1. Bien situado
Antes de empezar a poner orden es preciso hacerle sitio. Encontrar hueco para el armario es más sencillo (en el pasillo, junto al baño, separando zonas...), pero un vestidor requiere bien una estancia independiente, bien una habitación XL. "Aunque el tamaño tampoco es condicionante, ya que un buen vestidor puede adaptarse a cualquier espacio. Eso sí, es conveniente que no adquiera demasiado protagonismo en el dormitorio. Lo ideal es que se encuentre en una zona poco visible y, a ser posible, se convierta en punto de unión, si se trata de una suite, con el cuarto de baño", comenta José Miguel Simón, interiorista y director del showroom Iconno. En esta propuesta de Rimadesio, los paneles correderos semitransparentes mantienen cierta intimidad, sin romper la amplitud visual.