Las flores aportan color, alegría, vitalidad e, incluso, una agradable fragancia. Además, son el broche perfecto de cualquier estilismo ‘deco’, tanto en invierno como en primavera, y se sienten a gusto en todas las estancias de la casa.
‘Flower power’
Aunque existen flores, como la rosa, que siempre tienen un lugar en la decoración de interiores, hay otras que son más indicadas para un espacio concreto. Así, "las olorosas, como el lilium oriental o el nardo son perfectas para zonas de paso, pero no para el dormitorio, por su potente aroma, que exhalan especialmente por la noche; mientras que las coloristas y de formas redondeadas son una buena opción en la cocina", señalan desde Interflora.