El estilo ecléctico no es apto para gustos convencionales porque se trata siempre de una propuesta decorativa arriesgada, que no se atiene a ninguna norma preestablecida y en la que el equilibrio es la clave del éxito. Una decoración ecléctica se consigue mezclando y combinando estilos diferentes, con mucho cuidado de que todo quede bien para que el resultado sea elegante y lleno de personalidad, no incoherente o sobrecargado. Una cosa es que no haya normas fijadas y otra muy diferente que por el mero hecho de ponernos a mezclar vayamos a obtener un buen resultado.