1. Si son el centro de atención
O están situadas en el centro de la estancia, como ocurre en este ambiente de Knoll, donde la espectacular mesa chapada en oro de 18 quilates, diseñada por Warren Platner en 1966, se convierte en protagonista absoluta del espacio. Un elegante diseño ‘vintage’, que luce tan sofisticado y actual como el primer día.
2. En comidas familiares o con amigos
Las mesas redondas, como esta de Carl Hansen & Son, eliminan la cabecera de los modelos rectangulares, permitiendo conversaciones a varias bandas. Así, todos los comensales disfrutan de la compañía y la conversación del resto, sin tener que limitarse a intercambiar comentarios únicamente con las personas que se sientan a su lado.
3. En espacios de pocos metros
Las mesas de comedor rectangulares están sobrevaloradas, al menos en situaciones concretas, como espacios de planta cuadrada o circular, y en espacios pequeños, ya que las redondas ocupan menos, también visualmente, y pueden brindar asiento al mismo número de comensales.
4. En la cocina
Son la solución ideal para diseñar un ‘office’ cómodo y práctico para desayunos y comidas informales, ya que ocupan poco y no pierden centímetros de asiento. En este ambiente, la vajilla de Villeroy & Boch potencia la sensación de hogar y de calidez que transmiten este tipo de mesas.
5. En decoraciones sofisticadas
Aunque no puedas evitar relacionarlas con las clásicas mesa camilla, que normalmente estaban en el cuarto de estar (un espacio que se diluye en las casas actuales), los nuevos modelos no tienen nada que ver. Totalmente actualizadas, apuestan por el diseño y materiales como madera, fibra de vidrio, cristal… El espectacular (y brillante) conjunto de mesa y sillas de Boca do Lobo es una muestra de ello.
6. En ambientes actuales
La desempolvamos del baúl de los recuerdos y de la casa de madres y abuelas, para que ocupe su lugar en los comedores de las viviendas actuales. Para que luzca bien, no la pegues nunca a las paredes de la estancia y céntrala en medio del espacio, como en este ambiente de Ferm Living.
7. Si es solo para dos
Una buena opción para jóvenes parejas que solo son dos de familia y no suelen dar grandes comidas con muchos invitados. Además, este diseño, actual y estiloso, de PortobelloStreet encaja muy bien en decoraciones ‘millennials’.
8. Luciendo palmito
Especialmente si se trata de un icono del diseño, como la Tulip de Eero Saarinen (en Knoll). Para que no tenga contrincantes decorativos ni elementos que distraigan las miradas, elimina el mantel y deja que se muestre tal y cómo es: bella, funcional y tan actual como cuando se diseñó en 1957. La de la imagen es de 120 cm, por lo que es recomendable para cuatro o cinco personas.
9. Para crear sensación de hogar
Las formas redondeadas resultan más acogedoras que las líneas rectas. Además, su tamaño ayuda a crear una atmósfera más ‘recogida’, evitando la sensación de frialdad que puede tener una gran mesa rectangular, especialmente si hay pocos comensales sentados.
10. Una buena opción en miradores
Ya que se amoldan a la forma normalmente circular de los mismos, como ocurre en este ambiente de & Tradition. Pero no te creas también son una solución ideal en comedores de planta cuadrada y únicamente se encuentran fuera de lugar en estancias alargadas, que piden a gritos una mesa rectangular.
11. También en grandes espacios
Además, los grandes comedores o los espacios únicos, que aúnan salón, comedor y cocina, permiten elegir una mesa redonda de tamaño XL, sin abigarrar y con la misma presencia que una rectangular, aunque más ligera visualmente. En este proyecto del arquitecto Salvo Schiavo con mobiliario de Baleri Italia, la mesa ofrece asiento para ocho comensales.
12. En el exterior
Esta propuesta de House Doctor, la mesa redonda ayuda a montar un comedor exterior perfecto, adaptándose por tamaño, forma y material al espacio disponible, las condiciones climatológicas para vivir al aire libre y el estilo decorativo del interior de la vivienda.