar al que luce Lawrence en su día a día, hay pocas concesiones al exceso. El estar distribuido en forma de ‘U’ con dos sofás enfrentados y dos butacas, es ideal para las tardes de invierno, gracias tanto a la chimenea de gas como a la alfombra y los complementos, entre los que no falta una agradable mantita.

El segundo estar, más informal, muestra una decoración desenfadada y ‘colorida’ con un sofá gris y una alfombra en tonos rojos, que rompen la atmósfera ‘limpia’ y algo fría que proporciona el blanco de paredes, techos y carpintería. Los cuadros, los complementos de fibras naturales y las originales lámparas de sobremesa y de pie aportan un plus de calidez, potenciando la sensación de hogar.

La cocina es el paraíso de todo chef 'amateur' o no. Perfectamente equipada, con electrodomésticos de última generación, entre los que se incluyen una vinoteca o un frigorífico profesional de la marca Sub-Zero, sus generosas dimensiones facilitan el trabajo entre fogones, al mismo tiempo que proporcionan el lugar perfecto para la vida social. El color blanco del mobiliario de Poggenpohl y la encimera de mármol de Carrara mantienen la continuidad visual con el resto de la casa.

Junto a la cocina, se ha situado un coqueto comedor de diario, muy práctico para comidas y cenas informales. En lugar de recargar el espacio con un gran número de sillas, se ha colocado un banco, que aprovecha la esquina y ofrece mayor número de asientos. Una mesa redonda completa el conjunto. 

Un amplio pasillo separa la parte social de la parte privada del ático que Jennifer Lawrence vende por 12,9 millones de euros. Uno de sus tres dormitorios se ha dedicado a sala de ocio, con una mesa de billar y dos sillones. Para proporcionar un plus de calidez al ambiente, el suelo se ha vestido con una moqueta y se ha apostado por una decoración en tonos neutros, entre los que se incluye, como no podía ser de otro modo, el blanco. 

El dormitorio principal, con salida a la terraza, incluye cuarto de baño y un gran vestidor. La cama minimalista y blanca se erige como la protagonista del espacio, donde los detalles y el mobiliario auxiliar son los encargados de dar calidez y aportar un toque de estilo. Llama la atención, la gran alfombra y el agradable rincón de lectura con un pequeño sofá con capitoné. 

El cuarto de baño principal cuenta con una ducha XL y una bañera bajo la ventana. Totalmente blanco, siguiendo la tendencia cromática del resto de la vivienda, es ideal para compartir, ya que posee un gran lavabo, con dos griferías, y dos espejos, que facilita el uso por dos personas a la vez. 

Si el interior del ático de la actriz te ha conquistado por su amplitud y luminosidad, la enorme terraza te hará desear que luzca el sol a todas horas, para poder disfrutarla tanto en invierno como en verano. Cubierta con césped artificial, para que cuentes con la agradable sensación del natural, pero sin los inconvenientes de su mantenimiento, desde aquí la ciudad se dibuja a tus pies, mientras tú vives (casi) en las nubes. 

Las enormes dimensiones de la terraza permiten establecer diferentes zonas (estar, comedor y relax) e incluso habilitar uno de sus rincones con una cocina al aire libre, que no tiene nada que envidiar a la del interior, tanto por su equipamiento como por su ubicación. 

Además de los dos salones interiores, la casa naoyorquina de Jennifer Lawrence cuenta con un estar de exterior, ideal para el buen tiempo. Situado bajo una pérgola de madera, que lo protege del sol directo, se ha amueblado con un cómodo sofá, dos sillones y una mesa de centro. No falta nada, ni siquiera una televisión, donde poder ver la última película de la actriz.