Uno de los rasgos que mejor definen el trabajo de Raúl Martins, además de su elegancia atemporal, es su amor por los detalles. El interiorista no deja nada a la improvisación y cada elemento, decorativo o no, tiene una razón de ser. Por eso, el cuarto de baño, de Porcelanosa, logra, a pesar de sus dimensiones, tener personalidad propia, gracias tanto al contraste entre el revestimiento y el pavimento, como a la llamativa fotografia. Porque, sin duda, si algo tiene esta casa es mucho arte.