1/11 © Vitra

1. Como un juego

Como si del juego de las sillas se tratase, el secreto del éxito se encuentra en el equilibrio, el respeto por la decoración y la atmósfera de la estancia en su conjunto. Mezclar dos modelos es una opción clásica, tres sigue siendo políticamente correcto, pero con una pizca de atrevimiento y con cuatro o más nos movemos en el plano de la osadía decorativa. Todo depende de cómo juguemos. En esta propuesta de Vitra se mezcla la All Plastic Chair en varios colores con la Tip Ton, la Standard y la HAL. 

2/11 © Fritz Hansen

2. Lisas y estampadas

La Ant Deco Silhouette, una versión del diseño clásico de Arne Jacobsen, producida para Fritz Hansen, brinda una pequeña dosis de encanto a los espacios modernos, sin abrumar la vista gracias tanto a la estilizada figuracomo a la mezcla de modelos lisos con estampados. Para que funcione, juega con los mismos colores e incorpora siempre un mayor número de sillas lisas, que actúen como base decorativa.

3/11 © La Redoute Interiors

3. Cuestión de forma

Incluso si son de estilos distintos y en colores que contrastan, si comparten formas similares habrás encontrado su nexo de unión. Pueden ser de diferentes materiales, con o sin reposabrazos, con cuatro patas o dos… Eso sí, para que el resultado final sea visualmente armonioso, y de paso cómodo, elige siempre sillas de la misma altura. Propuesta de La Redoute Interiors

4/11 © Cult Furniture

4. De dos en dos

Además de ser más fácil de integrar alrededor de la mesa, creará mayor sensación de conjunto que si todas las sillas son distintas. Una buena idea para encontrar el equilibrio visual es enfrentar los modelos iguales, como en este ambiente de Cult Furniture. La mezcla de la madera con el color negro siempre resulta acertada y estilísticamente potente.

5/11 © fhe.es

5. Compartiendo estilo

Aunque sean muy diferentes si apuestan por un mismo estilo decorativo lograrás crear un mix muy atractivo y fácil de realizar con éxito. En esta propuesta del interiorista Raúl Martins se combinan sillas diferentes solo en los extremos, lo que realza el conjunto y aporta un toque de sofisticación. Eso sí, es importante que el modelo elegido sea especial y destaque por encima del resto.

6/11 © Red Door

6. En buena sintonía

Si eliges sillas de diferentes colores, deberás equilibrar el conjunto mediante la forma o el material, buscando siempre la armonía visual. En esta propuesta de Red Door, además de compartir material, todas poseen un aire 'vintage', lo que refuerza los lazos de unión y la sensación de conjunto.

7/11 © Lalabonbon

7. Colores que unen

Esta es una de las maneras más sencillas de combinar sillas distintas sin temor a equivocarte porque sea cual sea el estilo o el material siempre funciona: ‘vintage’, modernas, clásicas, rústicas… Por eso, si mezclas cinco diferentes, lo ideal es que sean del mismo color o en tonos 'amigos', para evitar choques cromáticos. En este ambiente de Lalabonbon, las tapicerías de las sillas, que mezclan lisos, estampados, dorados, grises y rosas, aportan estilo y sofisticación a raudales. 

8/11 © Vibia

8. Con un banco

Este banco rompe el conjunto clásico de sillas y mesa, aportando una nota más informal y atrevida. Una buena idea, además, que aprovecha el espacio y aumenta el número de asientos. La lámpara Flamingo de Vibia es el broche perfecto del ambiente, ya que su diseño produce un efectista juego de sombras de luz led.

9/11 © Santa & Cole

9. Buscando el contraste

En este comedor, se juega con el contraste para conseguir mayor impacto visual. Así, las sillas de color rojo y blanco rompen la armonía cromática del conjunto, dominado por el verde, buscando provocar y personalizar. La lámpara blanca de Santa & Cole ayuda a equilibrar y rebajar la tensión 'deco'. 

 

10/11 © Affari

10. Del mismo material

O pertenecientes al mismo grupo, como las sillas de fibras vegetales de este comedor de Affari. Puedes combinar modelos diferentes, con formas y colores distintos, que encuentren en el material su fuerza decorativa. 

11/11 © House Doctor

11. Con sillones y sofás

Esta propuesta de House Doctor convierte el comedor en un área del estar del salón, acercando la mesa al sofá y completando el conjunto con una silla y un sillón. Una solución original, ideal para veladas informales, comidas familiares o una merienda con amigas a la hora del té. La clave del éxito se encuentra en la altura de la mesa: debe ser más baja que la media (el modelo estándar mide 70-75 cm), para no resultar incómoda.

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